
Situaciones de aprendizaje LOMLOE: qué son, cómo se crean y ejemplo práctico
Actualizado el 9 de diciembre de 2025

Las situaciones de aprendizaje se han consolidado como un elemento esencial del nuevo marco curricular que la LOMLOE impulsa desde 2020, cuya visión competencial redefine la planificación de la enseñanza.
Cada vez más docentes buscan organizar propuestas que conecten los contenidos con la vida cotidiana del alumnado, además de que contribuyan a desarrollar las competencias que marca el currículo de manera clara y medible.
Si estás valorando estudiar el Grado en Pedagogía online, conocer cómo funcionan estas propuestas te da una base para comprender cómo se estructura la enseñanza actual, cómo se planifica una experiencia educativa completa y qué elementos tienen en cuenta los centros a la hora de trabajar por competencias.
En esta guía encontrarás una explicación precisa del concepto, un análisis de todos sus elementos y una propuesta práctica de diseño paso a paso.
¿Qué es una situación de aprendizaje según la LOMLOE?
La LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020) establece un marco curricular basado en el desarrollo de competencias y saberes básicos, articulado a través de situaciones de aprendizaje que dan sentido al proceso educativo.
En este contexto, las situaciones de aprendizaje actúan como contenedores estructurados de actividades, diseñados para que el alumnado aplique conocimientos, desarrolle habilidades y muestre evidencias de aprendizaje.
A diferencia de una unidad didáctica tradicional, no se organiza en torno a bloques de contenidos cerrados, sino que se estructura desde un contexto significativo que conecta lo aprendido con el entorno del alumnado. Este determina qué tareas se plantean, cómo se relacionan entre sí y qué producto final dará cierre a la propuesta.
La normativa permite que estas situaciones se adapten a cualquier etapa: desde Primaria hasta Bachillerato. Lo importante es que la propuesta mantenga coherencia entre: las competencias específicas seleccionadas, los criterios de evaluación asociados, los saberes básicos necesarios para avanzar, la secuencia de tareas y los instrumentos de evaluación que verifican el progreso.
Este modelo no busca acumular actividades, sino organizar una experiencia en la que el alumnado comprenda por qué trabaja cada paso y qué resultado se espera de él.
Elementos que debe incluir una situación de aprendizaje
Algunas administraciones educativas han publicado guías orientativas propias (por ejemplo, Andalucía 2023 y Comunidad Valenciana 2024) con modelos estructurados, pero el esquema general se mantiene. Para ayudarte, explicamos los elementos de manera sencilla y sin tecnicismos innecesarios:
1. Contexto o situación de partida
El punto de partida debe relacionarse con la realidad del alumnado. Puede surgir de situaciones observadas en el centro, acontecimientos locales, necesidades detectadas en el grupo, intereses del alumnado o fenómenos sociales cercanos, entre otros.
Un buen contexto cumple tres condiciones:
- El alumnado lo reconoce como algo cercano.
- Es lo bastante amplio como para generar tareas variadas.
- Conduce a un producto final comprensible.
Ejemplo: revisar el consumo de agua del centro no es solo un tema medioambiental. Permite trabajar mediciones, textos informativos, gráficos sencillos, carteles, habilidades sociales y una presentación oral.
2. Competencias específicas
Las competencias específicas aparecen en los decretos de currículo de cada área. No se trata de listarlas sin más, sino de relacionarlas con lo que se va a trabajar.
Para elegirlas bien, conviene revisar la tabla del currículo y pensar:
- ¿Qué capacidad concreta deseo que demuestre el alumnado?
- ¿Qué evidencias necesitaré para saber si lo ha conseguido?
- ¿Qué tareas me ayudarán a comprobarlo?
Esta selección condicionará todo lo demás.
3. Criterios de evaluación
Son el eje regulador de la propuesta. Marcan qué se debe observar y qué se tendrá en cuenta para valorar el aprendizaje.
Se recomienda elegir solo los criterios indispensables, ya que simplifica la evaluación, clarifica qué se espera del alumnado y da coherencia a la secuencia de tareas.
Cada criterio debe conectarse con una actividad o un momento de la secuencia.
4. Saberes básicos
Los saberes básicos recogen conocimientos y procedimientos imprescindibles para avanzar. La clave está en seleccionar pocos y que sean realmente necesarios.
No es adecuado añadir listados extensos, ya que esto desvirtúa el sentido de la propuesta. La LOMLOE insiste en que los saberes deben servir para progresar dentro del contexto planteado.
5. Actividades estructuradas en secuencia
Este es el núcleo visible de la situación de aprendizaje. Una secuencia bien diseñada suele incluir:
- Actividades de exploración: permiten comprender el contexto inicial.
- Actividades de desarrollo: ayudan a trabajar los saberes básicos.
- Actividades de síntesis: conducen al producto final.
- Actividades de reflexión: ayudan a identificar lo aprendido.
Una buena secuencia no acumula tareas aisladas, sino que mantiene coherencia entre los pasos y avanza con sentido hacia un producto final.
