La simulación es una de las técnicas de aprendizaje más eficaces. Recibir una formación constante y completa, como la que ofrece nuestro Grado Superior en Administración y Finanzas a distancia, es esencial para el éxito empresarial. Sin embargo, el conocimiento que brinda la experiencia cada vez es más relevante en el sector educativo.
La simulación empresarial supone la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias dentro del sector. Sigue leyendo si quieres conocer sus usos y ventajas.
La simulación empresarial es un enfoque pedagógico que posibilita a los estudiantes obtener una vivencia laboral similar a la que experimentarán en la vida real. Esto resulta posible gracias a la recreación de escenarios que pueden ocurrir en la rutina diaria de una empresa.
Con este propósito, se crea una compañía ficticia en la que los estudiantes desempeñan los roles de empleados y los instructores asumen las funciones de gerentes o responsables de secciones. Del mismo modo, el aula misma se convierte en las instalaciones de la entidad.
Los ejercicios de simulación empresarial, entre los que destaca el uso del simulador fp, se utilizan a menudo en instituciones de educación empresarial, universidades y centros educativos superiores. Además, en tiempos recientes, se han incorporado en programas de formación de niveles más básicos en módulos vinculados con distintas áreas (por ejemplo, economía, negocios y mercadotecnia).
Mediante la práctica y la observación activa, el estudiante es capaz de aplicar la teoría adquirida y obtener experiencia práctica antes de asumir las responsabilidades a las que tendrá que atenerse el día que empiece a trabajar en una empresa real.
Asimismo, el docente puede evaluar a los estudiantes en función de su desempeño al concluir el período establecido para la simulación. Además, existe la posibilidad de organizar competencias entre los alumnos, pudiendo poner a prueba las habilidades adquiridas.
Mediante la simulación empresarial, los estudiantes pueden enfrentarse a diversos escenarios de manera práctica y sin exponerse a riesgos. Gracias a ello, experimentan con estrategias para evaluar la efectividad, abordar posibles problemas o identificar oportunidades de mejora en la empresa.
A través de un enfoque competitivo de la formación de equipos, los alumnos aumentan su motivación y dedicación para alcanzar las metas establecidas. Los estudiantes se esfuerzan por dar lo mejor de sí mismos mientras desarrollan destrezas sociales como la colaboración, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.
La simulación empresarial promueve la obtención de habilidades sociales que cobrarán gran relevancia en la futura trayectoria profesional de los estudiantes. Entre estas competencias se incluyen la colaboración en equipo, la capacidad de adaptación a los cambios, la resolución de conflictos, las aptitudes comunicativas, la flexibilidad y la confiabilidad.
Los simuladores empresariales también posibilitan el desarrollo de destrezas como la habilidad para liderar equipos, tomar decisiones y crear estrategias comerciales.
Nadie encuentra el fracaso deseable, especialmente en el contexto laboral. No obstante, si podemos aprovechar la oportunidad de extraer alguna enseñanza de los errores sin enfrentarnos a los peligros reales, disminuimos las probabilidades de repetirlos en situaciones verídicas más adelante. Esto representa uno de los principales beneficios de la simulación empresarial.
La simulación empresarial puede ajustarse a diversas modalidades como la presencial, la virtual (conoce nuestras FP a distancia) o la híbrida. Asimismo, los grupos pueden variar en tamaño. En cuanto a los contenidos, estos se adaptan a las necesidades y recursos disponibles en cada caso.
Dentro de las destrezas que potencian los simuladores empresariales podemos encontrar las siguientes:
Las prácticas que tienen como protagonistas a los entornos empresariales se han vuelto muy comunes dentro de los nuevos planes educativos. Ejemplo de ello es el Grado Superior en Administración y Finanzas, que acerca a los estudiantes a la realidad del entorno empresarial.
Gracias a los simuladores empresariales y a la creación de programas de aprendizaje experiencial eficaces, los estudiantes pueden adquirir las habilidades necesarias para desenvolverse en los entornos empresariales que conocerán en su futura carrera laboral.