
¿Qué es el urbanismo táctico? La clave para experimentar en el diseño de ciudades
23 de diciembre de 2025

En un contexto como el actual, en el que nos replanteamos continuamente cómo deben ser los espacios públicos, el urbanismo táctico no deja de ganar protagonismo. Esta corriente ha despertado el interés de profesionales del diseño urbano que buscan ciudades más humanas y flexibles.
El Máster en Urbanismo online de la Universidad Europea está pensado precisamente para quienes aspiran a desarrollar una visión actual del desarrollo urbano. Tanto este programa como el Máster en Movilidad Urbana en modalidad presencial en Madrid, son una buena base para adentrarse en las estrategias actuales que están moldeando el futuro de las ciudades. A continuación, veremos qué papel desempeña el urbanismo táctico en todo esto.
¿Qué es el urbanismo táctico?
El urbanismo táctico engloba todas aquellas medidas temporales, rápidas y reversibles que se aplican en el espacio público para resolver problemas urbanos concretos. El objetivo es experimentar con ideas nuevas antes de convertirlas en políticas permanentes, y evaluar su impacto real en la vida de las personas sin necesidad de grandes inversiones iniciales.
Se ha extendido especialmente en contextos donde se busca promover una movilidad más segura, aumentar las zonas verdes o fomentar la participación vecinal. Al igual que otros enfoques contemporáneos como el urbanismo sostenible o el urbanismo digital, trabaja para construir ciudades más eficientes, inclusivas y adaptadas a los retos actuales.
Principios del urbanismo táctico
Aunque cada intervención puede tener objetivos distintos, el urbanismo táctico se basa en varios principios comunes:
- Accesibilidad y participación
Este modelo promueve que las personas sean parte activa del diseño urbano. La participación vecinal permite identificar necesidades reales y evaluar si las soluciones aplicadas funcionan en el día a día.
- Bajo coste y rápida implementación
Se suelen utilizar materiales económicos como pintura, mobiliario modular o vegetación portátil. Gracias a ello, las ciudades pueden transformar espacios en cuestión de días, lo que contrasta con los largos procesos de obra del urbanismo tradicional.
- Carácter experimental
Las intervenciones no pretenden ser definitivas. Son prototipos que permiten medir resultados: los flujos de tráfico, el uso del espacio, la percepción ciudadana o la mejora de la seguridad vial, por ejemplo. Si funcionan, se consolidan; si no, se retiran o se rediseñan.
- Escalabilidad
Las buenas prácticas deben poder replicarse en distintos barrios o ampliarse a mayor escala. Esto es esencial para que las administraciones puedan implementar cambios progresivos y medibles.
Ejemplos de urbanismo táctico
En los últimos años, muchas ciudades y smart cities han recurrido a este tipo de medidas. La tendencia se acentuó tras la pandemia, cuando se necesitaban soluciones rápidas para reorganizar el espacio público.
Algunos ejemplos de urbanismo táctico son:
- Peatonalización temporal de calles para agilizar la movilidad o dar más espacio a la actividad comercial.
- Ciclovías provisionales que después se consolidan como carriles bici permanentes.
- Plazas improvisadas mediante pintura y mobiliario urbano para recuperar zonas inutilizadas.
- Zonas escolares seguras, ampliando aceras o cerrando el tráfico en horas de entrada y salida.
- Proyectos piloto de calmado del tráfico, como chicanes o pasos de peatones ensanchados.
Urbanismo táctico vs urbanismo tradicional
Aunque ambos enfoques comparten el objetivo de diseñar ciudades funcionales, existen diferencias importantes entre el urbanismo táctico y el tradicional:
- Tiempo de ejecución: el urbanismo tradicional implica procesos largos de planificación, obra y evaluación, mientras que el táctico es más ágil.
- Flexibilidad: las intervenciones tácticas pueden modificarse rápidamente; las tradicionales, no tanto.
- Participación: el urbanismo táctico fomenta la implicación ciudadana desde el inicio.
- Riesgo económico: al ser reversibles y de bajo coste, las intervenciones tácticas permiten experimentar sin grandes inversiones.
Estas ventajas hacen que este enfoque resulte atractivo para futuros profesionales, como quienes desean convertirse en planificador urbano o explorar salidas de arquitectura más innovadoras.
Ventajas y desafíos del urbanismo táctico
El urbanismo táctico ha demostrado que, por medio de pequeñas acciones, se pueden lograr cambios significativos. Ya hemos visto algunos de sus beneficios, como la mejora de la seguridad y la movilidad, el impulso de la participación ciudadana o la posibilidad de probar políticas antes de invertir grandes recursos.
Sin embargo, también presenta desafíos. Algunas intervenciones generan controversia si no se explican bien o si afectan a la movilidad habitual. Por otro lado, todas las nuevas medidas requieren una evaluación constante para comprobar si realmente mejoran la calidad urbana. Los distintos tipos de arquitectos tienen que entender estos retos para desarrollar una visión completa del diseño urbano contemporáneo.
El urbanismo táctico demuestra que transformar una ciudad no siempre requiere grandes obras: a veces, basta con tener ideas flexibles y voluntad de experimentar. Si quieres dedicarte al sector de la construcción, puedes acceder a los diferentes masters de arquitectura ofrecidos en la Universidad Europea y estudiar el que más se adapte a tu futuro profesional.