
Como ya comentamos en un artículo anterior, el objetivo principal del aula inclusiva es ofrecer una educación basada en la igualdad de oportunidades y de calidad.
Es decir, una educación que garantice la atención de las diferencias o necesidades cognitivas, socioeconómicas y culturales de cada uno de los estudiantes de un centro o aula, al mismo tiempo que se le anima a esforzarse para alcanzar su máximo rendimiento formativo y personal.
Para hacerlo posible, esta visión educativa se apoya en la implantación de estrategias de inclusión y el uso de metodologías inclusivas en el aula. En cuanto a estas últimas, a continuación, hemos recopilado algunas de las más comunes:
El aprendizaje basado en proyectos / aprendizaje basado en problemas es una metodología inclusiva en la que el docente propone un tema o reto para que el estudiante o conjunto de la clase debata y se documente sobre él, busque soluciones posibles, trace un plan de acción y lo lleve a la práctica.
Competencias didácticas:
Más información: Curso de Innovación Educativa y Metodologías Activas
Esta metodología inclusiva está ideada para que el docente aliente a sus alumnos para que vayan un paso más allá en sus habilidades de pensamiento: de la memorización mecánica a la comprensión profunda de los conceptos que estudian y la relación de estos con su entorno, con su día a día.
Competencias didácticas:
En el aprendizaje cooperativo y en el aprendizaje colaborativo, la clase se divide en grupos pequeños y heterogéneos. Los integrantes de cada uno de ellos deben coordinarse y trabajar conjuntamente para resolver las tareas que el docente plantea. Un estudiante sólo podrá alcanzar sus objetivos si el resto de sus compañeros consiguen los suyos.
Competencias didácticas:
También, conocida como flipped classroom. Esta técnica consiste en que los estudiantes inviertan el tiempo que pasan fuera del aula para adquirir los conceptos más teóricos y realizar tareas, mientras que el rato de clase se pone en común la información y se debate sobre ella, se resuelven dudas y se consolida el aprendizaje con actividades prácticas. Todo ello con el docente como guía y apoyándose en el uso de las nuevas tecnologías.
Competencias didácticas:
La gamificación educativa se caracteriza por la aplicación de elementos típico del juego a otras actividades del entorno educativo para conseguir unos mejores resultados de los estudiantes (afianzamiento de conocimientos, asimilación y desarrollo de destrezas nuevas, etc.), a la vez que estos se divierten.
Competencias didácticas:
El pensamiento computacional se caracteriza por que los alumnos trabajen en grupo para resolver retos o problemas planteados por el docente apoyándose en algunos aspectos de la Informática, así como en el manejo de herramientas para aprender a programar y/o en la construcción de robots educativos.
Competencias:
A través de esta metodología inclusiva, los estudiantes desarrollan competencias emocionales que les ayudarán a afrontar mejor los retos de la vida, además de ganar en bienestar personal y social.
Gracias a la educación emocional, aprenden a descubrir, identificar, gestionar y expresar sus emociones, pero también a conocer los sentimientos de las personas que les rodean.
Competencias:
Más información: Curso en Inteligencia Emocional
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