2219

¿Qué estás buscando?

Ej: Grado en medicina, admisiones, becas...

Admisiones:
Valencia: +34 961043883
Alicante: +34 965051793
Málaga: +34 951102240
Canarias: +34 922097091
Escuela Universitaria Real Madrid: +34 911128850
Estudiantes:
Valencia: +34 961043880
Alicante: +34 961043880
Málaga: +34 951102255
Canarias: +34 922985006
Whatsapp
Medicina y Salud
Actualizado el 7 de Marzo de 2022

Síndrome del túnel tarsiano, ¿patología rara o subestimada?

sindrome-tunel-tarsiano

El síndrome del túnel tarsiano, o síndrome del túnel tarsiano posterior, es una patología del pie derivada de la compresión del nervio tibial posterior o de sus ramas: el nervio plantar medial o el nervio plantar lateral. Fue descrito la primera vez por Kopell y Thompson en 1960.  Este síndrome es relativamente poco frecuente, aunque la literatura no contiene una estimación precisa de su prevalencia.

¿Qué es el túnel tarsiano? Es un canal osteofibroso que está en la zona interna del tobillo, el techo de este túnel está compuesto por el retináculo flexor (o ligamento lacinado) que se extiende del maléolo interno hacia el calcáneo y estabiliza los tendones flexores. Este canal pasa también debajo del músculo abductor del dedo. Entre esas estructuras y el calcáneo pasan el nervio tibial posterior y sus dos ramas. El síndrome de este túnel aparece con la compresión de uno de esos nervios dentro del desfiladero osteofibroso inextensible.

sindrome-tunel-tarsiano-2

Existe también el síndrome del túnel tarsiano anterior que es una neuropatía extraña por atrapamiento del nervio peroneo profundo debajo del retináculo extensor en la parte superior del tobillo.

El síndrome del túnel tarsiano posterior puede tener distintas causas debido a diferentes procesos:

  • Traumáticos: después de un esguince, de una fractura del maléolo interno, del calcáneo, del talo. Todos esos traumatismos suelen provocar espesamiento del ligamento anular.
  • Hipersolicitación : algunos movimientos repetitivos al nivel del tobillo en vida diaria y deportes (carreras, saltos, …) pueden provocar edema local y compresión del nervio.
  • Problemas de pie : el pie plano-valgo que puede producir alteraciones biomecánicas : estiramiento de las estructuras internas (retináculo flexor, abductor del pulgar)
  • Inflamatorios : tenosinovitis del tibial posterior o de los flexores
  • Problemas tendón y venas : quiste sobre un tendón o varices en las venas al lado de los nervios pueden dar presión en nervios
  • Enfermedades sistémicas : diabetes, artritis reumatoide, artritis seronegativas, hipertiroidismo e hiperlipidemias (10% de los casos)
  • Idiopatía : en 25% no encontramos causas

Al examen clínico, el paciente refiere dolor en la cara interna del tobillo, del pie y de la planta con sensaciones de quemazón, hormigueos, parestesias y calambres nocturnos. Refiere también dolores mecánicos producidos por la marcha prolongada, al subir las escaleras,... Puede irradiar también hasta la rodilla.

El signo de Tinel positivo, que consiste en golpear repetidamente en la zona donde pasa el nervio, provoca los síntomas y eso da más probabilidad que el paciente tiene este síndrome. No obstante, una prueba de Tinel negativa no descarta la patología.

Sin embargo, esos signos y síntomas pueden observarse también en varios síndromes y enfermedades incluyendo:

  • Radiculopatía lumbosacra
  • Síndrome regional doloroso complejo (SRDC)
  • Fascitis plantar
  • Tenosinovitis del tibial posterior o del flexor largo de los dedos
  • Neuroma de Morton
  • Neuropatía diabéticas
  • Artritis de los miembros inferiores

A menudo, el síndrome del túnel tarsiano puede coexistir con otro síndrome o enfermedad como la radiculopatía lumbosacra, puede ser la consecuencia de una enfermedad como una insuficiencia venosa que tiene por consecuencia la compresión intrínseca del nervio tibial posterior o puede ser la complicación de una cirugía del pie.

Entonces, antes de tratar es necesario que el síndrome sea muy bien demostrado, la causa conocida y es necesario saber si el síndrome coexiste con otra patología para tener las precauciones necesarias.

