La guerra asimétrica es un concepto que describe los conflictos bélicos donde los bandos se encuentran en clara desigualdad de condiciones. En este artículo exploramos las particularidades de la guerra asimétrica, así como las estrategias y recursos que se utilizan en este tipo de conflictos y los conflictos éticos que plantean.
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Cuando hablamos de una guerra asimétrica, lo hacemos refiriéndonos a un conflicto, por lo general armado, en el que se observan notables disparidades entre los dos bandos involucrados.
En el contexto de la seguridad internacional, estas disparidades no solo afectan a los aspectos armados del conflicto. También pueden extenderse a lo que llamamos una ciberguerra o hasta una guerra económica.
Entre las características que describen a una guerra asimétrica, podemos encontrar:
Como hemos visto, el desequilibrio de fuerzas que se observa en la guerra asimétrica lleva a ambos bandos a recurrir a tácticas de ataque o defensa alejadas de las sancionadas por la estrategia militar. Entre las más comunes, se encuentran las siguientes:
Mediante esta estrategia, los ejércitos convencionales son reemplazados por pequeños grupos armados, que buscan desestabilizar y desgastar al enemigo para vencerlo.
Se busca la eliminación de figuras importantes al mando o de aquellas consideradas simbólicas. Esta estrategia se utiliza para enfatizar la audacia y la capacidad de acción frente al adversario. También se emplea para amenazar la seguridad pública y privada e infundir temor en la población.
Acciones focalizadas con el propósito de alterar el desarrollo regular de las actividades de la población y generar una distracción en el oponente. Son una de las primeras manifestaciones de radicalización de uno de los bandos.
Operaciones de espionaje e inteligencia en instituciones y estructuras clave. Su objetivo es obtener información que permita llevar a cabo otras iniciativas de combate o desestabilización del enemigo.
Iniciativas para influir en el pensamiento de la población y los combatientes, tanto aliados como adversarios.
El dilema ético más frecuente en las guerras asimétricas es que la disparidad de recursos propicia narrativas del tipo "David contra Goliat". Los contendientes se apoyan en estas para respaldar acciones que resultarían inaceptables en un conflicto convencional como, por ejemplo, el ataque a civiles vulnerables bajo el pretexto del terrorismo.
Las premisas del "todo vale en la guerra" o "el fin justifica los medios" desafían los preceptos de la Convención de Ginebra, cuyo objetivo es la protección de civiles en periodos de conflicto armado.
En resumen, la guerra asimétrica es un conflicto bélico donde los combatientes se encuentran en situación de desigualdad manifiesta. Es un tipo de conflicto cada vez más común que recurre a estrategias no convencionales. El desequilibrio de fuerzas a veces lleva a los combatientes a actuar contra la población civil y plantea graves problemas éticos.