H3: 6. Instrumentos de evaluación
Algunos de los instrumentos de evaluación más habituales son: rúbricas, listas de cotejo, escalas descriptivas, diarios de aprendizaje y presentaciones orales con indicadores claros.
La selección debe facilitar la recogida de evidencias y estar alineada con los criterios de evaluación.
Ventajas de las situaciones de aprendizaje
Antes de empezar a diseñarlas, conviene tener claras las aportaciones que ofrecen dentro del marco de la LOMLOE. Estas son las principales ventajas de trabajar con situaciones de aprendizaje:
- Conexión entre competencias, contenidos y contexto real: permiten que el alumnado aprenda aplicando lo que sabe a situaciones próximas y significativas.
- Mayor claridad en la planificación docente: ayudan a estructurar objetivos, actividades y evaluación de forma coherente y transparente.
- Facilitan el trabajo interdisciplinar: integran saberes básicos de distintas áreas a través de una propuesta unificada.
- Mayor participación del alumnado: favorecen metodologías activas, fomentan la implicación y mejoran la motivación.
- Evaluación más completa y alineada con la normativa: permiten evaluar competencias y criterios de evaluación dentro de un mismo marco práctico.
- Flexibilidad para adaptarse al grupo: se ajustan con facilidad a los intereses, ritmos y necesidades del alumnado.
- Impulso de la competencia digital y la ciudadanía activa: favorecen el uso responsable de la tecnología y la participación, en línea con el Marco de Competencia Digital Docente 2.0 (INTEF 2023).
Cómo crear una situación de aprendizaje: paso a paso
A través de esta situación de aprendizaje, titulada “Cuidamos el agua en el centro”, veremos de forma práctica cómo aplicar cada paso del proceso de diseño y cómo integrar competencias, actividades y evaluación en una propuesta sencilla y viable en el aula.
Paso 1: Seleccionar un contexto con sentido real
Explicación del paso: el punto de partida debe relacionarse con algo que el alumnado identifique como real y cercano. Debe despertar interés, ser comprensible y permitir actividades variadas.
Aplicación al ejemplo: durante un claustro, el equipo directivo detecta que la factura del agua ha aumentado en los últimos meses. El profesorado comenta que los lavabos del centro se usan mucho durante los recreos y que algunos alumnos dejan los grifos abiertos.
Contexto final:
“Queremos saber cuánta agua consume nuestro colegio, por qué se está usando más y qué ideas podemos proponer para reducir ese gasto.” Este contexto conecta con la vida diaria del alumnado y da pie a actividades de observación, registro, textos informativos y creación de materiales de sensibilización.
Paso 2: Revisar el currículo y seleccionar competencias
Explicación del paso: es importante elegir solo las competencias que tengan relación directa con el producto final. De esta forma, el diseño es claro y manejable.
Aplicación al ejemplo: tras revisar el currículo de Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Matemáticas en Primaria, el profesorado selecciona:
- Competencia en comunicación lingüística.
- Competencia matemática (trabajo con datos reales).
- Competencia personal-social (participación en una campaña de centro).
Por qué estas: el alumnado debe leer datos, interpretar cantidades, crear mensajes, redactar textos y participar en la vida del centro mediante una campaña de sensibilización.
Paso 3: Elegir criterios de evaluación vinculados
Explicación del paso: los criterios deben estar bien conectados con las tareas. No se trata de elegir muchos, sino los justos para evaluar el proceso real.
Aplicación al ejemplo: se seleccionan criterios como:
- Extraer información relevante a partir de datos sencillos sobre consumo de agua.
- Organizar ideas propias y redactar textos informativos breves.
- Participar de manera responsable en propuestas del centro relacionadas con el cuidado del entorno.
Cada criterio se relaciona después con una actividad o un instrumento específico.
Paso 4: Seleccionar los saberes básicos necesarios
Explicación del paso: los saberes básicos deben ser útiles para avanzar en las tareas. Se eligen pocos, y solo los imprescindibles.
Aplicación al ejemplo:
- Lectura comprensible de textos descriptivos básicos.
- Uso de unidades de medida de capacidad.
- Organización de datos en tablas sencillas.
- Elaboración de mensajes escritos cortos para carteles.
- Conocimiento de hábitos vinculados al uso responsable del agua.
No se incluye nada superfluo: todo está conectado con el producto final.
Paso 5: Diseñar la secuencia de tareas
Explicación del paso: la secuencia es el corazón de la situación de aprendizaje. Debe avanzar desde el conocimiento inicial hacia un producto final comprensible y útil.
Aplicación al ejemplo “Cuidamos el agua en el centro”:
Fase 1: Exploración
- Charla inicial en clase: ¿En qué momentos usamos más agua en el colegio?
- Visita guiada por el centro: revisión de baños, fuentes y patios.
- Visionado de un vídeo informativo breve sobre el uso del agua en espacios públicos.
Objetivo: que el alumnado entienda el contexto.
Fase 2: Recogida de datos
- Registro diario del consumo durante una semana con un medidor simple o con datos del mantenimiento.
