El compostaje se ha convertido en una de las prácticas más eficaces y sostenibles para reducir el impacto ambiental y gestionar los residuos orgánicos. Este proceso, que a veces también se denomina con la voz inglesa composting, no solo beneficia al medioambiente, sino que también fomenta la economía circular, una estrategia clave para el desarrollo sostenible.
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El compostaje es el proceso natural que transforma los residuos orgánicos en compost, un abono que enriquece el suelo. Este proceso ocurre gracias a la acción de microorganismos como bacterias y hongos, así como de pequeños invertebrados, como lombrices, que descomponen la materia orgánica en un ambiente controlado.
Este método es clave en la lucha contra el cambio climático, ya que reduce la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y contribuye a minimizar las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero. Además, el compost permite fertilizar el suelo sin necesidad de usar productos químicos que puedan contaminar el agua y el aire.
El compost es un material orgánico descompuesto que actúa como fertilizante natural. Este abono permite llevar a cabo prácticas de cultivo más ecológicas que mejoran la estructura y fertilidad del suelo e incrementan su capacidad para retener agua y nutrientes. Los tipos de compost más comunes son los siguientes:
El compostaje no consiste simplemente en enterrar residuos orgánicos: es un proceso estructurado que implica varias etapas. Si se siguen correctamente, se garantiza un compost de alta calidad y beneficioso para el medioambiente. Estas son las fases principales:
A continuación, indicamos los pasos con los que se puede realizar compost casero, reduciendo residuos.
El compostaje tiene un impacto positivo en el medioambiente, la sociedad y la economía. Una de sus principales ventajas es la reducción de los residuos agrícolas, ya que ayuda a minimizar el impacto ambiental asociado a su eliminación mediante métodos tradicionales, como la quema o el vertido.
Además, el compostaje contribuye significativamente a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero al evitar que los residuos orgánicos terminen en vertederos. También mejora la fertilidad del suelo y aumenta su capacidad para retener nutrientes y agua sin tener que recurrir a fertilizantes químicos. Por último, el compostaje es un pilar fundamental de la economía circular, ya que convierte los desechos en recursos útiles y contribuye directamente a la reducción de la huella de carbono.
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