Expertos internacionales analizan el impacto de las instituciones y la economía del comportamiento en el III Workshop en Behavioral Economics de la Universidad Europea de Valencia
En el III Workshop en Behavioral Economics: 'Behavior and Governance', organizado por el Instituto de Economía del Comportamiento de la Universidad Europea de Valencia, destacados académicos han presentado investigaciones que exploran la intersección entre la calidad institucional, la cooperación social y las dinámicas de género en el ámbito laboral. El congreso ha contado con la participación de tres expertos en la aplicación de las ciencias de comportamiento en el área de gobernanza, que han discutido sus trabajos con los investigadores del Instituto de Economía del Comportamiento organizadores del congreso, los profesores Enrique Fatás y Lina Restrepo-Plaza.
Para el catedrático de la Universidad Europea de Valencia, Enrique Fatás, “la gobernanza se ha convertido en uno de los retos sociales más relevantes del siglo XXI. Conseguir que la población siga reconociéndose en las instituciones democráticas que las gobiernan es un desafío”. Y apuntaba: “Uno de los motivos que empujan a los ciudadanos a desconfiar de los gobiernos y poner su fe en fuentes de información no rigurosas, y a veces mal intencionadas, es el deficiente diseño de los mensajes provenientes de las instituciones públicas, que dificultan su seguimiento: los mensajes difundidos durante las recientes inundaciones que hemos sufrido en Valencia es un trágico ejemplo”.
En el trabajo presentado por Fatás y Restrepo-Plaza en el congreso, enfocado en el tema de la migración, se mostró cómo para movilizar a una población tradicionalmente poco receptiva a mensajes institucionales se pueden aplicar las ciencias del comportamiento para combinar diferentes elementos (siguiendo la metodología de “edutaintment”, que combina la información con el entretenimiento), y conseguir que el mensaje sea escuchado y seguido de forma rápida y efectiva.
En otro ejemplo de la aplicación de la economía del comportamiento, Simon Gächter, catedrático de Psicología de la Decisión Económica en la Universidad de Nottingham, presentó en su intervención cómo los niveles más altos de cooperación voluntaria se han correlacionado positivamente con la calidad institucional de las sociedades. En su estudio The Complementarity of Good Institutions and Voluntary Cooperation: Experimental Evidence from 43 Societies, ha demostrado que las instituciones efectivas no solo han cumplido funciones tradicionales, sino que también han fortalecido el "capital social" al fomentar la cooperación espontánea entre individuos no relacionados.
Por su parte, Catherine de Vries, catedrática de Ciencias Políticas en la Universidad de Bocconi, en la segunda ponencia plenaria, analizó las consecuencias de la creciente participación femenina en el mercado laboral. Sus hallazgos han indicado que los hombres más expuestos a este fenómeno han enfrentado dificultades económicas y han adoptado posturas más conservadoras en cuestiones de género en su vida personal, sin que ello haya afectado su apoyo a normas igualitarias o su comportamiento electoral. De Vries ha señalado que esta tendencia ha contrastado con la limitada atención que los partidos políticos han otorgado a las cuestiones de género en sus agendas, priorizando temas económicos y desatendiendo demandas emergentes de igualdad de género.
Jordi Brandts, catedrático de Investigación en el IAE – CSIC y la Barcelona School of Economics (BSE), en la tercera conferencia plenaria, abordó la aplicación de la economía del comportamiento a la reducción de las brechas de género en contextos donde el estatus social juega un papel central. Su investigación ha mostrado que, en tales entornos, los hombres han incrementado su esfuerzo y rendimiento, mientras que las mujeres han disminuido su participación y desempeño. Este efecto, aunque sutil, ha planteado desafíos significativos para la igualdad de género en el ámbito laboral, ya que los entornos competitivos han podido limitar de manera inadvertida las oportunidades profesionales de las mujeres, perpetuando desigualdades existentes.
El evento, organizado por el Behavioral Economics Institute (o Instituto de Economía del Comportamiento) de la Universidad Europea de Valencia, ha reunido a más de 15 expertos de instituciones internacionales como la University of Cambridge, King's College London, London School of Economics y Bocconi University. La rectora de la Universidad Europea de Valencia, Rosa Sanchidrián, ha resaltado que este workshop ha servido como una plataforma interdisciplinar para analizar cómo las ciencias del comportamiento pueden aplicarse de manera costo-efectiva en el diseño de sistemas de gobernanza.
El evento ha reunido a destacados expertos internacionales que han abordado una amplia gama de temas clave en la intersección entre la economía del comportamiento y la gobernanza. Entre las cuestiones tratadas destacan la cooperación institucional, las dinámicas culturales en negociaciones internacionales, los efectos del cambio tecnológico, el impacto del estrés y la competencia en el desempeño individual, la igualdad de género, la interseccionalidad, las narrativas sobre políticas conductuales y la reintegración social de colectivos vulnerables. Entre los participantes se encuentran académicos de renombre como Shaun Hargreaves-Heap (King’s College London), Paulius Yamin (Paris Institute for Advanced Studies), y Lina Restrepo-Plaza (Universidad Europea de Valencia), e investigadores junior como Willem Sas (University of Stirling), Elif Tosun (Universitat Pompeu Fabra), Eugenio Levi (Link Campus University), Guillermo Mateu (Universitat de València), Tarek Jaber (CSIC), Manuel Muñoz (LISER), Cristina Fernández (Universidad Europea de Valencia), o Ana Lleó Bono (University of Cambridge). Sus contribuciones han generado un debate interdisciplinar enriquecedor, centrado en los retos contemporáneos para el diseño de sistemas de gobernanza efectivos y equitativos.
Carla de Paredes, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Europea de Valencia, ha subrayado el papel del Behavioral Economics Institute como motor de iniciativas académicas de vanguardia. Ha destacado el compromiso de la institución con la investigación, la interdisciplinariedad y la transferencia del conocimiento, consolidando a la Universidad Europea como un referente en el campo de la economía del comportamiento y creando espacios únicos para que expertos de diversas disciplinas hayan podido proponer soluciones innovadoras a los retos de la gobernanza contemporánea.