

Un perito judicial es un profesional con conocimientos especializados que interviene en procedimientos legales para aportar claridad técnica sobre cuestiones que escapan al saber del juez. Su labor resulta determinante en muchos procesos, ya que los tribunales pueden basar buena parte de sus sentencias en el testimonio y las conclusiones de estos expertos.
¿Te interesa esta salida profesional? A lo largo de este artículo descubrirás qué hace exactamente un perito judicial, qué requisitos debes cumplir para ejercer en España, qué formación necesitas y cuáles son las especialidades con mayor demanda.
Qué es un perito judicial y qué hace
El perito judicial es una persona experta en una materia determinada a la que se consulta dentro del marco de un proceso judicial. Su función principal consiste en analizar de forma objetiva una situación concreta y elaborar un dictamen pericial: un informe técnico que se presenta como medio de prueba ante el tribunal.
Este documento permite aclarar aspectos que requieren experiencia profesional en un ámbito específico. Por ejemplo, en un caso de negligencia médica, el juez necesita que un experto en medicina valore si la actuación del profesional sanitario fue correcta. En una disputa por un ciberdelito, un especialista en informática debe examinar las evidencias digitales.
Las funciones principales de un perito judicial incluyen:
- Emitir un dictamen independiente en su especialidad sobre el asunto en cuestión
- Redactar el informe por escrito, siguiendo los requisitos formales establecidos
- Ratificar sus conclusiones ante el tribunal cuando sea citado
- Responder a las preguntas de las partes y del juez sobre aspectos técnicos
La imparcialidad es un principio irrenunciable. El artículo 335.2 de la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento Civil (LEC) establece que, incluso cuando actúa como perito de parte, su testimonio debe sustentarse en pruebas y análisis objetivos. Si incumple este principio, su aporte puede ser declarado sin valor judicial y deberá afrontar consecuencias legales.
Los peritos judiciales pueden ser designados de dos formas: por el propio juzgado a través de las listas oficiales (perito de oficio) o por una de las partes involucradas en el litigio (perito de parte). En ambos casos, su misión es la misma: aportar conocimientos técnicos que ayuden a esclarecer los hechos.
Requisitos para ser perito judicial
Para ejercer como perito judicial en España es necesario cumplir una serie de condiciones establecidas principalmente en el artículo 340 de la LEC. Estos requisitos garantizan que quien colabora con los tribunales lo haga con todas las garantías de competencia e integridad.
Los requisitos fundamentales son:
- Carecer de antecedentes penales, ya que se trata de una figura que debe actuar con máxima integridad
- Poseer una titulación que acredite conocimientos en el área de especialización, o bien experiencia profesional demostrable
- Estar inscrito en un colegio profesional o asociación reconocida, cuando exista uno en el área de especialización
- Contar con conocimientos en peritaje judicial, preferiblemente acreditados mediante formación específica
- Disponer de un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles errores técnicos
Además, el funcionario con dedicación exclusiva no puede realizar peritajes judiciales privados sin autorización de compatibilidad, no siendo el peritaje en sí incompatible, sino su ejercicio sin autorización. Tampoco puede actuar como perito quien haya sido sancionado disciplinariamente con una medida que se lo impida, o quien tenga algún interés personal en el asunto.
La inclusión en las listas colegiales es el mecanismo ordinario para la designación de peritos de oficio, pero no constituye un requisito imprescindible, pudiendo el juez nombrar a otro perito cualificado.
Estudios necesarios para ser perito judicial
La titulación exigida depende del ámbito de especialización. La LEC distingue claramente entre dos tipos de peritos judiciales según la materia sobre la que emitan sus dictámenes.
- Los peritos titulares intervienen en materias que requieren un título oficial para ejercer actividades profesionales. Esto incluye todas las que son objeto de titulación universitaria: Medicina, Derecho, Arquitectura, Ingeniería, Psicología, Economía, entre otras. En estos casos, el perito debe poseer obligatoriamente el título oficial correspondiente.
- Los peritos no titulares actúan en materias que no están comprendidas en carreras universitarias ni títulos profesionales oficiales. Aquí pueden ejercer personas entendidas en dichas materias que acrediten sus conocimientos técnicos o un mínimo de tres años de experiencia profesional demostrable en el sector.
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Especialidades de peritaje más demandadas
El peritaje judicial abarca prácticamente todas las áreas del conocimiento. La variedad de especialidades refleja la complejidad de los asuntos que llegan a los tribunales.
- Perito médico: evalúa daños físicos, psicológicos o secuelas derivadas de accidentes, enfermedades o mala praxis sanitaria. Elabora informes de valoración de daños corporales, incapacidades y negligencias médicas. Requiere el título de Medicina y, frecuentemente, especialización adicional.
- Perito informático: examina dispositivos electrónicos, analiza evidencias digitales, detecta fraudes informáticos y verifica la autenticidad de documentos electrónicos. Es una especialidad en auge debido al incremento de la ciberdelincuencia. Interviene en casos de phishing, hacking, acoso en redes sociales o conflictos por propiedad intelectual.
