El Fair Play Financiero fue impulsado por el expresidente de la UEFA Michel Platini y la UEFA constituyó este sistema en 2009, pero no fue hasta el comienzo de la temporada de fútbol 2011 - 2012 cuando entró en vigor. Desde entonces ha cambiado por completo el comportamiento de la industria del fútbol.
En los últimos años, este sector ha experimentado un déficit por las elevadas pérdidas que tienen los clubes a causa de su falta de viabilidad financiera. Sin embargo, en la actualidad, la industria deportiva genera 414.000 puestos de trabajo, un 30 % más que la media del resto de sectores del país.
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El Fair Play Financiero es una regulación que tiene como objetivo que ningún equipo de fútbol gaste más de lo que recibe. Su función es la de regular, vigilar y mejorar la capacidad económica y financiera de los clubes de fútbol.
Básicamente, su tarea es la de tomar los ingresos totales de cada entidad y restar los costes y la deuda. La cifra restante es la cantidad que un club puede destinar a los salarios.
¿Por qué es importante Fair Play Financiero?
En la UEFA se aplica el Fair Play Financiero a aquellos clubes que participan en la Champions, la Europa League y la Conference League. De esta forma, cada una de las instituciones tiene que demostrar que no tiene ningún tipo de deuda con sus colaboradores. Con esta medida, se pretende conseguir lo siguiente:
El Fair Play Financiero (FPF) intenta, por lo tanto, acabar con los desequilibrios económicos de los clubes y mejorar su salud financiera.
Si no se cumple, los clubes pueden recibir sanciones en forma de multas económicas, en función de las tipologías de las infracciones: leves, graves o muy graves. Además, se pueden llegar a aplicar medidas más importantes como el descenso del club, descalificaciones de la competición en curso, exclusión de futuras competiciones o la prohibición de poder hacer contrataciones, entre otros.
En España, además de la UEFA, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha establecido una normativa propia respecto la regulación del gasto para evitar la insolvencia de los clubes, y así intentar que un club gaste en función de lo que ingresa. Esta normativa también aboga por que las infracciones monetarias se sancionen económicamente, y las de carácter jurídico o deportivo tengan, también, corrección jurídica. Así pues, vemos que tiende a ser más estricta que la propia UEFA.
Para este 2023 se ha implementado un nuevo sistema que sustituye el anterior, donde se contemplan requisitos más definidos y sanciones más estrictas. Antes, la premisa había sido “no gastar más de lo que se ingresa”, pero después de la polémica del PSG y el Manchester City y la desigualdad económica que se ha planteado con el resto de clubes, el objetivo actual de Fair Play es el de vigilar y asegurarse de que no haya irregularidades en los ingresos de un club.
Los clubes deben cumplir estrictas reglas de control económico-financiero, primero las determinadas por la UEFA (desde 2010) y, luego, en el ámbito nacional, aquellas establecidas por la Liga de Fútbol Profesional (desde 2014) para así evitar situaciones de desequilibrio patrimonial y endeudamiento excesivo.
Para hacer cumplir el Fair Play Financiero, se creó el Organismo de Control Financiero del Club (CFCB), que tiene como objetivo gestionar las advertencias, multas y prohibiciones. Por este motivo, los clubes necesitan contar con profesionales capacitados para la gestión de sus entidades.
En conclusión, el Fair Play financiero trata de paliar los desajuses económicos derivados de los diferentes clubes y mejorar la salud financiera a través de sus acciones.