
Cuando una mascota deja de caminar con normalidad, sufre convulsiones o muestra comportamientos extraños sin causa aparente, la preocupación es inevitable. En muchos casos, estas señales pueden estar relacionadas con alteraciones del sistema nervioso central o periférico. Aquí es donde entra en juego una especialidad aún poco conocida por muchos dueños de animales: la neurología veterinaria. Esta rama de la medicina animal se ha convertido en una herramienta fundamental para diagnosticar y tratar trastornos neurológicos que pueden comprometer seriamente la calidad de vida de nuestras mascotas.
Si te interesa entender cómo funciona el cerebro y el sistema nervioso de los animales, estudiar el Grado en Veterinaria presencial en Madrid de la Universidad Europea te ofrece una formación integral, práctica y orientada a las últimas innovaciones en el ámbito clínico y animal.
La neurología veterinaria es la especialidad que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan al sistema nervioso de los animales. Esto incluye el cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos y los músculos.
Al igual que en la medicina humana, la neurología veterinaria exige conocimientos profundos y tecnología avanzada para evaluar cada caso con precisión. Se trata de una disciplina compleja y en constante evolución, que permite dar respuesta a problemas que, hasta hace poco, eran difíciles de tratar en animales de compañía.
La neurología veterinaria aborda cualquier alteración relacionada con el funcionamiento del sistema nervioso en animales. Su objetivo no es solo tratar enfermedades ya diagnosticadas, sino también detectar signos clínicos tempranos que puedan indicar que existe un problema neurológico de fondo, desde trastornos del movimiento hasta alteraciones sensoriales o conductuales.
El trabajo del neurólogo veterinario comienza con una evaluación neurológica detallada, en la que se analizan reflejos, coordinación, postura y respuesta a estímulos. A partir de ahí, se decide si es necesario realizar pruebas complementarias como resonancias magnéticas, tomografías o estudios de laboratorio. El objetivo de todo esto es diseñar tratamientos personalizados que mejoren la calidad de vida de la mascota y ofrezcan un pronóstico más claro a su familia.
En los animales de compañía, las enfermedades neurológicas pueden manifestarse de formas muy variadas, lo que dificulta muchas veces su detección temprana. Algunas condiciones, como la epilepsia, tienen un componente genético y se manifiestan desde etapas tempranas, mientras que otras pueden desarrollarse con la edad o tras una lesión.
Algunas de las patologías neurológicas más frecuentes en animales de compañía son:
En animales exóticos o poco convencionales, estas enfermedades pueden ser más difíciles de diagnosticar debido a la menor disponibilidad de estudios y literatura clínica, pero el enfoque neurológico sigue siendo esencial para mejorar su calidad de vida.
Reconocer los signos neurológicos en una mascota es clave para acudir al veterinario a tiempo. Algunos de los síntomas más frecuentes incluyen:
Ante cualquiera de estos signos, es fundamental conocer los diferentes tipos de veterinarios para buscar atención especializada cuanto antes. La detección precoz puede marcar una gran diferencia en el pronóstico.
Para realizar un diagnóstico preciso, el veterinario especialista recurre a pruebas avanzadas que permiten observar en detalle la estructura del sistema nervioso.
La tomografía computarizada (TC) es una técnica de imagen que utiliza rayos X para crear representaciones detalladas en tres dimensiones del interior del cuerpo del animal. Es especialmente útil para visualizar lesiones óseas, fracturas craneales, tumores, malformaciones vertebrales o hernias discales. Además, permite realizar estudios rápidos y mínimamente invasivos, lo que es ideal en situaciones de emergencia o cuando el animal no puede permanecer mucho tiempo bajo anestesia.
La resonancia magnética (RMN) es la técnica más avanzada para observar el sistema nervioso en detalle, especialmente el cerebro y la médula espinal. A diferencia de la tomografía, no utiliza radiación, sino campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes de alta resolución. Sirve para detectar lesiones en tejidos blandos, como inflamaciones, infartos, tumores o malformaciones congénitas. También permite visualizar estructuras internas que otras técnicas no revelan con la misma precisión.
Ambas herramientas son fundamentales en el trabajo diario del neurólogo veterinario, y forman parte de la formación avanzada que se ofrece en programas como el Curso en Cirugía Veterinaria que ofrece la Universidad Europea.
La neurología veterinaria es una especialidad en auge que juega un papel vital en el bienestar de nuestras mascotas. Si te interesa este campo y quieres acceder a alguna de las diferentes salidas profesionales de veterinaria, en la Universidad Europea encontrarás una gran variedad de grados y carreras universitarias donde escoger la que más te interese.