Jon Viar, Alumni de Comunicación Audiovisual de la Universidad Europea, es un joven que con tan sólo 8 años se enteró de que en 1969, su padre, Iñaki Viar Echevarría, fue detenido por la colocación de una bomba en la Bolsa de Bilbao. El artefacto no estalló, pero un Consejo de Guerra lo condenó, en el Proceso de Burgos, a 20 años de prisión aunque gracias a la aplicación de la Amnistía de 1977 cumplió nueve en los penales de Burgos y Segovia, antes de salir en libertad. Su padre perteneció a la banda terrorista ETA y posteriormente estudió Medicina y es psiquiatra en la actualidad, además de ser uno de los fundadores del foro de Ermua y de difundir todo su saber a través de numerosos artículos. “¿Qué significa para un niño de 8 años saber que su padre ha formado parte de ETA en este país?”, con esta pregunta comienza la entrevista Rosa Mª Mateos, directora de contenidos de Europea Media, a Jon Viar, director de “Traidores”, un documental que relata el miedo y el aprendizaje de los etarras que renegaron de ETA.
“La película va de eso. Este documental se puede encuadrar dentro del género casi de la auto ficción, es un mecanismo narrativo que nos permite deslizarnos por un trauma, una herida dramática insoportable para hacerla soportable”, explica el autor de este reportaje de ficción “de acontecimientos que son estrictamente reales”. “Yo era un niño, como tantos otros niños en el País Vasco en los años 90, que vivió el terrorismo, la violencia y los discursos de odio que formaban parte del paisaje cotidiano”.
El cineasta cuenta cómo le sorprendió especialmente descubrir que su padre “en el franquismo, en un contexto diferente de dictadura militar, había participado en ETA junto a otros jóvenes de esa burguesía nacionalista católica sobre todo de Vizcaya. Lo que más me sorprendía por aquel entonces era que para muchas personas mi padre era un traidor. Yo era un niño y por lo tanto no era muy capaz de comprender del todo lo que era una dictadura o una democracia, lo único que veía es que había una banda de asesinos que mataba a gente”.
Desde pequeño, Viar siempre ha sido un apasionado del cine, tanto era así que utilizó el dinero de su primera comunión para comprarse una cámara de vídeo y “poco a poco, casi de un modo natural, fui realizando algunos cortometrajes o remakes de películas que me gustaban”, hasta que comenzó a rodar cortos en los que interpretaba a etarras, a víctimas o a policías, “porque era la realidad cotidiana que yo vivía”. El cine se convirtió en una herramienta o más bien en un tratamiento que le ayudaba a “soportar lo real, que era en mi caso una realidad dramática”.
Todo ello le inspiró para sacar a la luz “Traidores”, una película que recoge la persecución que su progenitor y otros tantos exetarras sufrieron porque renegaron de la violencia. Todo con el consentimiento de los partidos políticos que, ni en democracia, fueron capaces de denunciar con firmeza el horror sembrado en territorio vasco. Un contexto al que pocos se enfrentan, quizás por una “lógica cobardía moral”, pero tal y como Viar cita al escritor y periodista José María Calleja “hay que mantener siempre la dignidad por encima del miedo”, porque finalmente “los artistas tenemos la obligación de no ser esclavos de nuestros contextos sino testigos de nuestros tiempos”.
José Sánchez Sanz, profesor de la Universidad Europea, también ha participado en el encuentro y en la obra, ya que es el compositor de la música del documental que el joven ha presentado en la 65 edición del festival de cine Seminci de Valladolid, uno de los festivales de cine de autor más importantes de España.
“Mi película cuenta la intrahistoria de ETA”, y con esta historia Jon Viar tan sólo ha comenzado sus primeros pasos a nivel profesional, los primeros de muchos. Quiere publicar dos obras de teatro, seguir colaborando como actor en series y seguir su foco en la investigación. Y algo que tiene muy claro es que seguirá su camino en el mundo del cine y del teatro.
“Con “Traidores” cierro un ciclo de una historia muy triste, que también es la historia de mi familia, la historia del País Vasco y la historia de ETA”.