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Medicina y Salud
03 dic 2024

La silla vacía en psicología: ¿cómo afrontar el duelo?

Editado el 03 Dic. 2024
silla vacía en una habitación

La sensación de vacío o el dolor por la ausencia de una persona que ha fallecido suelen intensificarse en fechas señaladas como los cumpleaños o la Navidad. Con la llegada de las fiestas, aumentan los encuentros con nuestros seres queridos y, en ocasiones, estas reuniones familiares y con amigos pueden ser también un recordatorio de quienes ya no están.

Para ayudar a gestionar el duelo, la psicología propone distintas metodologías. Una de ellas es la técnica de la silla vacía, empleada en la terapia Gestalt, que ha demostrado ser eficaz para tratar emociones no resueltas asociadas a la ausencia. A continuación, veremos las claves de este tipo de tratamiento.

No obstante, si deseas profundizar en el ámbito de la psicología y en técnicas como esta, el Máster en Psicología General Sanitaria online de la Universidad Europea es el lugar ideal donde hacerlo.

¿Qué es la silla vacía en psicología?

La técnica de la silla vacía en psicología surge en el contexto de la terapia Gestalt, un enfoque terapéutico desarrollado por Fritz Perls en el siglo XX. Esta terapia destaca por su foco en las emociones del presente. Aunque tiene en cuenta acontecimientos pasados, se centra esencialmente en el impacto que estos tienen en los sentimientos actuales del paciente. El objetivo es que el individuo tenga mayor conciencia de sí mismo, lo que a largo plazo le ayudará a tomar medidas para sentirse mejor.

Una de las técnicas que se emplean en esta terapia es la de la silla vacía: se coloca un asiento frente al paciente y se le pide que imagine a la persona ausente (un ser querido, una figura importante en su vida) sentada en él. A partir de ahí, el paciente establece un diálogo con esta figura imaginaria, expresando pensamientos y emociones reprimidas. Esto le enfrenta con la realidad y le sirve para asumir lo ocurrido, un paso esencial a la hora de seguir adelante.

Uno de los usos más comunes de esta técnica es en el manejo del duelo. La pérdida de un ser querido puede dejar una huella profunda en las personas, que necesitan ayuda psicológica para expresar aquello que nunca dijeron o liberar emociones enquistadas. 

La silla vacía, paso a paso

En una sesión de terapia, el psicólogo guía al paciente para que confronte sus sentimientos de pérdida. Este es el paso a paso típico que se sigue en el caso de la silla vacía:

  1. Introducción: el terapeuta explica el propósito de la técnica y prepara emocionalmente al paciente.
  2. Visualización: este imagina a la persona ausente en la silla y comienza a dialogar con ella.
  3. Expresión emocional: se da la oportunidad al paciente de expresar libremente sus sentimientos, ya sean de tristeza, enfado, arrepentimiento o amor.
  4. Reflexión y cierre: tras el diálogo, el terapeuta le ayuda a reflexionar sobre lo vivido y a integrar la experiencia en su proceso de duelo.

Al seguir estos pasos, se promueve el entendimiento interno, con lo que el paciente logra estar en paz consigo mismo. A través de este método, los individuos obtienen una sensación de cierre y pueden resolver conflictos internos para avanzar en su proceso de curación.

Beneficios y limitaciones de la técnica en procesos de duelo

Como ocurre con cualquier herramienta terapéutica, la efectividad de la silla vacía depende de múltiples factores. A la hora de decidir si esta técnica es adecuada para un caso concreto, es importante prestar atención tanto a sus ventajas como a sus posibles inconvenientes.

Beneficios de la técnica de la silla vacía

  • Liberación emocional: permite expresar sentimientos que, de otro modo, quedarían reprimidos.
  • Claridad y resolución: ayuda a los pacientes a entender mejor sus emociones y reconciliarse con la pérdida.
  • Flexibilidad: se puede adaptar a diferentes contextos terapéuticos. Por ejemplo, los pacientes también pueden dialogar con una parte de sí mismos con la que necesiten hacer las paces.

Limitaciones de la silla vacía

  • No es adecuada para todos: a algunas personas, esta técnica puede parecerles demasiado desafiante, sobre todo, si no están preparadas emocionalmente para afrontar el proceso.
  • Dependencia del contexto: su eficacia variará según la predisposición del paciente y, también, en función de la habilidad del terapeuta para implementarla. Por esta razón, la formación es de vital importancia.

La importancia de la formación en psicología sanitaria

Para que la silla vacía y otros métodos terapéuticos den sus frutos, es crucial contar con una formación sólida en psicología sanitaria. Programas como el Máster en Psicología General Sanitaria en Madrid o el Máster en Psicología General Sanitaria en Canarias, por ejemplo, te enseñan a aplicar correctamente estas técnicas y a abordar diversas problemáticas emocionales.

Los psicólogos generales sanitarios son quienes mejor pueden implementar estas técnicas, tras haber recibido una formación especializada en programas como el Máster en Psicología General Sanitaria en Valencia o el Máster en Psicología General Sanitaria en Alicante.

Estudiar un máster te permitirá entender la teoría que hay detrás de estas herramientas y cómo usarlas de manera ética y eficaz. Consulta la oferta académica de masters en Psicología de la Universidad Europea y prepárate para ejercer una profesión que puede llegar a ser muy gratificante.