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Medicina y Salud
31 de Julio de 2023

¿Qué es un drenaje linfático?

drenaje-linfatico

El drenaje linfático es un masaje terapéutico que se lleva a cabo por medio de movimientos suaves, rítmicos y de bombeo. Su objetivo es favorecer la circulación del sistema linfático a través del transporte de la linfa. El sistema linfático queda conformado por una red de vasos, ganglios y órganos, como el bazo y las amígdalas. Se trata de un líquido que cuenta con la principal función de eliminar toxinas, absorber grasas y desempeñar un rol inmunológico en el cuerpo humano. La linfa se mueve a través del cuerpo gracias a la respiración, las contracciones musculares y la actividad física.

El drenaje linfático es una de las disciplinas que se imparte en el Grado de Fisioterapia en Valencia, también presente en Madrid, Alicante y Canarias, las otras opciones de formación presencial que ofrece la Universidad Europea.

Los beneficios del drenaje linfático van asociados a su zona de aplicación, a la frecuencia con la que se realicen y a la situación específica de cada persona. Te los detallamos a continuación.

Tipos de drenaje linfáticos y sus beneficios

Existen varios tipos de masaje linfático, diferenciados tanto por la técnica que se aplica en ellos como en los fines que persigue. Son los siguientes:

  • Drenaje linfático manual Vodder: se basa en movimientos específicos de las manos, tanto de manera circular como en forma de espiral que estimulan el flujo linfático. Es una técnica que fue desarrollada en los años 30 del siglo XX por Emil y Estrid Vodder, dos fisioterapeutas daneses.
  • Drenaje linfático mecánico: en este caso se imita el movimiento manual, gracias a máquinas de presoterapia o de masaje con compresión neumática.
  • Drenaje linfático estético: tiene un fin más estético, si bien aplica el mensaje linfático tradicional para mejorar el aspecto de la piel, combatir la celulitis y reducir la retención de líquidos.
  • Drenaje linfático facial: tiene su foco en el estímulo de la linfa en las zonas del rostro y el cuello. Con ello, se busca una mejora de la circulación, disminuir la congestión en los senos paranasales y reducir la inflamación facial.
  • Drenaje linfático en miembro superior: centrado en la zona que discurre entre los dedos de la mano y el cuello. Es muy aplicado en casos de cáncer de mamá, especialmente en la zona de los ganglios axilares.
  • Drenaje linfático en miembro inferior: en este caso se realiza un drenaje de la zona que va desde las ingles hasta los dedos de los pies.
  • Drenaje linfático en abdomen: tiene una importancia anatómica para el resto del cuerpo.
  • Drenaje linfático post-liposucción: se emplea para evitar fibrosis y con el fin de reabsorber los hematomas generados en el cuerpo con el tratamiento.
  • Drenaje linfático en embarazadas: se aplica para hacer más llevadera la retención de líquidos y para evitar problemas circulatorios.

Técnicas complementarias al drenaje linfático

También hay una serie de técnicas que sirven como complemento al drenaje linfático:

  • Terapia de vacío: se emplean dispositivos que hacen uso de la succión para mejorar el flujo linfático.
  • Electroterapia: sirven como complemento al drenaje para estimular la musculación y con ello la circulación linfática.
  • Ultrasonido: esta técnica terapéutica ayuda a descomponer la grasa, eliminar desechos y líquidos y mejorar la circulación.
  • Terapia láser: es una técnica de baja intensidad que penetra en los tejidos, estimula las células y aminora inflamaciones.

Además, el drenaje linfático presenta un efecto relajante, motivado por el efecto que produce tanto al paciente como al terapeuta; defensivo-inmunitario, puesto que mejora la capacidad de los glóbulos blancos en las defensas; y cuenta con un efecto muy positivo para combatir el estreñimiento.

Las sesiones de drenaje linfático son de entre 60 y 90 minutos. La frecuencia con la que se realice debe establecerse en función a las necesidades de cada individuo y puede extenderse durante semanas.

Contraindicaciones del drenaje linfático y recomendaciones

El drenaje linfático no está recomendado o debe realizarse con precaución cuando se sufren las siguientes dolencias:

  • Infecciones agudas.
  • Casos de trombosis venosa profunda.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Cáncer.
  • Hipertiroidismo que no esté controlado.
  • Problemas renales o hepáticos de consideración. 

La principal recomendación que hay que tener presente a la hora de someterse a un drenaje linfático es la de acudir a un profesional experimentado. Además, conviene consultar a un médico antes de recibir cualquier tratamiento terapéutico. En caso de que la persona sufra alguna condición médica previa es importante conocer los riesgos de pasar por una terapia de este tipo.