

Los conflictos son inherentes a las relaciones humanas, pero la forma en que decidimos abordarlos define no solo su resolución, sino también el futuro de las relaciones entre las partes. Los Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC) representan una transformación profunda en nuestra manera de entender y gestionar los desacuerdos, alejándose del modelo adversarial tradicional para apostar por alternativas más colaborativas y eficientes.
Desde una perspectiva antropológica y socio-educativa, es fundamental reconocer que los MASC no son procesos neutros, sino que deben tener en cuenta los códigos culturales, valores y formas de relación de los grupos sociales implicados. La eficacia de estos mecanismos dependerá, en gran medida, de su sensibilidad intercultural y de su capacidad para adaptarse a las necesidades específicas de cada contexto.
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¿Qué son los MASC?
Los MASC son mecanismos extrajudiciales diseñados para resolver conflictos sin necesidad de iniciar un proceso judicial. Se trata de actividades negociadoras en las que las partes enfrentadas buscan, de buena fe, alcanzar un acuerdo que ponga fin a la controversia.
¿Cuál es la diferencia con un juicio tradicional? Lo que los distingue es su naturaleza voluntaria y colaborativa. En lugar de que un juez imponga una solución, son las propias partes quienes construyen el acuerdo, ya sea por sí mismas o con la ayuda de una tercera persona neutral que facilita el diálogo.
Con la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Eficiencia Procesal 1/2025, la nueva regulación ha establecido estos medios como un paso previo obligatorio antes de acudir a los tribunales en asuntos civiles y mercantiles. Esto significa que, salvo excepciones específicas que veremos más adelante, deberás intentar resolver tu conflicto mediante un MASC antes de presentar una demanda judicial.
¿Para qué sirven los MASC?
Su utilidad principal radica en ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades reales de las partes, más allá de lo que establece estrictamente la norma legal.
Sirven para descongestionar el sistema judicial, permitiendo que los tribunales se concentren en aquellos asuntos que verdaderamente requieren una resolución jurisdiccional. Pero, más importante aún, sirven a las personas: les devuelven el protagonismo en la resolución de sus propios conflictos.
Estos mecanismos son especialmente útiles cuando:
- Existe voluntad de mantener una relación futura entre las partes
- El conflicto tiene componentes técnicos que requieren conocimiento especializado
- Se busca una solución rápida que evite la paralización de proyectos o actividades empresariales
- La confidencialidad es prioritaria
- Las partes prefieren soluciones creativas que un tribunal no podría ordenar
¿Qué validez tiene un acuerdo alcanzado mediante un MASC?
Los acuerdos logrados en un MASC adquieren plena validez jurídica y se convierten en títulos ejecutivos una vez formalizados. Para ello, puedes optar por tres vías: elevar el acuerdo a escritura pública ante notario, solicitar su homologación judicial, u obtener el correspondiente certificado de conciliación registral. Una vez formalizado por cualquiera de estos medios, el acuerdo tiene la misma fuerza que una sentencia judicial y puede ejecutarse directamente si alguna parte incumple lo pactado.
Principales características de los MASC
Existen al menos 5 características clave que distinguen a los Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC):
- Rapidez y flexibilidad. A diferencia de los procedimientos, los MASC ofrecen tiempos de resolución significativamente más cortos. Los conflictos son dinámicos y requieren soluciones ágiles que se adapten a las circunstancias cambiantes de las partes. Las sesiones pueden adaptarse a los horarios de los participantes y, en muchos casos, realizarse de forma telemática, facilitando el acceso sin desplazamientos innecesarios.
- Economía procesal. Los MASC suponen un ahorro considerable de costes comparado con un litigio. No solo se reducen las tasas judiciales y honorarios prolongados, sino que también se minimizan los costes indirectos: tiempo invertido, desplazamientos y el desgaste emocional que conlleva un proceso judicial adversarial.
- Confidencialidad. Todo lo que se discute durante un proceso MASC es estrictamente confidencial. Esta característica resulta fundamental cuando están en juego la reputación empresarial, secretos comerciales o asuntos personales sensibles que las partes no desean que trasciendan públicamente.
- Control sobre el resultado. Las partes mantienen el control total sobre la solución. No hay una sentencia impuesta desde arriba, sino un acuerdo construido colaborativamente. Esto aumenta significativamente las posibilidades de que ambas partes cumplan voluntariamente con lo pactado, ya que sienten el resultado como propio.
- Preservación de relaciones. A diferencia del litigio tradicional que tiende a polarizar posiciones, los MASC buscan mantener o restaurar las relaciones entre las partes. Esto es especialmente valioso en conflictos entre socios comerciales, comunidad de vecinos, familiares o cualquier situación donde exista interés en preservar vínculos futuros.
¿Cuáles son los tipos de MASC? ejemplos prácticos
Para comprender mejor cómo funcionan los Medios Adecuados de Solución de Controversias (MASC), veamos los principales tipos regulados y algunos ejemplos concretos de su aplicación:
Mediación
Dos o más partes intentan alcanzar un acuerdo con la intervención de una persona mediadora neutral que facilita el diálogo sin proponer soluciones. El rol de mediador sirve para ayudar a las partes a identificar sus verdaderos intereses, mejorar la comunicación y explorar opciones creativas.
