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Ingeniería
23 mar 2022

Agile vs. Waterfall: qué diferencias hay entre ambas metodologías

Editado el 23 Mar. 2022
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El trabajo por proyectos está ganando terreno en empresas de diferentes sectores ya que se trata de una metodología flexible que reduce los costes fijos y agiliza los plazos de entrega, aumentando a su vez el nivel de compromiso y la motivación de los trabajadores. En la actualidad existen distintas metodologías de gestión de proyectos, aunque probablemente las más populares son Waterfall y Agile. Ambas permiten planificar, ejecutar, monitorear y cerrar los proyectos, pero difieren en su filosofía y modo de trabajo.

¿Qué es la metodología Waterfall?

El modelo de desarrollo Waterfall o en cascada se basa en una serie de fases secuenciales, de manera que se debe completar una antes de pasar a la siguiente. En un primer momento se trabaja con el cliente para recopilar los requisitos del proyecto y comprender su alcance, lo cual significa que existe una visión del producto final bien definida en su totalidad que no cambiará.

En un segundo momento el project manager estima los recursos necesarios y planifica las acciones para realizar el proyecto. A lo largo del mismo pueden intervenir diferentes miembros del equipo o continuar con otros trabajos guiándose por la documentación técnica, que sirve como brújula a lo largo del proyecto ya que recoge todos los requisitos y avances. De hecho, en esta metodología se realizan las pruebas al final de cada fase del desarrollo.

¿Qué es la metodología Agile?

La metodología Agile se enfoca en crear equipos de trabajo eficientes que puedan planificar de forma flexible el trabajo para implementarlo rápidamente. Supone una mejora continua ya que se basa en entregas de valor periódicas y tempranas al cliente, prácticamente desde que empieza el proyecto.

Gracias a las iteraciones, el equipo de trabajo recibe un flujo continuo de comentarios del cliente para adaptar el producto o servicio a sus necesidades. Sin embargo, en vez de resolver todos los problemas de una vez, el equipo ejecuta fases más cortas en el ciclo de desarrollo que cubren unas pocas actualizaciones, lo cual conduce a una mejora paulatina de la calidad. Así es posible elegir la mejor opción en cada entrega sin comprometer todo el proyecto.

Waterfall vs Agile: las 3 diferencias principales

Forma de trabajo

La metodología Waterfall implica una forma de trabajo secuencial y muy estructurada que permite medir con mayor facilidad los progresos y establecer hitos claros desde el inicio. En cambio, la metodología Agile prioriza la respuesta a los cambios antes que seguir un plan. Se enfoca en obtener productos que se puedan enviar con rapidez, más que invertir tiempo en determinar exhaustivamente los requisitos y la planificación. Se organiza para responder a los cambios de manera ágil y trabaja con requisitos que evolucionan constantemente. Como resultado, la metodología Waterfall es más rígida, no permite la readaptación y dificulta la corrección de errores, mientras que el método Agile es más flexible y permite ir corrigiendo los errores sobre la marcha.

Tipo de proyectos

La metodología Waterfall es sencilla y práctica, por lo que es ideal para los proyectos bien definidos desde el inicio, con un tiempo y un presupuesto fijos, en los que exista poca incertidumbre ya que se implementan en mercados estables y más tradicionales. La metodología Agile se centra en los individuos y las interacciones, por lo que la comunicación es clave para ejecutar el proyecto. Se realizan pruebas y revisiones tempranas que minimizan los tiempos de reacción y facilitan la toma de decisiones. Por eso, es ideal para los proyectos más grandes, indefinidos y complejos que requieren mucho trabajo de desarrollo, dirigidos a mercados en continua evolución en los que la rapidez y flexibilidad es clave para tener éxito.

Nivel de implicación de los clientes

Otra diferencia entre la metodología Waterfall y Agile es la forma de trabajar con los clientes. La metodología Waterfall no requiere que los clientes se involucren mucho, a excepción de la fase inicial en la que se establecen los requisitos, así como en las correspondientes revisiones, aprobaciones y reuniones de estado. Al contrario, la metodología Agile demanda una estrecha colaboración con los clientes ya que estos deben brindar una retroalimentación constante y participar activamente en todo el proceso.

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