La directora del Máster Universitario en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos llevará a cabo el reto más reconocido en las aguas abiertas españolas junto a otros nueve nadadores del equipo máster de la A.D. Rivas Natación
La primera quincena de septiembre de 2024 quedará marcada en la memoria de María José Rodríguez Largacha. La directora del Máster Universitario en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos cruzará el estrecho de Gibraltar en esa fecha, uno de los retos españoles más exigentes y reconocidos de la natación en aguas abiertas. De la mano de otros nueve nadadores de entre 51 y 62 años, pertenecientes al equipo máster de la A.D. Rivas Natación, afrontarán este desafío en tres grupos diferentes: uno por relevos y dos en grupos completando la distancia total del cruce del Estrecho de Gibraltar desde Tarifa.
La directora de Máster en la Escuela STEAM de la Universidad Europea, María José Rodríguez Largacha, completará el total de los más de 15 kilómetros que separan la Punta de Tarifa de la Punta Cires, Marruecos. Para poder completar el reto, junto al resto del equipo, entrena nada entre 5 y 6 días por semana y participa en competiciones nacionales de natación: “para preparar este reto he complementado mis entrenamientos habituales con trabajo en gimnasio, ayudada entre los meses de marzo a mayo por estudiantes de CAFYD de la Universidad Europea, con entrenamientos de larga distancia y con la participación en la Copa de España de aguas abiertas entre los meses de mayo y agosto y he contado con la ayuda de una nutricionista que ha jugado un papel importante en mi preparación”, ha explicado Rodríguez Largacha.
El desafío de cruzar a nado el estrecho de Gibraltar no sólo pone a prueba la capacidad de resiliencia y trabajo en equipo de estos nadadores, sino que también forma parte de una iniciativa solidaria, pues el equipo máster de la A.D. Rivas Natación dará visibilidad a Brazadas por Sonrisas, la ONG de Arganda del Rey que impulsa la investigación del cáncer infantil con la que colabora desde hace tiempo. Esta travesía representa no sólo una meta personal, sino también un compromiso con la esperanza y la lucha de los niños que enfrentan esta enfermedad.