El tratamiento del síndrome depende de su causa. Entonces, el tratamiento de la causa (por ejemplos el tratamiento de la enfermedad sistémica, la corrección de la posición del pie o del arco plantar con ortesis, plantillas o zapatos ortopédicas) y del síndrome se hacen juntos. Para los signos y síntomas, un tratamiento con anti-inflamatorio, analgésico, antipsicóticos y/o anticonvulsivos pueden ser prescritos. La infiltración de corticoides solubles, 2 o 3 inyecciones, está también muy común.

La cirugía está utilizada, como último recurso, por esos casos:

  • La compresión del nervio con tumores (ablación del tumor)
  • Después del fracaso de las infiltraciones (descompresión del nervio con la apertura total  del retináculo).

Sin embargo, algunas formas etiológicas (estrés post-traumático, y enfermedades inflamatorias sistémicas) responden ligeramente a la curación quirúrgica.

El fisioterapeuta interviene antes de la cirugía para aliviar el dolor y durante la rehabilitación después la curación quirúrgica con diferentes medidas (terapia manual, electroterapia, ejercicio activo).

El síndrome del túnel tarsiano es una patología subestimada. En efecto, la historia clínica puede inducir a engaño. Es necesario pensar en él para buscar los signos y síntomas y establecer un diagnóstico. La presencia de los trastornos sensoriales en las zonas bajas del tobillo y del pie, y el signo Tinel positivo son las mejores pruebas para el examen clínico. En caso de duda, una electromiografía puede ser utilizada para confirmar si hay un tronco que sufre y cual es. Esta técnica de registro gráfico de la actividad eléctrica tiene una sensibilidad que se acerca del 80% por esta patología y entonces tiene una contribución significativa por el diagnóstico del síndrome del túnel tarsiano.

Bibliografía

  1. Posterior Tarsal Tunnel Syndrome: Diagnosis and Treatment. Antoniadis G, Scheglmann K. P.Deutsches Ärzteblatt International. 2008. 105(45):776-781.
  2. Anterior tarsal tunnel syndrome: a misunderstood and a misleading entrapment neuropathy. Logullo, F., Ganino, C., Lupidi, F. et al. Neurol Sci 2014. 35: 773.
  3. Tarsal tunnel syndrome after total ankle replacement—a report of 3 cases. Andri PRIMADI, Byung-Soo KIM, and Keun-Bae LEE. Acta Orthopaedica 2016. 87 (2): 205–206.
  4. Bilateral tarsal tunnel syndrome related to intense cycling activity: proposal of a multimodal diagnostic approach. Ilaria Paolasso, Giuseppe Granata, Carmen Erra, Daniele Coraci, Luca Padua. Neurol Sci. 2015. 36:1921–1923.
  5. Posterior tibial vein aneurysm presenting as tarsal tunnel syndrome. Micheal Ayad, Anumeha Whisenhunt, EnYaw Hong, Josh Heller, Dawn Salvatore, Babak Abai and Paul J DiMuzio. Vascular2015, Vol. 23(3) 322–326
  6. Tarsal tunnel syndrome masked by painful diabetic polyneuropathy. Ormeci, T, Mahirogulları, M, & Aysal, F. International Journal of Surgery Case Reports. 2015. 15: 103-106.
  7. The prevalence of tarsal tunnel syndrome in patients with lumbosacral radiculopathy. Zheng, C., Zhu, Y., Jiang, J. et al. Eur Spine J. 2016. 25: 895.
  8. Síndrome del túnel del tarso: secundario a insuficiencia venosa. Reporte de un caso. Orozco-Villaseñor S, Martin-Oliva X, Elgueta-Grillo J, Vázquez-Escamilla J, Parra-Téllez P, López-Gavito E. Acta Ortopédica Mexicana 2015; 29(3): 186-190.
  9. Tarsal tunnel syndrome caused by talar exostosis in an athlete. Nabil Elkoumiti, Hicham El Hyaoui, Mouad Hamdi, Mohamed Rahmi, Abdelhak Garch. Rev Mar Rhum 2015; 32: 47-9

Laetitia Minart

Livie Lienafa

Alumnos ANIDO. Grupo de Investigación en Dolor Musculoesqueletico y Control Motor UE

tmouniversidadeuropea@gmail.com


Artículo publicado el 7 de Junio de 2019