Aunque cuando compramos algo solemos convencernos a nosotros mismos de que lo hacemos por necesidad, lo cierto es que a menudo no es así. El mero acto de adquirir un producto o servicio nos provoca una satisfacción inmediata, pues el cerebro libera dopamina y endorfinas en el proceso. Por tanto, no es de extrañar que muchas personas desarrollen una adicción a esta sensación.
Esta tendencia a las compras compulsivas tiene un nombre: oniomanía. Quienes estén interesados en abordar esta problemática desde una perspectiva profesional, pueden estudiarla en el Máster en Psicología General Sanitaria online de la Universidad Europea.
La oniomanía es un trastorno del control de los impulsos que se caracteriza por una necesidad incontrolable de comprar productos. Suelen ser artículos que la persona no necesita, y que se adquieren para lidiar con el estrés o desviar la mente de emociones negativas.
A diferencia de las compras ocasionales por impulso, la compra compulsiva implica una frecuencia y un gasto desmesurados. Por esta razón, a veces termina provocando sentimiento de culpa y, en casos extremos, problemas financieros al comprador.
Una persona puede desarrollar oniomanía por distintos motivos. Algunos de los factores más comunes que la provocan son:
El impacto de la compra compulsiva en la salud mental es profundo y puede ser devastador. Las personas que sufren de oniomanía a menudo experimentan una intensa ansiedad y estrés debido a las consecuencias financieras de sus hábitos de compra.
Este estrés constante puede llevar a una disminución significativa de la calidad de vida, ya que el miedo a las deudas y las preocupaciones económicas se convierten en una carga emocional difícil de manejar.
Además, esta situación genera una espiral negativa en la que la necesidad de comprar para aliviar el malestar emocional se intensifica, perpetuando el problema.
Otro efecto común de la compra compulsiva es el sentimiento de culpa y vergüenza que experimentan las personas después de realizar una compra, puesto que el individuo se siente incapaz de controlar sus impulsos.
En casos muy graves, este ciclo de comportamiento y emociones puede llevar al aislamiento social: los afectados tienden a alejarse de sus círculos sociales por temor a ser juzgados o por la necesidad de ocultar sus dificultades financieras y emocionales.
El diagnóstico de la oniomanía puede ser complicado, ya que muchas personas niegan la gravedad de su problema o no son conscientes de que lo padecen. Para identificar este trastorno, se debe prestar atención a ciertos comportamientos y patrones:
Hay que prestar atención a lo anterior para detectar a tiempo el problema y evitar que escale. Existen diversas estrategias de prevención y apoyo con las que se puede ayudar a una persona con tendencia a la compra compulsiva:
Los profesionales de la psicología recomiendan a cada paciente técnicas de gestión adaptadas a su caso particular. El Máster en Psicología General Sanitaria en Madrid, por ejemplo, te capacita para diseñar tratamientos más avanzados, como veremos a continuación.
El tratamiento para la oniomanía generalmente requiere un enfoque multidisciplinario que puede incluir:
En general, la formación en psicología general sanitaria es esencial para ayudar a las personas que se enfrentan a la oniomanía u otros trastornos. Si quieres profundizar en estas técnicas y su aplicación en el ámbito profesional, nuestro Máster en Psicología General Sanitaria en Canarias es otra posible opción.
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