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Hay personas que aprenden a través de la experiencia directa y la participación, mientras que otras prefieren escuchar atentamente a su interlocutor, tomar apuntes o elaborar sus propios esquemas. La cuestión es que no hay una única forma, sino que cada uno de nosotros puede sentirse más cómodo con un estilo de aprendizaje u otro.
Conoce cuáles son los estilos de aprendizaje más comunes en las aulas de ludotecas, colegios e institutos, que podrás ver con más detalle en el Curso en Educación Personalizada.
Los estilos de aprendizaje son una mezcla de factores cognitivos, afectivos y fisiológicos que determinan la forma con la que un estudiante se siente más cómodo a la hora de procesar, organizar y retener la información durante el proceso de aprendizaje.
Hoy en día, es importante que maestros y profesores sepan identificar los estilos de aprendizaje de sus estudiantes, ya que esto les ayudará a:
Con el paso de los años, han surgido diferentes teorías y modelos que intentan clasificar los estilos de aprendizaje. Algunos de los más conocidos son:
Estos estudiantes prefieren la lógica y el razonamiento. Tienen mucha facilidad para comprender los planteamientos, además de para entender las razones que hay detrás del funcionamiento de las cosas. Usan mucho el esquema como técnica de estudio.
Este estilo de aprendizaje es característico de personas que prefieren trabajar en grupo. También, compartir sus conclusiones con otros compañeros y llevarlas a la práctica. El role playing es una técnica ideal para ellos.
Los estudiantes que optan por este estilo de aprendizaje suelen ser personas que prefieren la soledad y la tranquilidad para estudiar, además de que acostumbran a ser muy reflexivas. Les gusta realizar autoevaluaciones.
Para este tipo de alumnos, es importante que los contenidos estén bien estructurados. Asimilan mejor las ideas por medio de las imágenes, los diagramas, los gráficos, los vídeos y los mapas mentales.
A este alumnado se le da bien aprender a través de la escucha comprensiva, ya sea atendiendo a las explicaciones del docente en el aula, una conferencia educativa o un debate, por ejemplo.
Los alumnos con este estilo de aprendizaje asimilan mejor los conocimientos leyendo apuntes o elaborando los suyos propios.
Es al que habitualmente recurren las personas a las que les resulta más sencillo procesar información a través del tacto y el movimiento. Para ello, se apoyan en la construcción de simulaciones y la realización de experimentos.
Es importante recalcar que la mayoría de los estudiantes poseen una combinación de estos estilos de aprendizaje, no tienen una preferencia determinada. En cualquier situación, lo óptimo es que los docentes utilicen esta información para crear métodos de enseñanza más diversos y, sobre todo, adaptados a las necesidades individuales de cada alumno. De este modo, se les brinda la oportunidad de desarrollar su potencial al máximo.
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