La creciente preocupación por la salud y el bienestar de los animales ha impulsado la demanda de equipos multidisciplinares que les proporcionen cuidados integrales y tratamientos menos invasivos. Ello ha generado un contexto propicio para que disciplinas como la Fisioterapia Veterinaria se desarrollen a pasos agigantados, generando un gran interés en los profesionales que quieren especializarse tras terminar el grado en Veterinaria.
Los principales objetivos de la fisioterapia en veterinaria
La fisioterapia veterinaria es una disciplina que se enfoca en reforzar y mantener la forma física de los animales, prevenir las lesiones o restaurar el movimiento tras estas, contribuyendo a mejorar el bienestar del animal. Aúna conocimientos de biomecánica, anatomía, fisiología, física y psicología para aliviar las disfunciones, lesiones, dolor o anomalías que puedan presentar los animales y potenciar la máxima funcionalidad posible.
Por consiguiente, la fisioterapia en animales persigue diferentes objetivos:
- Reducir el dolor y la inflamación. La fisioterapia veterinaria se centra en aliviar el dolor y la inflamación resultantes de patologías crónicas o agudas para mejorar la movilidad del animal y fomentar su calidad de vida.
- Potenciar la coordinación y el equilibrio. Cuando se produce una modificación de la marcha debido a un problema neurológico o una dolencia musculoesquelética, el fisioterapeuta veterinario interviene para reeducar a los animales, de manera que puedan volver a caminar o correr con normalidad.
- Prevenir la atrofia muscular. La falta de movilidad, ya sea por la edad avanzada o una lesión, suele atrofiar la musculatura generando distensión y rigidez. Los ejercicios de rehabilitación veterinaria permiten recuperar el tono muscular o preservarlo en la medida de lo posible a pesar de la falta de movilidad.
- Estimular la psicomotricidad. La fisioterapia veterinaria no solo es útil para el cuerpo, también puede representar un desafío cognitivo para los animales, de manera que muchos de los ejercicios diarios de rehabilitación terminan estimulando habilidades como la memoria.
¿Qué patologías se pueden tratar con rehabilitación veterinaria?
El origen de la fisioterapia veterinaria se suele atribuir a Sir Charles Strong, un fisioterapeuta de la casa real británica que a inicios del siglo XX comenzó a usar la electroestimulación para tratar a los caballos que participaban en los partidos de polo. Por esa razón, los caballos de deporte han sido los principales “pacientes” de la fisioterapia veterinaria y sus lesiones características han sido las que más han contribuido a la evolución de esta disciplina.
Sin embargo, en la actualidad la fisioterapia en veterinaria se ha convertido en otra de las salidas profesionales tras estudiar el grado en Veterinaria, y se ha extendido a todos los animales, incluidos aquellos exóticos. De hecho, con la apertura de centros veterinarios especializados en fisioterapia, los pequeños animales como perros y gatos se han convertido en los principales beneficiarios de este tipo de tratamientos.
Los avances que se han producido en los últimos años en esta disciplina han permitido su uso a una amplia variedad de patologías, desde las tendinitis, contracturas y lumbalgias hasta problemas más complicados como la artrosis, hernia discal, displasias de cadera o codo y fracturas complejas. También se utiliza para tratar los problemas neurológicos con ataxia o debilidad o las parálisis de nervios periféricos.
Poco a poco, la fisioterapia y rehabilitación veterinaria se ha ido consolidado como una opción terapéutica eficaz y poco invasiva que permite evitar el uso excesivo de medicación y antiinflamatorios, sobre todo en los animales que padecen patologías crónicas. También es una alternativa postoperatoria eficaz pues permite que los animales recuperen la funcionalidad y su calidad de vida con bastante rapidez.
Técnicas utilizadas en fisioterapia veterinaria
La fisioterapia veterinaria no son simples “masajes” para animales, esta disciplina comprende técnicas más complejas dirigidas a revertir las lesiones o mejorar el bienestar del animal que sufre enfermedades degenerativas, crónicas o propias de la vejez.
Por supuesto, la fisioterapia veterinaria incluye técnicas manuales como los masajes, pero también estiramientos activos, pasivos y miofasciales, ejercicios de flexibilidad, drenajes linfáticos y vasculares y manipulaciones vertebrales. También se indican ejercicios terapéuticos como la hidroterapia y la talasoterapia.
En otros casos, el fisioterapeuta veterinario debe recurrir a agentes físicos, como ultrasonidos, láser, acupuntura, magnetoterapia, cavitación, estimulación eléctrica, ondas de choque radiales o la terapia térmica.