Existen diferentes tipos de mediación que pueden aplicarse en múltiples contextos: desde conflictos familiares y escolares hasta disputas empresariales o comunitarias.
Ejemplo práctico: dos personas socias de una empresa de tecnología tienen desacuerdos sobre la dirección estratégica del negocio. Una quiere expandirse internacionalmente mientras la otra prefiere consolidar el mercado local. En lugar de disolver la sociedad judicialmente, acuden a mediación. Quien media les ayuda a expresar sus preocupaciones reales (una teme la pérdida de control, la otra el estancamiento) y colaboran para diseñar un plan gradual que satisface ambas visiones.
Conciliación privada
Una persona experta con conocimientos técnicos o jurídicos relacionados con la materia en conflicto ayuda a las partes a alcanzar un acuerdo. A diferencia de la mediación, en la conciliación sí se puede hacer propuestas concretas de solución.
Ejemplo práctico: un promotor inmobiliario y una comunidad de propietarios tienen una disputa sobre defectos constructivos en un edificio recién entregado. Designan como conciliador a una persona especialista en arquitectura y patología de la construcción. Esta examina los defectos, valora los costes de reparación y propone un plan de actuación con plazos específicos que ambas partes aceptan.
Oferta vinculante confidencial
Una parte formula una oferta concreta de solución a la otra, quedando obligada a cumplirla si es aceptada. Este MASC es especialmente útil cuando una parte quiere poner fin rápidamente al conflicto asumiendo ciertas condiciones.
Ejemplo práctico: una empresa proveedora tiene una deuda pendiente con un cliente corporativo que disputa la calidad de ciertos productos entregados. La empresa formula una oferta vinculante: reducción del 30% sobre la factura total más reposición gratuita de los productos cuestionados. El cliente, tras valorar costes y tiempos de un litigio, acepta la oferta y el conflicto queda resuelto en pocos días.
Opinión de experto independiente
Las partes solicitan de común acuerdo la opinión técnica de una persona experta sobre aspectos específicos del conflicto. Aunque esta opinión no es vinculante jurídicamente, suele tener un peso considerable para alcanzar un acuerdo.
Ejemplo práctico: dos empresas tecnológicas disputan sobre una posible infracción de patente de software. Designan a una persona independiente que se especialice en ingeniería informática y protección industrial para que analice técnicamente si existe similitud sustancial entre ambos desarrollos. Su informe detallado ayuda a las partes a valorar objetivamente sus posiciones y negociar un acuerdo de licencia cruzada.
Derecho colaborativo
Ambas partes, asistidas por sus respectivos equipos legales formados en este método, se comprometen a negociar de buena fe sin acudir a los tribunales. Si la negociación fracasa, este equipo no podrá representarles en el litigio posterior.
Ejemplo práctico: una pareja empresaria decide separarse tanto personal como profesionalmente. Optan por el derecho colaborativo: cada uno con su equipo legal especializado, se reúnen regularmente para distribuir el patrimonio común y reorganizar la estructura societaria de sus negocios. El compromiso de no litigar genera un clima de transparencia que permite alcanzar acuerdos equitativos en menos de tres meses.
Con la entrada en vigor de la Ley Orgánica 1/2025, estos mecanismos se han convertido en un requisito de procedibilidad para la mayoría de asuntos civiles y mercantiles en España, consolidándose como una herramienta esencial en el sistema de justicia contemporáneo.
La capacidad de facilitar acuerdos, gestionar conflictos constructivamente y encontrar soluciones creativas que satisfagan los intereses de todas las partes representa una ventaja competitiva invaluable en el entorno profesional actual.
Preguntas frecuentes sobre los MASC
¿Qué ocurre si la contraparte se niega a participar en un MASC?
Si invitas formalmente a la otra parte a participar en un MASC y esta rechaza o no comparece, habrás cumplido con el requisito de procedibilidad. Deberás acreditar documentalmente que realizaste la invitación de forma efectiva (con constancia de recepción), la fecha y el contenido de la propuesta. Con esta documentación podrás presentar tu demanda judicial sin más dilaciones.
¿Cómo acreditar que has intentado un MASC?
La acreditación varía según el tipo de MASC utilizado. Sin intervención de tercero neutral, basta con un documento firmado por ambas partes donde consten: identidades, fechas, objeto de la controversia y declaración de haber negociado de buena fe.
Si no ha habido negociación efectiva, deberás acreditar que la contraparte recibió tu solicitud o propuesta, la fecha de recepción y que pudo acceder a su contenido.
Con intervención de tercero neutral (mediador, conciliador, experto), este profesional expedirá un documento certificando la negociación de buena fe de ambas partes o, en su caso, el intento y la forma en que se realizó la citación efectiva.
¿Cuándo son obligatorios los MASC?
Los MASC son obligatorios en asuntos civiles y mercantiles, incluidos los conflictos transfronterizos, pero no aplican a materias laborales, penales ni concursales. Antes de presentar una demanda, debes acreditar que intentaste resolver el conflicto mediante un MASC, aunque no se haya alcanzado un acuerdo. Sin embargo, no es necesario acudir a un MASC en casos como la tutela judicial civil de derechos fundamentales, procesos monitorios, división judicial de patrimonios, efectividad de títulos ejecutivos, procedimientos de jurisdicción voluntaria o supuestos de acumulación subjetiva de acciones.