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Compliance penal: qué es y cómo se implementa en una empresa

Derecho

30 de Octubre de 2025
iconos en dados de madera que representan el concepto de compliance penal

En un entorno empresarial cada vez más regulado, el compliance penal se convierte en un escudo imprescindible para cualquier compañía que quiera operar con seguridad jurídica.

Para quienes buscan especializarse en este ámbito estratégico del derecho corporativo, programas como el Máster en Derecho Penal Económico de la Universidad Europea ofrecen una formación completa en delitos económicos y sistemas de prevención.

¿Qué es el compliance penal?

El compliance penal es el conjunto de políticas, procedimientos y controles internos que una empresa implementa para prevenir la comisión de delitos en su seno. Su objetivo principal es evitar que la organización y sus directivos incurran en responsabilidades penales derivadas de actividades ilícitas cometidas por empleados, directivos o colaboradores.

Este concepto surge de la necesidad de que las empresas no solo cumplan con la ley, sino que demuestren un compromiso activo con la legalidad. ¿Puede una empresa ser penalmente responsable? en muchos ordenamientos jurídicos actuales, la respuesta es afirmativa. Por eso, contar con un programa de cumplimiento normativo penal efectivo puede eximir o atenuar la responsabilidad corporativa ante la comisión de delitos económicos.

A diferencia del compliance general, que abarca todo tipo de normativas, el compliance penal se centra específicamente en prevenir conductas delictivas y actúa como una última línea de defensa ante las conductas más graves, mientras que el compliance general gestiona el cumplimiento normativo en un sentido más amplio. Para entender mejor esta distinción, observa las principales diferencias:

AspectoCompliance generalCompliance penal
AlcanceTodas las normativas y regulaciones aplicables a la empresaExclusivamente normas de carácter penal
ObjetivoGarantizar el cumplimiento de cualquier tipo de normativa (laboral, fiscal, sectorial, etc.)Prevenir la comisión de delitos y evitar responsabilidad penal
Marco normativoLegislación general, códigos éticos, políticas internasCódigo Penal (art. 31 bis) y normativa penal específica
ConsecuenciasSanciones administrativas, multas, pérdida de licenciasResponsabilidad penal, multas millonarias, cierre de la empresa, prisión para directivos
Ejemplos de riesgosIncumplimiento de protección de datos, normativa laboral básica, regulaciones sectorialesFraude fiscal, corrupción, blanqueo de capitales, delitos contra trabajadores, delitos medioambientales

Características del compliance penal

Un sistema de compliance penal efectivo no es simplemente un documento formal. Para que realmente proteja a la empresa, debe cumplir con una serie de características esenciales:

  • Adaptación a la realidad empresarial: una empresa constructora no enfrenta los mismos peligros legales que una entidad financiera o una compañía farmacéutica.
  • Compromiso de la alta dirección: los responsables de la empresa deben liderar con el ejemplo.
  • Órgano de control independiente: este debe tener acceso directo a la alta dirección y capacidad para investigar posibles incumplimientos.
  • Formación continua: los empleados no pueden cumplir normas que desconocen. Por eso, la formación periódica y específica es crucial.
  • Canal de denuncias efectivo: confidencial y accesible que permita que empleados y terceros comuniquen conductas sospechosas.
  • Sistema de sanciones disciplinarias: establecer consecuencias claras para quienes incumplan las normas internas.
  • Revisión y mejora continua.

Compliance penal en una empresa: implementación práctica

Llevar el compliance penal del papel a la realidad operativa requiere un enfoque estructurado y una implicación activa de toda la organización. No se trata solo de cumplir con una obligación legal, sino de construir una cultura ética que prevenga conductas ilícitas y proteja a la empresa frente a posibles responsabilidades.

A continuación, te explicamos paso a paso cómo implementar un programa de compliance penal en una empresa de forma práctica.

1- Diagnóstico inicial de riesgos

El primer paso es realizar un mapa de riesgos penales, que identifique las áreas donde la empresa podría enfrentarse a posibles delitos en el desarrollo de su actividad.

Para ello, es necesario analizar:

  • Qué delitos podrían producirse según el tipo de negocio (corrupción, fraude, delitos medioambientales, contra la intimidad, etc.).
  • Qué departamentos o procesos son más vulnerables (compras, ventas, recursos humanos, financiero, etc.).
  • Factores diversos como la ubicación geográfica, las relaciones con proveedores o clientes, la participación en licitaciones públicas o la gestión de datos personales y confidenciales.

