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Además de determinar la eficacia de medicamentos nuevos, los ensayos clínicos aleatorizados mejoran tratamientos ya existentes. Normalmente, los llevan a cabo empresas farmacéuticas y contribuyen a los avances médicos en investigación. Si quieres profundizar en estos temas, los masters en Farmacia de la Universidad Europea te proporcionarán los conocimientos y destrezas necesarios para liderar la investigación clínica. A continuación, te explicamos en detalle qué es un ensayo clínico aleatorizado.
Los ensayos clínicos aleatorizados son estudios en los que se comparan diferentes tratamientos para demostrar su eficacia contra una enfermedad o presentar alguna mejora que favorezca la calidad de vida de los pacientes. En estos estudios, los participantes se dividen de forma aleatoria en grupos de intervención o tratamientos diferentes. A cada grupo se le asigna al azar el tratamiento nuevo o el que ya existía. Así, se equilibran los grupos que participan en el ensayo, siendo más homogéneos y reduciendo el sesgo de selección. Gracias a esto, se averigua si las diferencias que hay entre los resultados de dos tratamientos diferentes se deben al propio tratamiento o a las características individuales de los participantes.
A la hora de hacer comparaciones, es muy importante ser lo más objetivo posible, especialmente cuando las empresas farmacéuticas comercializan el nuevo tratamiento.
Los participantes de un ensayo clínico aleatorizado deben presentar una serie de características comunes, como tener una enfermedad concreta en cierto grado de desarrollo. Partiendo de esta similitud, se espera apreciar diferencias basadas en su estilo de vida, condición física, etc.
Así, es posible probar una nueva combinación de fármacos para una patología que comparten los participantes, determinando si es eficaz para todo el mundo, independientemente de su condición.
En definitiva, la asignación aleatoria de diferentes pacientes en grupos diversos disminuye permite obtener datos más fiables y de mayor calidad.
Al principio del estudio tiene lugar el proceso de aleatorización del paciente. De forma totalmente aleatoria, se le asigna un número que corresponderá a su tratamiento. En muchas ocasiones, ni el paciente ni el médico saben qué fármaco se le ha asignado. Este proceso de aleatorización puede hacerse de diferentes maneras:
Tras la aleatorización, se lleva a cabo el ensayo clínico siguiendo las fases correspondientes. Al final, se presentan los resultados y las autoridades sanitarias reguladoras se encargan de comprobar que todo el procedimiento ha sido objetivo y sin sesgos.
La principal ventaja de los ensayos clínicos aleatorios es la objetividad. Si las autoridades sanitarias consideran que el estudio no se ha desarrollado correctamente ni de forma objetiva, será invalidado. Esto supondría una gran pérdida de tiempo y recursos para la empresa, pero también para los participantes.
Los ensayos clínicos aleatorizados son una buena forma de obtener evidencia científica, aunque no la única. Consulta nuestra oferta académica y profundiza en los distintos aspectos de la gestión de ensayos clínicos, la investigación y el desarrollo de medicamentos.