Practicar crossfit, salir a correr o jugar un partido de tenis son prácticas consideradas deportes de alto impacto.
Este tipo de ejercicios requieren de un esfuerzo físico importante y, además, implican despegar de manera constante los dos pies del suelo, por lo que degradan especialmente zonas como las rodillas o los tobillos.
El programa académico del Máster en Fisioterapia Deportiva Real Madrid de la Universidad Europea se centra en esta realidad: quienes practican deportes de alto impacto para las rodillas y otras articulaciones necesitan de un apoyo sanitario especial para mantener su cuerpo en línea con su actividad.
Que los ejercicios de alto impacto estén relacionados con un sobreesfuerzo no quiere decir que no se aconseje realizarlos. Eso sí, es conveniente conocer las características de los deportes que más cansan y afectan al organismo para saber sobreponerse a su práctica.
Se denomina deporte de alto impacto a cualquier actividad física que precise de la realización de saltos, giros o movimientos bruscos como aterrizar y enfrentarse físicamente con otros deportistas.
Además, se incluyen todas las prácticas que impliquen el uso de una gran cantidad de fuerza, especialmente si esto supone una carga a nivel articulatorio.
Las rodillas y los tobillos son las zonas del cuerpo más afectadas en estos ejercicios, pero no las únicas: caderas y codos también suelen sufrir traumatismos más o menos importantes en el día a día.
La gran mayoría de deportes son considerados de alto impacto por el desgaste físico al que se someten quienes los practican. Los más comunes en España, según los currículos de las carreras relacionadas con deporte, son los siguientes.
Practicado de forma masiva en todo el planeta, el fútbol expone al deportista a constantes carreras a gran velocidad, saltos y giros. Tanto los tobillos como las rodillas se ven afectadas y, además, hay un constante contacto físico con otros jugadores.
Cada vez más popular, el baloncesto supone enfrentarse a prácticas muy similares a las del fútbol, a nivel de desgaste articulatorio. En este caso, los saltos son más constantes y agresivos, por lo que rodillas, tobillos y caderas deben estar muy cuidados.
El tenis está considerado como un deporte de alto rendimiento muy exigente. El ininterrumpido cambio de dirección de manera explosiva en tan poco espacio influye muchísimo sobre los tobillos y las rodillas. También las muñecas sufren por el golpe de la pelota sobre la raqueta.
Este entrenamiento de alta intensidad implica la realización de diferentes ejercicios. Los levantamientos de pesas y los movimientos explosivos que se realizan son los más delicados en este caso porque generan una tensión muy importante sobre las articulaciones de todo el cuerpo.
El mero hecho de correr es de alto impacto. Las piernas se ven afectadas en cada zancada, exponiendo a rodillas, caderas y tobillos a un estrés constante. Es importante equiparse con el mejor calzado de running para evitar lesiones graves.
Los saltos en voleibol son constantes, con la repercusión que esto supone para las articulaciones del tren inferior. Los deportistas sufren especialmente en la modalidad de playa, donde los saltos se producen sobre un suelo que no es firme.
Los deportes de alto impacto tienen, por lo general, efectos perjudiciales a nivel articulatorio. La realización habitual de estos movimientos propicia un desgaste gradual en cartílagos y articulaciones.
La consecuencia directa de esto es la aparición de problemas médicos de variada naturaleza. Artrosis, dolor, rigidez e incluso limitaciones en el movimiento pueden estar derivados de la práctica del deporte de alto impacto.
Por eso, es recomendable que quienes juegan al fútbol, baloncesto o practican running o crossfit reciban una atención sanitaria personalizada y habitual para reducir los daños.
En este caso, se recomienda la visita al fisioterapeuta, complementándolo con el uso de protecciones homologadas y, sobre todo, con el aprendizaje profesional para realizar bien estos ejercicios en la práctica deportiva.
Quienes se preguntan cómo ser fisioterapeuta deportivo, deben estudiar la carrera y un máster especializado para ejercer en este campo. Una vez en la práctica, descubren que las rodillas son el punto más relevante para trabajar con los deportistas de alto impacto.
Esta zona articulatoria es muy utilizada y, por tanto, especialmente propensa a sufrir lesiones, desgastes y dolores con las prácticas agresivas. Para evitarlo, se recomienda fortalecer los músculos que rodean la rodilla y mejorar la flexibilidad con la ayuda de especialistas en fisioterapia deportiva.
Son muchas las salidas profesionales en fisioterapia, por lo que, si estás pensando en estudiar algunas de sus ramas, en la Universidad Europea puedes acceder a muchos masters de Deporte donde escoger la opción que más te guste de cara a tu futuro profesional. Asimismo, puedes acceder a carreras universitarias para comenzar tus estudios con el Grado en Fisioterapia en Madrid, Valencia o Canarias entre otras muchas opciones.