- Perito economista: analiza cuestiones contables, financieras o fiscales. Participa en procedimientos de divorcio, herencias, reclamaciones de daños económicos, concursos de acreedores y casos de delitos económicos. Requiere formación en Economía, ADE o Contabilidad.
- Perito forense o criminalístico: interviene en el ámbito penal aportando pruebas científicas sobre los hechos investigados. Comprende disciplinas como la medicina legal, toxicología, balística o documentoscopia. La criminología aplicada al derecho proporciona herramientas esenciales para este perfil.
- Perito calígrafo: verifica la autenticidad de firmas y documentos manuscritos. Su intervención es frecuente en casos de falsificación documental o disputas sobre testamentos.
- Perito psicólogo: realiza evaluaciones sobre el estado mental de imputados, valoraciones de daño psicológico en víctimas o informes de idoneidad parental en casos de custodia.
Otras especialidades con demanda creciente incluyen el peritaje inmobiliario, el de accidentes de tráfico, el tributario y el de propiedad intelectual.
Oportunidades laborales y salariales
El peritaje judicial ofrece múltiples vías de ejercicio profesional. Muchos peritos trabajan por cuenta propia, colaborando con abogados, juzgados o compañías aseguradoras que requieren sus servicios para resolver casos concretos. Otros combinan esta actividad con su profesión principal, lo que resulta perfectamente compatible.
Las principales formas de ejercer son:
- Perito de parte: contratado directamente por una de las partes del litigio para elaborar un informe que respalde su posición
- Perito de oficio: designado por el juzgado a través de las listas de colegios profesionales
- Perito en mediación y arbitraje: actúa como intermediario técnico para lograr acuerdos entre partes
- Perito para aseguradoras: evalúa siniestros y daños en el sector de los seguros
En cuanto a la remuneración, los honorarios de un perito judicial no están regulados desde la entrada en vigor de las Leyes de Competencia (BOE, 2007). Cada profesional establece libremente sus tarifas según la complejidad del caso.
Según datos de Glassdoor (2025), el salario medio de un perito judicial en España se sitúa en torno a los 47.500 euros brutos anuales, con un rango que oscila entre 40.000 y 47.500 euros para la mayoría de profesionales. Sin embargo, quienes inician su trayectoria pueden percibir entre 15.000 y 30.000 euros anuales, mientras que los peritos consolidados en especialidades de alta demanda superan ampliamente esas cifras.
Los honorarios por informe pericial varían entre 300 y 5.000 euros, dependiendo de factores como:
- Complejidad técnica del caso
- Tiempo invertido en el análisis
- Necesidad de realizar pruebas específicas o desplazamientos
- Especialidad y experiencia del perito
El precio por hora de trabajo puede situarse entre 50 y 200 euros, aunque estos valores son orientativos y fluctúan según el mercado y la ubicación geográfica.
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El peritaje judicial constituye una salida profesional con proyección para quienes poseen conocimientos especializados y desean contribuir al sistema de justicia. La demanda de peritos sigue creciendo, especialmente en áreas como la tecnología, la economía y la criminalística. Formarse adecuadamente y mantenerse actualizado son las claves para destacar en un campo donde la precisión técnica y la imparcialidad marcan la diferencia. Si buscas una formación que integre el análisis jurídico con la investigación del delito, el Doble Grado en Derecho y Criminología te proporciona una visión completa del sistema judicial y las herramientas para intervenir en él como experto.
Preguntas frecuentes sobre ser perito judicial
¿Puedo ser perito judicial sin título universitario?
Sí, en materias que no requieren titulación oficial. En esos casos, debes acreditar al menos tres años de experiencia profesional demostrable en el sector y contar con conocimientos técnicos suficientes.
¿Es obligatorio colegiarse para ejercer como perito?
Para figurar en las listas de peritos de oficio, sí es necesario estar inscrito en un colegio profesional o asociación reconocida. Para actuar como perito de parte, no siempre es obligatorio, aunque sí recomendable.
¿Cuánto tiempo se tarda en obtener la habilitación como perito judicial?
Una vez cumplidos los requisitos de formación y colegiación, la inscripción en las listas suele resolverse en pocas semanas. El plazo exacto varía según el colegio profesional y la comunidad autónoma.
¿Se puede ejercer como perito judicial a tiempo parcial?
Sí, muchos peritos combinan esta actividad con su profesión principal. Es una opción habitual que permite diversificar ingresos y aplicar conocimientos especializados en el ámbito judicial.
¿Cuál es la diferencia entre perito y perito judicial?
Un perito es cualquier profesional con conocimientos acreditados en un área específica que puede elaborar informes técnicos en contextos privados (empresas, aseguradoras, particulares). El perito judicial, en cambio, es aquel que interviene específicamente en un procedimiento judicial, ya sea designado por el juez o contratado por una de las partes del litigio.