En una sociedad marcada por la digitalización, donde cada vez más procesos se ejecutan online, la gestión pública no puede seguir anclada en modelos analógicos de hace décadas.
La tecnología ha demostrado ser un gran impulsor de la eficiencia en el entorno empresarial, y la Administración puede disfrutar de las mismas ventajas si apuesta el gobierno digital. Programas como el Máster en Gestión Pública de la Universidad Europea ya estudian el impacto de la tecnología y las nuevas herramientas digitales en el ámbito de las políticas públicas, con vistas a preparar a sus estudiantes para trabajar en entornos online.
Pero ¿en qué consiste exactamente el gobierno digital? En esta entrada explicaremos las características de este nuevo modelo de gestión pública, con el que debes familiarizarte si quieres ocupar puestos públicos de responsabilidad.
En esencia, el gobierno digital consiste en emplear herramientas digitales para agilizar y optimizar las tareas y procesos relacionados con los servicios públicos. Mediante la digitalización también se aumenta la transparencia y se facilita la accesibilidad de todos los ciudadanos, por lo que las ventajas son múltiples.
Algunas instituciones, como el Banco Mundial, han querido dar una definición oficial de gobierno digital. Desde esta entidad apuntan a que los Gobiernos deben adoptar las nuevas tecnologías de manera transformadora y hacer cambios específicos en su misión para mejorar la prestación de servicios y el bienestar de los ciudadanos.
En general, el gobierno digital contribuye a que las relaciones entre un Gobierno y los ciudadanos de un país sean más sólidas. Además, mediante la transformación digital, la Administración puede crear una red de operaciones que englobe a las ONG, las empresas y los distintos individuos de una sociedad.
La transformación digital de un gobierno no se logra de un día para otro. Este es un proceso largo que comprende cinco etapas principales. Cabe señalar, sin embargo, que estas fases no se suceden de forma totalmente lineal: no es necesario haber completado totalmente una para comenzar a desarrollar la siguiente. Las cinco etapas de adopción de un modelo de gobierno digital son:
Para avanzar en las distintas fases hay que reestructurar procesos, empoderar a la ciudadanía y minimizar la burocracia. Esto último es una de las grandes ventajas del gobierno digital, que simplifica los trámites gracias a una serie de elementos estructurales.
Para que un gobierno digital opere de forma eficaz, debe de desarrollar una serie de componentes mediante la tecnología. Algunos de los principales elementos que permiten un gobierno digital son:
La evolución de los gobiernos digitales es una prueba más de lo importantes que son las competencias tecnológicas en la sociedad actual. Aunque ahora la mayoría de los procesos administrativos son más ágiles, también se exigen mayores destrezas digitales a los ciudadanos y a los trabajadores públicos.
Este sistema debe garantizar que todos los individuos de un país tengan acceso a los servicios públicos y prestar ayuda a quienes no pueden acceder a ellos por sí mismos. La capacitación del personal de la Administración es esencial, razón por la que los programas de formación relacionados con la gestión pública cada vez dan más peso en su currículum a las habilidades digitales.