Ejemplo práctico

Una empresa de distribución con operaciones internacionales debe evaluar riesgos de corrupción transnacional o contrabando, mientras que una compañía tecnológica deberá enfocarse en riesgos de brechas de seguridad, uso indebido de datos personales o vulneración de propiedad intelectual.

2- Diseño del programa de compliance

Con el mapa de riesgos como punto de partida, se diseña el programa de compliance penal adaptado a la realidad y tamaño de la empresa.
Este documento establece las reglas, procedimientos y mecanismos de control para prevenir, detectar y reaccionar ante posibles infracciones.

Debe incluir:

  • Un código ético o de conducta, que marque los valores y comportamientos esperados.
  • Políticas específicas, como las de anticorrupción, conflictos de interés, regalos y hospitalidades, o uso de recursos corporativos.
  • Protocolos de actuación ante posibles incidentes o investigaciones internas.
  • Canales de denuncia confidenciales, accesibles y seguros.

El objetivo es que el programa sea operativo y comprensible, no un documento meramente formal.

3- Designación del compliance officer

El compliance officer (o el equipo de cumplimiento, en empresas más grandes) es quien lidera la aplicación, seguimiento y mejora del programa. Debe reunir tres características esenciales:

  • Formación jurídica y ética sólida, con conocimiento en derecho penal corporativo.
  • Comprensión del negocio, para adaptar las políticas a la operativa real.
  • Independencia funcional, con capacidad de reportar directamente al consejo de administración o al órgano de gobierno.

En empresas pequeñas, esta función puede asumirla un responsable multifuncional con apoyo externo especializado. Si quieres potenciar tu perfil profesional y desempeñarte en este rol, puedes matricularte en el Curso Compliance Officer de la Universidad Europea, que te prepara para diseñar e implementar estos sistemas de control en organizaciones reales.

4- Implementación de controles internos

Una vez diseñado el programa, toca hacerlo operativo. Esto se consigue mediante controles internos preventivos y detectivos que aseguren el cumplimiento de las políticas y minimicen los riesgos identificados.

Algunos tipos de controles:

  • Segregación de funciones: evitar que una misma persona controle todo un proceso.
  • Autorizaciones escalonadas: requerir diferentes niveles de aprobación según el importe o tipo de operación.
  • Auditorías internas y revisiones periódicas.
  • Sistemas informáticos seguros, que limiten el acceso a información sensible o funciones críticas.

Un ejemplo práctico

En el departamento de compras puede establecerse que ninguna adquisición superior a cierta cantidad se apruebe sin la validación conjunta del responsable financiero y del jefe de operaciones.

5- Formación y comunicación

El éxito del compliance penal depende de que toda la plantilla lo entienda y lo aplique. Por ello, es fundamental ofrecer:

  • Formaciones iniciales para nuevos empleados
  • Reciclajes periódicos para reforzar conocimientos y actualizar información
  • Campañas de comunicación interna que mantengan el tema visible y práctico (por ejemplo, con ejemplos reales o materiales visuales breves)

Un error común es limitar la comunicación a un extenso manual enviado por correo. Lo ideal es que el mensaje sea continuo, accesible y adaptado al lenguaje del personal.

6- Monitorización y auditoría

El programa de compliance debe evaluarse constantemente para verificar su eficacia y detectar posibles deficiencias. Esto implica:

  • Revisar indicadores de cumplimiento (formaciones realizadas, denuncias recibidas, incidentes registrados)
  • Realizar auditorías internas o externas periódicas
  • Analizar los resultados de investigaciones internas o reportes del canal ético

El seguimiento permite detectar desviaciones y aplicar medidas correctivas a tiempo.

7- Actualización ante cambios

El entorno empresarial y normativo evoluciona, y el compliance debe hacerlo también. Cada vez que se introducen nuevos productos, mercados o estructuras, o surgen nuevas regulaciones, es necesario revisar y actualizar el programa.

Esto garantiza que el sistema siga siendo útil, pertinente y eficaz frente a los riesgos reales de la organización.

Ejemplo sencillo

Si una empresa española comienza a operar en Latinoamérica, deberá incorporar riesgos vinculados a las leyes locales, posibles sobornos o diferencias culturales en la gestión de regalos y hospitalidades.

En la actualidad, el compliance penal ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad empresarial. Las organizaciones que lo integran de forma genuina no solo se protegen frente a responsabilidades legales, sino que construyen una cultura corporativa más sólida y transparente. En un mercado donde la reputación es un activo fundamental, contar con profesionales formados en sistemas de prevención de delitos corporativos marca la diferencia entre gestionar riesgos o sufrirlos. La prevención, como siempre, resulta más eficiente que la reacción.