¿Para qué sirve la educación financiera?

A menudo, tendemos a pensar que la educación financiera es algo reservado a personas que quieran trabajar en el ámbito de la economía. Nos parece que los conceptos que se manejan en este campo son demasiado complejos y preferimos no esforzarnos en entenderlos. Y, al hacerlo, renunciamos a múltiples ventajas.

Cualquiera puede beneficiarse de unos conocimientos financieros elementales. Son muy útiles si quieres emprender, trabajas por tu cuenta, estás pensando en invertir o, simplemente, quieres administrar mejor tu dinero. Por eso, hay muchas personas que optan por hacer nuestro Curso en Finanzas para no Financieros. Pero ¿en qué consiste exactamente la educación financiera?

Qué es la educación financiera

El Banco de España define la educación financiera como el conjunto de “conocimientos, conductas y actitudes que nos permiten tomar decisiones financieras acertadas a lo largo de la vida”. Los ciudadanos que tienen acceso a ella disfrutan de hábitos económicos más saludables. Por ello, a la hora de contratar productos financieros, conocen las oportunidades y riesgos que presentan.

Muchos organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Europea, insisten en la importancia de capacitar a la población en materia financiera.

Uno de los principales beneficios es que se iguala la relación banco-cliente: las entidades de crédito están en una posición de ventaja frente a los ciudadanos que solicitan sus servicios; pero con una buena educación económica, esta brecha de conocimientos se cierra.

Pese a lo importante que es para una persona cualquiera entender cómo funciona el dinero, la educación financiera básica no está lo suficientemente presente en los colegios españoles. Según el informe de PISA 2020 sobre cultura financiera, los centros educativos españoles se sitúan por debajo de la media europea en esta materia.

Principios básicos de la educación financiera

Estudiar finanzas es un mecanismo de defensa de los ciudadanos. Al fin y al cabo, les aporta una serie de principios muy útiles para desenvolverse en un entorno económico que cada vez es más complejo. Entre ellos, tres son fundamentales:

• Organización: para gestionar bien su dinero, una persona debe llevar un registro de sus gastos e ingresos. Además, debe tener en cuenta sus créditos y deudas para asegurarse de que dispone de dinero suficiente para saldarlos legado el momento.
• Responsabilidad: esta se entiende en dos sentidos. Por un lado, responsabilidad para llevar las cuentas personales al día y, por otro, para proteger la propia seguridad financiera. Esto implica cambiar frecuentemente de contraseñas, no compartirlas con nadie y vigilar periódicamente los movimientos de una cuenta para detectar cargos extraños.
• Prevención: este apartado, enfocado al largo plazo, se orienta a ahorrar dinero para imprevistos en el futuro y, si es posible, a obtener una jubilación digna.

Ventajas de la educación financiera

Guiarse por los tres principios mencionados lleva a las personas a gestionar mejor su dinero. Pero esta no es la única ventaja de formarse en materia económica. La educación financiera tiene otros muchos beneficios:

• Podrás relacionarte mejor con tu banco y con cualquier otra entidad.
• Si eres emprendedor, entenderás mejor el funcionamiento de tu negocio y necesitarás menos asesoramiento.
• Si tienes proyectos económicos personales, aprenderás a planificar mejor tus gastos.
• Al pedir un crédito o financiación de cualquier tipo, conocerás mejor los riesgos y podrás elegir las condiciones más beneficiosas para ti.
• Si te interesa invertir en bolsa, sabrás cuáles son las bases del mercado de valores y tomarás decisiones más seguras e inteligentes.

Sería conveniente que la educación financiera se recibiera en las aulas desde las primeras etapas de la vida. Sin embargo, la información que se imparte en los colegios no suele ser suficiente. Por ello, muchas familias deciden educar a sus hijos en este sentido, por ejemplo, asignándoles una paga que ellos mismos deben administrar.

No obstante, esto no siempre sucede. Por eso, también es común que la Administración o distintas fundaciones pongan en marcha campañas para mejorar la cultura financiera de la población. Existen numerosas entidades que ofrecen contenido divulgativo sobre finanzas en sus páginas web, pero estudiar un programa concreto sobre este tema permite dominar más ampliamente los conocimientos clave. Consulta toda la información sobre nuestro Curso de Finanzas para no Financieros y descubre todo lo que te puede aportar a nivel profesional y personal.