El timbre de una puerta, el chasquido que pueden producir los dedos o el tintineo de un cascabel son sonidos típicos que escuchamos de manera habitual en nuestro día a día. Sin embargo, pueden ser un suplicio para las personas diagnosticadas con misofonía, un trastorno auditivo reconocido por el mundo de la psiquiatría en el año 2013 por el que se muestra intolerancia a uno o varios estímulos sonoros.
Tratar este tipo de alteraciones es una de las funciones del Técnico Superior en Audiología Protésica, una titulación que ofrece el Centro de Formación Profesional Europeo de Madrid y que también puedes cursar en a través de su modalidad online mediante la FP semipresencial.
En este artículo te contamos cómo se origina la misofonía, cuál es la mejor manera de detectarla y qué posibles tratamientos y soluciones existen a esta aversión a escuchar sonidos.