Sistemas de Gestión Ambiental: ISO 14001 y el cambio hacia la sostenibilidad

En las últimas décadas, la conciencia sobre la importancia de proteger el medio ambiente ha aumentado no solo a nivel personal, sino también empresarial. Tanto es así que la preocupación por reducir la huella de carbono ha llevado a muchas empresas a adoptar estrategias y herramientas para combinar su crecimiento económico con políticas enfocadas en la protección ambiental.  El Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es una de estas herramientas y se ha vuelto muy importante para empresas y organizaciones a nivel global que buscan promover un impacto positivo en el cuidado de la biodiversidad.
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¿Qué es un Sistema de Gestión Ambiental?

Un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es la estructura que emplea una organización con el fin de cumplir con sus metas ambientales. Sirve para planificar los esfuerzos que la organización debe hacer para alcanzar sus objetivos, cómo conseguirlos y cómo aplicar los cambios necesarios.

Entre los objetivos finales de todos los SGA, encontramos:

• Cumplir con las normas ambientales  
• Utilizar los recursos de manera eficiente  
• Reducir los residuos y minimizar la contaminación  
• Mejorar continuamente el rendimiento ambiental
  
  

Existen varios ejemplos de Sistemas de Gestión Ambiental, pero uno de los más reconocidos y utilizados es la norma ISO 14001.

¿Qué es la norma ISO 14001 y por qué es importante?

La certificación ISO 14001 es una norma internacional que permite a las empresas mostrar su compromiso con la sostenibilidad medioambiental. Este compromiso se demostrará mediante la gestión de los riesgos ambientales vinculados a las actividades realizadas por la empresa y será muy importante a la hora de cuidar la biodiversidad.

En términos generales, la norma ISO 14001 se enfoca principalmente en los siguientes aspectos:

• Evaluación de impacto ambiental: identificar el impacto de las actividades de la empresa que afecten a la sostenibilidad medioambiental y establecer medidas para reducirlo.
• Política ambiental: desarrollar una política ambiental clara y comprometerse a seguirla.
• Plan de acción: crear un plan de acción para cumplir con los objetivos de la política ambiental, como, por ejemplo, reducir la huella de carbono.
• Implementación, control e inspección: implementar la política ambiental asignando recursos y capacitando a los empleados para llevarla a cabo. Mientras se pone en marcha, se verificará su efectividad y se revisará periódicamente para hacer ajustes si resulta necesario.
  

¿Cómo implementar un sistema de gestión ambiental?

Cuando una empresa decide implementar y certificar un sistema de gestión ambiental, debe seguir los pasos siguientes:

1. Evaluación Inicial: se revisa cómo funciona la empresa y si cumple con los requisitos de la norma ISO 14001.
2. Creación de documentación: se definen los aspectos clave del sistema de gestión ambiental y se elabora la documentación necesaria para respaldar la sostenibilidad medioambiental.
3. Implementación: se ponen en práctica los procedimientos y registros del sistema a medida que se va desarrollando la documentación.
4. Auditoría interna: se verifica si el sistema cumple con los requisitos de la norma y con lo que la empresa ha documentado.
5. Auditoría de certificación: la empresa elige una entidad certificadora y comienza el proceso de certificación.
   

Beneficios de los sistemas de gestión ambiental

Una vez que se haya puesto en marcha, un sistema de gestión ambiental ayudará a la empresa a lograr los siguientes objetivos:

• Mejora de la imagen: fortalece el compromiso ambiental interno y establece a la organización como un referente en el sector de la sostenibilidad ambiental.
• Disminución de costes: reducción de los gastos con una mayor productividad, optimización de procesos y menos pérdidas por productos dañados.
• Previsión de futura legislación: adopción de las directrices de la ISO 14001 para prepararse y cumplir con futuras regulaciones ambientales cuando se implementen.
• Crecimiento sostenible: ahorro en costes y fortalecimiento de la posición para enfrentar los desafíos del mercado en el futuro.
• Reducción de consumo: disminución del uso de recursos y energía. Esto contribuirá a una reducción en la huella de carbono y ahorros significativos en los costes operativos.
• Control de residuos generados: implementación de prácticas eficientes para gestionar y reducir los residuos, minimizando así el impacto medioambiental y mejorando la eficiencia del proceso en apoyo a la biodiversidad.
• Mejora continua de la organización: fomento de una mejora continua en los procesos para mantener la organización competitiva y alineada con las mejores prácticas en sostenibilidad ambiental.
• Acceso o mejora en la puntuación de licitaciones públicas: aumento de las posibilidades de éxito en licitaciones al mostrar un fuerte compromiso con la sostenibilidad.

La adopción de un sistema de gestión ambiental, respaldado por normas internacionales como la ISO 14001, no solo beneficia a las empresas en términos de eficiencia y ahorro, sino que también refuerza su compromiso con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.

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