
El deporte es sinónimo de salud, bienestar y equilibrio. Sin embargo, como ocurre con casi cualquier hábito positivo, llevado al extremo puede tener consecuencias adversas. La adicción al deporte, también conocida como vigorexia en ciertos contextos clínicos, es una problemática cada vez más común.
Comprender cómo se genera una adicción de este tipo es esencial para cualquier profesional de la salud mental, especialmente para aquellos que quieran enfocarse al sector del deporte profesional. Por ello, estudiar una especialidad como el Máster en Psicología Deportiva online o el Máster en Psicología Deportiva presencial en Madrid impartidos por la Universidad Europea, proporcionan las herramientas necesarias para abordar trastornos que, como este, afectan tanto al rendimiento como a la salud integral del deportista.
La adicción al deporte es un trastorno del comportamiento que se manifiesta cuando el ejercicio físico se convierte en una necesidad ineludible. Quienes lo padecen experimentan una urgencia compulsiva por entrenar, llegando a hacerlo incluso con lesiones o sensación de fatiga. En casos extremos, esta conducta puede llegar a derivar incluso en problemas sociales para los pacientes.
Aunque no está oficialmente reconocida como trastorno independiente en manuales diagnósticos como el DSM-5, cada vez más profesionales de la salud mental la identifican como una forma de adicción comportamental, similar a otras como la ludopatía o la adicción al trabajo. Por eso, para diagnosticarla y tratarla suele recurrirse a un psicólogo especializado en adicciones.
Una adicción de este tipo puede desarrollarse por causas de diversa índole, tanto internas como externas a la persona. Algunos de los factores más comunes incluyen:
En muchos casos, se practica deporte en exceso para tratar de compensar otras carencias emocionales. Para tratar este trastorno desde la perspectiva de la psicología deportiva, hay que conocer, en primer lugar, cuáles son sus síntomas.
Identificar la adicción al deporte no siempre es fácil, ya que muchas de sus manifestaciones pueden parecer hábitos saludables. Sin embargo, existen ciertas señales que no deben pasarse por alto. Para saber cuándo ir al psicólogo, hay que prestar atención a ciertos comportamientos:
Estos síntomas pueden indicarnos que el deporte ha dejado de ser un medio para alcanzar el bienestar y se ha convertido en un fin en sí mismo. En estos casos, se debe recurrir a las funciones de un psicólogo deportivo.
La adicción al deporte no solo afecta a nivel mental, sino que también puede tener repercusiones físicas importantes. Entre las más destacadas están las siguientes:
A nivel psicológico, pueden aparecer cuadros de ansiedad, depresión o trastornos obsesivo-compulsivos. Existen diferentes tipos de terapia psicológica a los que se puede recurrir, pero antes de optar por uno hay que conocer la gravedad de la adicción y las causas que la motivan. Por ejemplo, este tipo de adicción puede estar relacionada con otros trastornos, como la dismorfia corporal o ciertos tipos de trastornos alimenticios.
Algunos tipos de deportes pueden ser más propensos a fomentar comportamientos adictivos. Algunas disciplinas individuales, como el atletismo, el culturismo o la natación, donde el rendimiento se mide con precisión y la estética corporal tiene gran peso, son especialmente sensibles a este fenómeno.