
Criminología
Gracias al inmenso contenido audiovisual en formato de series, películas o incluso podcasts relacionados con el crimen que existe hoy en día, la sociedad está cada vez más familiarizada con la disciplina que conocemos como Criminología y que se estudia a través de grados como el Grado en Criminología a distancia.
Sin embargo, el eje central de todas estas tramas gira siempre en torno a la morbosidad del crimen o al delincuente que lo perpetúa, y pocas veces se trata a la víctima como protagonista.
Esto es algo que precisamente intenta revertir lo que conocemos como victimología, tema que hoy abordamos en este artículo y disciplina que se estudia en más profundidad en el Máster en Criminología.
El término victimología fue acuñado por el psiquiatra Fredric Werthman en los años 30, por lo que hablamos de una materia relativamente joven.
Gracias a la victimología, por primera vez el foco de estudio de los crímenes se puso en la víctima de los delitos y no en el propio crimen en la figura del criminal.
La victimología es una rama de la criminología que se centra en estudiar a la víctima y a sus allegados, ayudando a analizar las diferentes fases de la victimización y los factores (victimogénesis) que pueden haber intervenido en ella.
El concepto de víctima es muy amplio y es necesario estudiarlo con detalle.
Según la Organización de Las Naciones Unidas, una víctima es uno o varios sujetos que han sufrido daños o ataques físicos, emocionales o psicológicos sobre sus derechos fundamentales a consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación. De la misma manera, las personas allegadas que hayan sufrido daños por asistir a la víctima también se consideran víctimas como tal.
Uno de los estudios de la victimología se centra precisamente en hacer una clasificación del tipo de víctimas que existen. Así, podemos dividirlas en cuatro grupos:
Conocemos como víctima determinada a aquella que es escogida de forma premeditada y no al azar por el criminal. En este grupo entrarían los crímenes pasionales, venganzas o crímenes perpetrados por familiares o allegados.
En contraposición, aquí hablaríamos de una víctima escogida al azar. Un ejemplo de este tipo de víctimas serían aquellas sujetas a fraudes o timos, o bien a actos criminales llevados a cabo por psicópatas o asesinos en serie.
Este tipo de víctima es aquella capaz de presentar resistencia y defenderse. A veces, es atacada precisamente porque, o a sabiendas de que, puede defenderse.
Existen casos en los que la propia víctima está vinculada al acto criminal. Las conocimos como víctimas coadyuvantes, y se caracterizan por participar de forma activa en el delito, aunque sea actuando bajo coacción.
Entre las funciones más destacadas de la victimología, podemos mencionar las siguientes:
El principal objetivo de la victimología es sin duda poder conocer mejor a la víctima y sus características, así como su relación con el delincuente y el papel que juega dentro de la situación delictiva.
Gracias a la victimología se han podido crear servicios de atención a las víctimas y preparar programas de asistencia en manos de psicólogos y otros profesionales. En general, los servicios de información y apoyo a las víctimas resultan son los más importantes.
En definitiva, la victimología trata de dar respuesta a preguntas tan complejas como:
Llegados a este punto, podemos afirmar que la importancia de la victimología es precisamente su foco en aquellas personas que se encuentran en una mayor situación de vulnerabilidad. Por consiguiente, necesitan contar con una disciplina que les ayude a entender la experiencia por la que han pasado y que les brinde soluciones.
Conocer en más profundidad a la víctima, responder a los interrogantes que a menudo rodean su figura y ampliar sus métodos de ayuda son algunos de los temas tratados en el Grado de Criminología en Madrid ,el Grado de Criminología en Valencia o el doble grado de Derecho y Criminología que oferta la Universidad Europea.
El objetivo de la victimología no puede resultar nunca demasiado ambicioso, pues no se debe olvidar la importancia de otorgar protagonismo a las víctimas, analizar sus circunstancias y entender su entorno y situación en cualquier investigación que se lleve a cabo.