En un mundo tan globalizado como el actual, cada vez son más las empresas en las que se reúnen trabajadores de distintas culturas o estratos sociales, con diferentes edades, formas de ser e, incluso, capacidades. La diversidad empresarial supone una gran ventaja para las organizaciones que consiguen implementarla, dando cabida a una gran variedad de talentos bajo un mismo paraguas.
Está demostrado que los empleados trabajan mejor cuando se sienten escuchados y valorados, convirtiéndose en un valor estratégico para el correcto funcionamiento de la organización. Por ello, la persona que vela por la inclusión en los entornos laborales debe poseer, entre otras cualidades, un liderazgo inclusivo.
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El liderazgo inclusivo es aquella característica que poseen las personas que son capaces de adquirir compromisos visibles como diversidad, equidad e inclusión.
En un entorno de trabajo, esto se traduce en líderes que tienen la capacidad de incluir a personas heterogéneas en la dinámica de un equipo, poniendo especial énfasis y valor en respetar y aceptar su singularidad, sus opiniones y sus ideas.
Si un líder presenta todas estas características será capaz de crear una estructura colaborativa lo suficientemente flexible y competitiva como para que resulte eficiente, consiguiendo así que cada trabajador bajo su mando se sienta único y, al mismo tiempo, parte de un equipo con un propósito o misión común al que pueda aportar un valor especial.
Toda persona que cuente con las habilidades y competencias necesarias para convertirse en un líder inclusivo es considerada por sus trabajadores como un buen manager. En general, son personas comprometidas con la compañía y con sus clientes, visionarias y abiertas a la innovación. Las principales características de un líder inclusivo pueden resumirse en:
La implementación del liderazgo inclusivo garantiza que todas las voces de los trabajadores, independientemente de sus particularidades, sean escuchadas, aplicadas y protegidas en el lugar de trabajo. El trabajador tiene que sentir que es parte de estos espacios, que su trabajo puede sumar y al mismo tiempo, recibir apoyo y feedback para seguir desarrollándolo de la manera adecuada.
Invertir en la creación de un espacio de trabajo inclusivo y diverso permite que los empleados se sientan más apoyados y conectados en los entornos laborales, con ganas de hacer mejor su trabajo y conseguir aumentar la productividad para, así, mejorar los resultados de la empresa.
Algunas de las compañías que han implementado de forma satisfactoria estos ambientes laborales seguros mencionan los siguientes consejos para promover el liderazgo inclusivo en las empresas:
El valor final de la implementación del liderazgo inclusivo en los entornos laborales es que todos los empleados puedan sentirse seguros, respetados y escuchados en su trabajo, metas que se desarrollan en más profundidad en nuestro Experto en Recursos Humanos online.
Una vez se logre cultivar un espacio que acoja todas las opiniones y permita a los trabajadores mostrarse tal cual son, sin resultar víctimas de abusos o exclusiones, los empleados desarrollarán mejor su trabajo y, en consecuencia, las empresas serán capaces de aumentar sus ingresos y beneficios.
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