En el artículo de hoy te traemos otra propuesta de metodología educativa innovadora que tiene por objetivos reducir el fracaso escolar, mejorar la convivencia y fomentar la comunicación. Nos referimos a las comunidades de aprendizaje.
Si es la primera vez que escuchas hablar de ellas, no te preocupes porque, a continuación, te vamos a explicar en qué consiste esta nueva manera de aprender y cómo este método didáctico puede ayudaros a tus compañeros y a ti a transformar la educación.
A grandes rasgos, las comunidades de aprendizaje son grupos reducidos de estudiantes de diferentes niveles, géneros, culturas y situación socioeconómica que trabajan colaborativamente en una misma tarea y de la que todos son conscientes.
En cada grupo hay un adulto, generalmente un docente, aunque también puede ser un familiar o una persona voluntaria, que los orienta durante el trascurso de la actividad (no hace de líder, ni lleva la voz cantante) y los anima para que participen y dialoguen.
Si bien la responsabilidad en la educación es compartida, ya que todos los participantes (estudiantes, docentes, familiares, voluntarios, etc.) tienen un papel importante, el verdadero aprendizaje deriva de la interacción entre los alumnos y alumnas del grupo de trabajo.
Ahora bien, las comunidades de aprendizaje no son algo exclusivo de las aulas. También, pueden crearse por y para el profesorado, con la idea de desarrollar prácticas docentes diferentes y perder así el miedo a innovar. E, incluso, llegar más lejos y determinar que todo un centro educativo funcione como una comunidad de aprendizaje.
A grandes rasgos, las comunidades de aprendizaje son grupos reducidos de estudiantes de diferentes niveles, géneros, culturas y situación socioeconómica que trabajan colaborativamente en una misma tarea y de la que todos son conscientes.
En cada grupo hay un adulto, generalmente un docente, aunque también puede ser un familiar o una persona voluntaria, que los orienta durante el trascurso de la actividad (no hace de líder, ni lleva la voz cantante) y los anima para que participen y dialoguen.
Si bien la responsabilidad en la educación es compartida, ya que todos los participantes (estudiantes, docentes, familiares, voluntarios, etc.) tienen un papel importante, el verdadero aprendizaje deriva de la interacción entre los alumnos y alumnas del grupo de trabajo.
Ahora bien, las comunidades de aprendizaje no son algo exclusivo de las aulas. También, pueden crearse por y para el profesorado, con la idea de desarrollar prácticas docentes diferentes y perder así el miedo a innovar. E, incluso, llegar más lejos y determinar que todo un centro educativo funcione como una comunidad de aprendizaje.
Pero ¿por qué cada vez hay más colegios e institutos que apuestan por esta metodología educativa? Pues bien, además de lo dicho hasta ahora, las comunidades de aprendizaje se caracterizan por:
Por todos estos rasgos y beneficios, no es de extrañar que las comunidades de aprendizaje estén, poco a poco, ganando terreno a otras metodologías educativas que bien podrían catalogarse como “más tradicionales” y algo obsoletas si tenemos en cuenta los tiempos que corren.
Las comunidades de aprendizaje son un proceso dinámico, es decir, son algo que evolucionan para adaptarse y dar una respuesta adecuada a los retos educativos que surgen de los cambios sociales, culturales y tecnológicos de nuestro entorno.
Y son estos últimos, los relacionados con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los que han hecho que, actualmente, se conozcan dos modos de trabajar las comunidades de aprendizaje: presencial y virtual.
Los comparamos a continuación:
Tipos de comunicación: oral, escrita y audiovisual.
¿Cómo es la comunicación?: puede ser tanto síncrona como asíncrona.
Consulta de información: el material se “sube” a la Nube o está disponible en una plataforma virtual. En ambos casos, el estudiante puede acceder a la información siempre que lo necesite.
Material y herramientas de trabajo: ordenador o tableta, libros y otros textos en formato digital, material audiovisual, plataformas educativas virtuales, redes sociales, chats, etc.
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