Usos e importancia de la gammagrafía

La tecnología es uno de los conocimientos que, gracias a la investigación, está en constante evolución. Constantemente se descubren nuevos métodos para hacer más sencillas las tareas cotidianas o incluso facilitar el diagnóstico de una enfermedad.

En el artículo de hoy hablaremos de la medicina nuclear y su papel en el desarrollo de técnicas de diagnóstico como la gammagrafía, estudiadas en FPs como el de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear de Madrid, también en modalidad online.

En qué consiste una gammagrafía

La gammagrafía es el procedimiento a través del cual se toman imágenes del interior del cuerpo de un paciente para poder emitir un diagnóstico.

Este procedimiento es muy poco invasivo ya que solo implica la administración por vía intravenosa u oral de una pequeña dosis de radioisótopo y la toma de imágenes.

Las gammagrafías pueden ser solicitadas en diversas circunstancias, aunque las más comunes son:

• Búsqueda de enfermedades inflamatorias, infecciosas o tumorales ocultas.
• Evaluación de posibles afectaciones óseas por cáncer.
• Análisis del funcionamiento cardíaco o la circulación sanguínea cuando hay sospecha de enfermedad coronaria.
  

Tipos de gammagrafías

Entre las gammagrafías más comunes que se desarrollan en un hospital encontramos:

• Gammagrafía pulmonar: se realiza con el fin de evaluar la existencia de un posible tromboembolismo pulmonar.
• Gammagrafía cardiaca: sirve para evaluar una posible insuficiencia de riego en una zona específica del corazón, así como la capacidad de funcionamiento del mismo.
• Gammagrafía renal: facilita la observación de la actividad renal.
• Gammagrafía hepática: permite la detección de posibles áreas anómalas en el hígado.
• Gammagrafía cerebral: posibilita examinar una parte de la actividad cerebral.
• Gammagrafía ósea: muestra si hay infecciones o tumores que afecten a los huesos y articulaciones.
• Gammagrafía con galio: facilita la detección de posibles focos de inflamación, infección o tumor en diversas partes del cuerpo, como ganglios y abscesos.
• Gammagrafía tiroidea: permite observar el tamaño y rendimiento de la glándula tiroides, así como detectar la presencia de nódulos tiroideos hiperfuncionantes.
• Otras gammagrafías: es posible realizar gammagrafías con el propósito de evaluar las glándulas paratiroides, detectar la presencia de tumores, identificar la existencia de un paraganglioma o feocromocitoma, entre otros.

Cómo se realiza una gammagrafía

Como hemos explicado previamente, antes de realizar una gammagrafía es necesario administrar una pequeña cantidad de radioisótopo en el cuerpo del paciente. Luego, este compuesto radiactivo emite rayos gamma que son detectados por la gammacámara.

Tras ello, la gammacámara se coloca sobre el cuerpo del paciente y crea imágenes del radioisótopo dentro del cuerpo. El médico especializado en medicina nuclear se encarga de examinarlas y realizar un diagnóstico o evaluar la condición médica del paciente.

Una gammagrafía se realiza, por lo general, siguiendo este proceso:

• Se administra al paciente una cantidad reducida del radiofármaco.
• Espera un tiempo específico para que el radiofármaco se disperse por todo su cuerpo.
• Se acuesta en una camilla, posicionando la gammacámara sobre la región de interés. Esta comienza a captar los rayos gamma liberados por el radiofármaco.
• En ciertos tipos de gammagrafía, puede resultar necesario solicitar al paciente que modifique su posición durante el procedimiento con el fin de capturar imágenes desde distintos ángulos.
• Después de completar la prueba se puede solicitar al paciente que espere en la sala mientras el especialista en medicina nuclear revisa las imágenes para confirmar que la prueba ha sido exitosa.
• Tras la evaluación, el radiofármaco experimenta una desintegración natural y es expulsado del cuerpo a través de la orina y/o las heces.
  

Ventajas de las gammagrafías

Existen numerosas ventajas asociadas al uso de las gammagrafías para identificar el diagnóstico de un paciente. Algunas de las más importantes son:

• Es un método altamente seguro y eficaz.
• No requiere un ingreso hospitalario.
• El tiempo que lleva realizar esta prueba es de 5-30 minutos.
• Es un método funcional que, además de proporcionar detalles sobre la estructura del órgano examinado, ayuda a detectar posibles trastornos funcionales en este.
• No requiere ninguna preparación previa del paciente.

En conclusión, la evolución constante de la tecnología ha llevado a descubrimientos que mejoran el diagnóstico de enfermedades. Ejemplo de ello es la medicina nuclear y el desarrollo de técnicas como la gammagrafía. Este procedimiento basado en la administración de radioisótopos es poco invasivo y brinda imágenes detalladas para el análisis del especialista en medicina nuclear. Con ventajas como su seguridad, brevedad y la no necesidad de ingreso hospitalario, las gammagrafías se posicionan como una de las herramientas más valiosas para el diagnóstico médico.

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