- Anotación en tablas sencillas elaboradas en clase.
- Comparación entre días y observación de patrones.
Objetivo: trabajar matemática básica con datos reales.
Fase 3: Análisis y redacción
- Interpretación de los datos: ¿por qué gastamos más agua ciertos días?
- Redacción de textos informativos cortos explicando lo observado.
- Preparación de mensajes breves y claros para concienciar al resto del centro.
Objetivo: trabajar comunicación escrita útil y con intención clara.
Fase 4: Creación del producto final
- Diseño de carteles para pasillos, lavabos y patios.
- Creación de un pequeño informe con gráficos sencillos que incluya tablas y explicaciones.
- Ensayo de una exposición oral para el equipo directivo.
Objetivo: producir materiales que tengan un impacto real en el centro.
Fase 5: Presentación y reflexión
- Exposición oral al equipo directivo o a otras clases.
- Colocación de los carteles en las zonas seleccionadas.
- Reflexión final individual: ¿qué he aprendido sobre el agua? ¿qué puedo cambiar en mi día a día?
Objetivo: cerrar el proceso y consolidar los aprendizajes.
Paso 6: Preparar los instrumentos de evaluación
Explicación del paso: los instrumentos deben recoger evidencias claras y directas.
Aplicación al ejemplo:
- Rúbrica para valorar la presentación oral.
- Lista de cotejo para comprobar que los carteles cumplen criterios como: texto breve, mensaje claro, imagen adecuada.
- Diario simple de aprendizaje, con tres preguntas clave:
- ¿Qué he entendido hoy?
- ¿Qué ha sido lo más útil?
- ¿Qué puedo mejorar?
Paso 7: Ajuste de tiempos y recursos
Explicación del paso: el diseño debe ser viable. Se revisa la duración prevista y se comprueba que los materiales estén disponibles.
Aplicación al ejemplo:
Duración estimada: 8 a 10 sesiones.
Materiales necesarios:
- Medidor de agua o datos del conserje
- Plantillas de tablas
- Cartulinas y rotuladores
- Ordenador y proyector
- Impresora del centro para los carteles.
Con esto, la situación es viable y se puede replicar cualquier trimestre del curso.
Resultado final del ejemplo
La situación “Cuidamos el agua en el centro” queda totalmente alineada con el modelo pedagógico de la LOMLOE: tiene un contexto cercano, un producto final con impacto real, una secuencia coherente, criterios seleccionados con lógica y tareas que permiten observar evidencias claras.
Preguntas frecuentes sobre las situaciones de aprendizaje
- ¿En qué se diferencia una situación de aprendizaje de una unidad didáctica?
Una unidad didáctica se organiza en torno a contenidos, mientras que una situación de aprendizaje parte de un contexto realista y un producto final. En ella, competencias, criterios, saberes y tareas se articulan alrededor de ese reto.
- ¿Cuántas sesiones debería durar una situación de aprendizaje?
Suele oscilar entre 6 y 12 sesiones en Primaria y entre 8 y 15 en Secundaria. Lo importante es que haya tiempo para explorar el contexto, trabajar los saberes, crear el producto final y reflexionar.
- ¿Es obligatorio trabajar siempre con situaciones de aprendizaje?
La LOMLOE impulsa un enfoque competencial donde las situaciones de aprendizaje son centrales, pero los centros combinan diferentes formatos. Lo esencial es que, a lo largo del curso, el trabajo responda a competencias y criterios de evaluación.
- ¿Se pueden reutilizar y adaptar situaciones de aprendizaje de un curso a otro?
Sí. Es habitual reutilizarlas ajustando contexto, dificultad de las tareas y criterios de evaluación. Cada grupo es distinto, por lo que conviene revisar y adaptar la propuesta antes de aplicarla de nuevo.
- ¿Cómo integrar la competencia digital en una situación de aprendizaje?
Puede integrarse en la búsqueda de información, el tratamiento de datos o la creación de productos digitales. Es clave acompañar estas actividades con pautas de uso responsable y seguro de la tecnología.
- ¿Se pueden diseñar situaciones de aprendizaje interdisciplinarias?
Sí. Permiten trabajar competencias de varias áreas dentro de un mismo contexto. Para ello, el profesorado coordina competencias específicas, criterios y tareas de las materias implicadas.
En conclusión, las situaciones de aprendizaje forman parte del día a día docente desde la llegada de la LOMLOE. Su estructura ayuda a organizar tareas con sentido para el alumnado y favorece que desarrolle las competencias que marca el currículo.
En resumen:
- Qué es: propuesta que organiza actividades con un contexto realista.
- Elementos: contexto, competencias, criterios, saberes, tareas y evaluación.
- Ventajas principales: conectan competencias con el contexto real, facilitan la planificación, favorecen la participación y apoyan una evaluación coherente con la LOMLOE.
- Pasos: elegir contexto, seleccionar competencias, diseñar tareas y definir instrumentos de evaluación.
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Artículo publicado el 19 de diciembre de 2023