La presencia cada vez mayor de robots impulsados por la inteligencia artificial (IA) se hace palpable en una variedad de sectores, asumiendo tareas complejas y transformando la forma en que las empresas llevan a cabo sus operaciones.
En la actualidad, la IA aplicada a la robótica móvil ha trascendido la fase experimental, alcanzando un nivel de madurez significativo. Este avance sugiere que esta tecnología experimentará un crecimiento notable en los próximos años.
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Mientras que la IA se refiere a la transferencia de inteligencia humana a máquinas a través de técnicas como el Machine Learning o el Deep Learning, la robótica se centra en el diseño y construcción de robots programados para ejecutar tareas de manera automática.
Si el objetivo de la inteligencia artificial es replicar el proceso de pensamiento humano mediante programas informáticos, su implementación en la robótica se traduce en la exploración de métodos óptimos para que estos dispositivos desarrollen la capacidad de tomar decisiones fundamentadas en la información que recopilan de su entorno.
Hoy en día, y gracias a las distintas aplicaciones de la IA, los robots pueden ser inteligentes y aprender de manera autónoma o, simplemente, ejecutar tareas mecánicas y preprogramadas.
La aplicación de robótica con inteligencia artificial en las empresas ofrece múltiples ventajas que pueden marcar la diferencia en un mercado tan competitivo como el actual. Algunos de sus beneficios incluyen:
El desarrollo de la inteligencia artificial para robots implica la programación de algoritmos, software y componentes de hardware que les otorgan la capacidad de comprender y relacionarse con su entorno.
Un sistema eficiente de programación de inteligencia artificial tiene la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real y tomar decisiones ágilmente, permitiendo que los robots reaccionen al instante a todo lo que les rodea.
Cuando un robot incorpora algoritmos de inteligencia artificial, ya no necesita instrucciones directas para tomar decisiones; pudiendo operar de manera autónoma tras completar una fase de aprendizaje o ensayo y error. Este proceso, conocido como Machine Learning o aprendizaje automático, capacita al robot para adquirir conocimiento, resolver problemas, comprender, razonar y reaccionar de manera eficiente
Los robots con inteligencia artificial han adquirido un papel prominente en la tecnología contemporánea. Estos son algunos ejemplos destacados:
Al comenzar el nuevo milenio, Honda presentó Asimo, un robot humanoide enfocado en la movilidad autónoma. Desde su lanzamiento ha experimentado varias actualizaciones. La versión más reciente, lanzada en 2011, incorporó capacidades de reconocimiento del entorno y comportamiento autónomo gracias a la inteligencia artificial.
Sophia, una creación de Hanson Robotics con sede en Hong Kong, se ha destacado a nivel mundial como el primer robot en obtener una nacionalidad, la saudita. Este inteligente androide puede mantener contacto visual, reconocer caras y entender el lenguaje humano gracias a la inteligencia artificial basada en la nube Mindcloud de Hanson Robotics.
En los últimos años, Boston Dynamics, adquirida por Google en 2013, ha impresionado a nivel mundial con sus robots. Entre los más conocidos se encuentra el humanoide Atlas y el cuadrúpedo Spot Mini, reconocidos por sus movimientos naturales y durabilidad, lo que ha generado discusiones sobre la empatía hacia las máquinas con IA.
Los robots industriales, conocidos por sus grandes brazos capaces de manejar cargas pesadas como el acero, tienen limitaciones debido a su tamaño y al riesgo que implican para los humanos. Por esto, empresas como Universal Robots han creado “cobots” o robots colaborativos. Estos son más pequeños y versátiles que aportan flexibilidad a las líneas de producción y reducen los riesgos laborales.
La fusión de robótica e inteligencia artificial se manifiesta en Ballie, el asistente inteligente de Samsung. Este innovador dispositivo combina movilidad autónoma con funciones de control diseñadas para hogares inteligentes. Ballie tiene la capacidad de reconocer a su propietario, así como sus rutinas y preferencias, lo que le permite automatizar diversas tareas domésticas, como encender la televisión o supervisar la seguridad del hogar.
La programación de robots con IA es un campo tecnológico en constante desarrollo, lo que hace muy probable que en los próximos años surjan nuevas oportunidades y aplicaciones en la industria. Si no quieres quedarte atrás, la Universidad Europea cuenta con una gran variedad de masters de Ingeniería donde poder elegir el que más se adapte a los estudios que se deseen cursar.