
La criopreservación humana y sus aplicaciones en reproducción asistida
9 de Octubre de 2025

La medicina avanza a tal velocidad que conceptos que hasta hace no mucho sonaban a ciencia ficción son hoy técnicas reales con multitud de aplicaciones prácticas. Es el caso de la criopreservación humana, un procedimiento que permite conservar células, tejidos e incluso organismos completos a temperaturas extremadamente bajas para su uso en el futuro.
La criopreservación ha revolucionado la medicina reproductiva, la oncología y la investigación genética, y el interés por ella ha crecido considerablemente en las últimas décadas. A continuación, veremos en qué consiste exactamente esta técnica, que se estudia en profundidad en el Máster en Reproducción Asistida de la Universidad Europea, junto a otros procedimientos médicos avanzados relacionados con la fertilidad.
¿Qué es la criopreservación humana?
La criopreservación humana es un proceso que consiste en conservar células y tejidos humanos a temperaturas muy bajas, generalmente utilizando nitrógeno líquido a -196 °C, para detener toda actividad biológica y evitar su deterioro. Así, estos puedan almacenarse durante largos periodos de tiempo sin perder funcionalidad.
Este procedimiento es muy común en el campo de la medicina reproductiva, ya que permite preservar óvulos, espermatozoides y embriones, pero también se utiliza en bancos de tejidos y para conservar células madre.
Tipos de criopreservación humana en el ámbito reproductivo
En el área de la reproducción asistida, se puede optar por congelar óvulos, espermatozoides o embriones viables. Veamos los distintos tipos de criopreservación y en qué casos se llevan a cabo.
Criopreservación de óvulos
La criopreservación de óvulos es una opción cada vez más popular entre mujeres que desean posponer la maternidad por motivos personales, profesionales o de salud. Por ejemplo, una paciente oncológica puede congelar sus óvulos antes de someterse a un tratamiento agresivo de quimioterapia, ya que este puede comprometer la fertilidad.
En estos casos, los óvulos se extraen, se congelan y se almacenan para su uso en el futuro. Esto puede hacerse cada vez más eficazmente gracias a la vitrificación, un método de congelación ultrarrápida que evita la formación de cristales de hielo, principales responsables del daño celular.
Criopreservación de esperma
Los hombres también pueden recurrir a la congelación de espermatozoides antes de un tratamiento médico invasivo, al igual que las mujeres. También es común que lo hagan en procedimientos de fecundación in vitro. Además, es una opción para conservar la fertilidad en caso de vasectomía o cuando se enfrentan a enfermedades degenerativas.
Criopreservación de embriones
Es una de las técnicas más utilizadas en los tratamientos de fertilidad. Una vez que se han fecundado los óvulos y se han generado embriones viables, estos se congelan para utilizarse en ciclos posteriores, o si hay algún fallo en el ciclo inicial.
Al preservar embriones ya desarrollados, las tasas de éxito suelen ser más elevadas que con óvulos o espermatozoides por separado. Por otro lado, gracias a este tipo de criopreservación están surgiendo bancos de embriones y, con ellos, nuevas oportunidades en el campo de la reproducción asistida y la donación.
¿Cómo se realiza la criopreservación humana?
El proceso de criopreservación varía dependiendo del tipo de célula o tejido que se desea conservar, pero en líneas generales, sigue los siguientes pasos:
- Preparación y recolección del material biológico: ya sean óvulos, esperma, embriones o tejidos, deben obtenerse en condiciones óptimas.
- Aplicación de crioprotectores: estas sustancias químicas protegen las células de la formación de cristales de hielo durante la congelación.
- Congelación:
- Congelación lenta: se reduce la temperatura gradualmente.
- Vitrificación: se realiza una congelación ultrarrápida que convierte el agua en un estado vítreo sin cristales.
- Almacenamiento en nitrógeno líquido: el material biológico se conserva a -196 °C en tanques especializados.
- Descongelación o desvitrificación: cuando llega el momento de usar el material, se realiza un proceso controlado de calentamiento para evitar daños.
La correcta ejecución de este proceso requiere de conocimientos técnicos muy especializados, por lo que la formación académica en esta área es clave para garantizar su efectividad y seguridad. Los profesionales deben dominar el uso de crioprotectores y conocer bien la normativa en bioética.
Aplicaciones más allá de la reproducción
La criopreservación se asocia principalmente a la medicina reproductiva, pero tiene otras muchas aplicaciones. Se utiliza, por ejemplo, para conservar células madre de cara a futuros tratamientos regenerativos, en bancos de tejidos para trasplantes, e incluso en ensayos clínicos relacionados con terapias avanzadas.
Además, existe una creciente línea de investigación en torno a la criopreservación de órganos completos, un avance que podría transformar drásticamente la medicina de trasplantes. También se exploran sus usos en el ámbito de la criónica, aunque esta rama todavía se considera especulativa y despierta múltiples cuestiones a nivel ético.
Por todo esto, la criopreservación humana es una de las fronteras más apasionantes de la biomedicina actual. No solo ayuda a preservar la fertilidad, sino que está abriendo nuevas vías de innovación en las distintas especialidades de medicina, y su gran proyección hará que la demanda de perfiles especializados siga creciendo en los próximos años.
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