No todos pensamos igual, ni somos inteligentes del mismo modo. Hay personas a las se les dan bien las matemáticas, mientras otras son mejores haciendo uso del lenguaje, orientándose o destacan por tener buen oído para la música.
Esto no quiere decir que unas sean más inteligentes que otras y esta cuestión la explicó el investigador estadounidense Howard Gardner con su teoría de las inteligencias múltiples. Te la contamos en este artículo.
Tradicionalmente, existía la creencia de que solo había un tipo de inteligencia y esta giraba en torno a lo estrictamente académico. Es decir, se “etiquetaba” a una persona como inteligente porque era diestra en matemáticas y lengua, con memoria y sacaba buenas notas. No se tenían en cuenta otras habilidades. Y no solo esto, la capacidad intelectual se concebía también como algo inmutable.
En 1983 Howard Gardner publicó su teoría de las inteligencias múltiples. En este estudio hablaba de que existen 8 tipos de inteligencia, rechazando por completo la idea de que solo existe una global que aplica a todas las esferas de la vida de una persona.
Asimismo, afirmaba que todas ellas están presentes en nosotros, en mayor o menor medida. Sin embargo, destacamos más en unas que en otras. Eso, y que ninguna es más valiosa o importante que las demás.
Por último, defendía que las inteligencias múltiples son habilidades dinámicas que pueden modificarse con el tiempo y una estimulación adecuada como la que puedes aprender en el curso Montessori, el curso de Altas Capacidades o el curso de Estrategias de Aprendizaje de la Escuela de Innovación Educativa de la Universidad Europea y aplicar después en tus clases.
La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner identifica y define 8 tipos de inteligencia. Te las detallamos a continuación:
Si bien Howard Gardner estableció en su teoría de las inteligencias múltiples que existen 8 tipos de inteligencia, a posteriori otros autores contemporáneos han añadido 4 más: la inteligencia existencial, la inteligencia creativa, la inteligencia emocional y la inteligencia colaborativa. Sumando, de este modo, hasta un total de 12 tipos de inteligencias.
La teoría de las inteligencias múltiples y su implantación en las aulas sentó las bases de nuevos retos en la Educación. Y ¿por qué? Pues bien, porque entraba a cuestionar el modelo educativo tradicional.
Hasta entonces, la educación era la misma para todos los estudiantes. Y no solo eso, se focalizaba principalmente en fomentar únicamente dos tipos de inteligencia: lingüística y lógico-matemática.
Con la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, la situación da un giro. El mundo de la educación toma conciencia de que existen diferentes perfiles de inteligencia dentro de una misma clase. Por tanto, hace falta apostar por técnicas de enseñanza personalizada. Y es que, identificando las potencialidades únicas de una persona y ayudándole a desarrollarlas, las posibilidades de que alcance el éxito en la vida son mucho mayores.