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La cara más conocida de una campaña de publicidad es el anuncio, pero hay mucho más: desde una colaboración pagada con un influencer hasta una lona de la marca o el producto sobre un edificio. Las campañas publicitarias abarcan un conjunto coordinado de acciones de comunicación en diferentes medios con un mensaje o narrativa en común.
Formaciones como el Doble Grado en ADE y Marketing en Valencia y en Canarias te dan las herramientas que necesitas para desempeñar roles estratégicos en campañas publicitarias. Por otro lado, si estás pensando en montar tu propia empresa, el Business Management Degree te ayudará a entender qué tipo de campaña necesita tu producto o servicio.
Una campaña de publicidad es un conjunto de acciones coordinadas con las que una organización promociona un producto, servicio o marca. Se trata de herramientas para comunicar mensajes estratégicos, influir en las decisiones de compra y fortalecer la posición de una marca en el mercado.
Las campañas utilizan distintos medios para influir sobre el público objetivo, pero los materiales de marketing mantienen un mismo mensaje y se ciñen a un periodo de tiempo específico.
Una campaña publicitaria bien planificada y ejecutada tiene numerosos beneficios para la empresa.
Toda campaña de publicidad ha de tener en cuenta los siguientes elementos:
Una campaña de publicidad se desarrolla a través de varias fases bien definidas.
El primer paso sería realizar un análisis del mercado y las tendencias para comprender el entorno competitivo, así como las características del producto o servicio que se va a promocionar.
Además, debemos analizar a los clientes potenciales, segmentándolos según sus características, comportamientos y necesidades, y definiendo diferentes tipos (buyer persona).
Se deben establecer unas metas claras y medibles para la campaña, como aumentar las ventas en un determinado porcentaje, aumentar la exposición de la marca en x puntos, etc. Por otro lado, se determinan las métricas con la que evaluaremos el éxito de la campaña, es decir, los indicadores clave de rendimiento (KPI). En los ejemplos anteriores podría ser la variación en la cifra de facturación de un año con respecto a la del año anterior o el número de seguidores en redes sociales.
Es el momento de definir el mensaje central y la propuesta de valor que se quiere comunicar a la audiencia. Es tan importante definir qué se quiere contar como cómo se quiere contar, es decir, el posicionamiento del producto o servicio en la mente del consumidor en comparación con la competencia.
Una vez definidos todos los puntos anteriores, pasaríamos a crear la idea central que guiará toda la campaña, es decir, el concepto creativo. Este será el mensaje o narrativa que guiará la producción de todos los materiales de la campaña, desde el eslogan hasta el diseño publicitario (anuncios en vídeo o en marquesinas, gráficas en medios, cuñas de radio, etc.).
Según los objetivos, la audiencia y el presupuesto con el que contemos, definiremos el número y el tipo de contenidos o piezas creativas que necesitamos producir para nuestra campaña.
Con todos los contenidos sobre la mesa, seleccionamos los canales en los que se difundirán y establecemos un calendario de medios, es decir, un cronograma detallado para la publicación y distribución de las piezas.
A medida que se van ejecutando todas las acciones planificadas, se monitorizan los resultados para detectar y corregir posibles problemas. El seguimiento en tiempo real permite ajustar y optimizar las estrategias en función de los resultados que se vayan obteniendo.
Una campaña de publicidad es el resultado del trabajo conjunto de profesionales de diferentes áreas: analistas, creativos, redactores publicitarios, diseñadores, jefes de cuentas, productores, gestores de redes sociales, etc. Por eso, las salidas profesionales de marketing y publicidad son muy variadas y ofrecen posibilidades en todos los sectores.
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