Los cambios a nivel mundial que hemos vivido en los últimos años han puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer la relación entre las empresas privadas y las administraciones públicas, estableciendo puntos de encuentro que permitan buscar soluciones a los problemas reales que estamos experimentando como sociedad. En la situación de inestabilidad económica actual, los asuntos públicos pueden ser clave para avanzar, tanto es así que ya existen formaciones de nivel centradas en esta área, como nuestro Máster en Asuntos Públicos y Comunicación.
Los asuntos públicos, por definición, se refieren a la capacidad de las organizaciones para entender, colaborar e incidir en la agenda política, legislativa, regulatoria y social a nivel nacional o incluso internacional. Abordan todos los retos cuya solución demanda la colaboración de la sociedad civil, el Estado y el sector privado.
En manos de las empresas y organizaciones pueden convertirse en un instrumento para construir una reputación sólida e informar con transparencia a la sociedad sobre sus proyectos e intereses. También proporcionan un canal para establecer y mantener relaciones con los Gobiernos, las administraciones públicas y la comunidad local, generalmente con el objetivo de tender puentes e influir en las políticas públicas y las regulaciones que les afectan.
La perspectiva de los asuntos públicos ha cambiado bastante en los últimos tiempos. En el pasado, la mayoría de los directivos consideraba la relación con los gobiernos y reguladores como una formalidad obligatoria, generalmente de carácter negativo, a la que se recurría cuando las decisiones regulatorias tenían un impacto dañino en los negocios.
En cambio, en la actualidad los directivos son más conscientes de la importancia de los asuntos públicos y de la influencia que las decisiones políticas y regulatorias tienen sobre el valor del negocio, por lo que las relaciones con los poderes públicos están experimentando un proceso de profesionalización.
Las empresas están estableciendo relaciones más estables con las administraciones y reguladores, se anticipan a los cambios jurídicos, anticipan los riesgos, detectan nuevas oportunidades y se involucran en los canales de participación legítimos abiertos en los procesos de decisión pública para dejar claras sus posturas sobre las políticas que les afectan directamente.
Ese cambio de paradigma en los asuntos públicos se debe en gran medida a una mayor demanda de transparencia y legitimidad en las decisiones gubernamentales por parte de la sociedad, así como a la búsqueda de la eficacia de las organizaciones, que están incorporando a sus plantillas a profesionales con conocimientos jurídicos y políticos que puedan defender sus intereses en los procesos regulatorios o en las decisiones de los poderes públicos.
Aunque los asuntos públicos se suelen identificar con las actividades de los lobbies, en realidad se trata de una actividad tan legítima como necesaria en las democracias representativas. De hecho, existen muchos ejemplos de asuntos públicos positivos, como cuando el 12 de diciembre de 2015 un total de 195 países firmaron el Acuerdo de París sobre el cambio climático para que Estados y empresas pusieran en marcha un plan de actuación dirigido a limitar el calentamiento del planeta por debajo de 2 °C y alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Ese mismo año, los líderes mundiales acordaron los objetivos de desarrollo sostenible para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo a la que se han ido sumando empresas y organizaciones de todo el mundo, con la implicación de la sociedad civil.
Asimismo, cada año desde 2006 se celebra el Foro de la Gobernanza de Internet donde expertos y académicos de todo el mundo debaten junto a gobiernos, empresas y la sociedad para establecer pautas sobre el mundo virtual que garanticen un uso más seguro, sostenible e igualitario de la red. Todos esos ejemplos de asuntos públicos revelan que esta profesión tiene un gran futuro por delante.
Si te interesa trabajar en este sector, puedes estudiar un Doble Grado en ADE y Marketing para recibir una formación transversal y luego especializarte con nuestro máster en Asuntos Públicos y Comunicación.