
Medicina y Salud
La creciente preocupación por la salud y el bienestar de los animales ha impulsado la demanda de equipos multidisciplinares que les proporcionen cuidados integrales y tratamientos menos invasivos. Ello ha generado un contexto propicio para que disciplinas como la Fisioterapia Veterinaria se desarrollen a pasos agigantados, generando un gran interés en los profesionales que quieren especializarse tras terminar el grado en Veterinaria.
La fisioterapia veterinaria es una disciplina que se enfoca en reforzar y mantener la forma física de los animales, prevenir las lesiones o restaurar el movimiento tras estas, contribuyendo a mejorar el bienestar del animal. Aúna conocimientos de biomecánica, anatomía, fisiología, física y psicología para aliviar las disfunciones, lesiones, dolor o anomalías que puedan presentar los animales y potenciar la máxima funcionalidad posible.
Por consiguiente, la fisioterapia en animales persigue diferentes objetivos:
El origen de la fisioterapia veterinaria se suele atribuir a Sir Charles Strong, un fisioterapeuta de la casa real británica que a inicios del siglo XX comenzó a usar la electroestimulación para tratar a los caballos que participaban en los partidos de polo. Por esa razón, los caballos de deporte han sido los principales “pacientes” de la fisioterapia veterinaria y sus lesiones características han sido las que más han contribuido a la evolución de esta disciplina.
Sin embargo, en la actualidad la fisioterapia en veterinaria se ha convertido en otra de las salidas profesionales tras estudiar el grado en Veterinaria, y se ha extendido a todos los animales, incluidos aquellos exóticos. De hecho, con la apertura de centros veterinarios especializados en fisioterapia, los pequeños animales como perros y gatos se han convertido en los principales beneficiarios de este tipo de tratamientos.
Los avances que se han producido en los últimos años en esta disciplina han permitido su uso a una amplia variedad de patologías, desde las tendinitis, contracturas y lumbalgias hasta problemas más complicados como la artrosis, hernia discal, displasias de cadera o codo y fracturas complejas. También se utiliza para tratar los problemas neurológicos con ataxia o debilidad o las parálisis de nervios periféricos.
Poco a poco, la fisioterapia y rehabilitación veterinaria se ha ido consolidado como una opción terapéutica eficaz y poco invasiva que permite evitar el uso excesivo de medicación y antiinflamatorios, sobre todo en los animales que padecen patologías crónicas. También es una alternativa postoperatoria eficaz pues permite que los animales recuperen la funcionalidad y su calidad de vida con bastante rapidez.
La fisioterapia veterinaria no son simples “masajes” para animales, esta disciplina comprende técnicas más complejas dirigidas a revertir las lesiones o mejorar el bienestar del animal que sufre enfermedades degenerativas, crónicas o propias de la vejez.
Por supuesto, la fisioterapia veterinaria incluye técnicas manuales como los masajes, pero también estiramientos activos, pasivos y miofasciales, ejercicios de flexibilidad, drenajes linfáticos y vasculares y manipulaciones vertebrales. También se indican ejercicios terapéuticos como la hidroterapia y la talasoterapia.
En otros casos, el fisioterapeuta veterinario debe recurrir a agentes físicos, como ultrasonidos, láser, acupuntura, magnetoterapia, cavitación, estimulación eléctrica, ondas de choque radiales o la terapia térmica.