La sociedad cambia, la tecnología evoluciona a pasos agigantados y la educación también. A lo largo de los años se han desarrollado diferentes metodologías que complementan a las formas tradicionales de dar clase, y los profesionales de la enseñanza deben saber implementarlas en su actividad diaria.
Estar al día y buscar maneras de innovar en este campo es esencial para cualquier docente que quiera ofrecer el mejor aprendizaje a su alumnado. En la Universidad Europea puedes encontrar el Máster en Innovación Educativa y otros masters online en Educación, donde conocerás diferentes metodologías y podrás formarte y actualizarte como profesional del sector.
El aprendizaje basado en retos o ABR es una metodología activa centrada en el desarrollo de las habilidades de resolución de problemas a través de desafíos. El objetivo de esta metodología es que los alumnos aprendan a trabajar en grupo y desarrollen un papel activo en su aprendizaje y su capacidad de pensamiento crítico. De este modo, adquieren los conocimientos, las habilidades y la confianza que necesitan para encontrar una solución al reto que se les plantea. Este marco de aprendizaje trata de simular experiencias reales para darle un sentido práctico a la educación.
Esta metodología existe desde hace décadas, pero recientemente ha ido adquiriendo relevancia en la comunidad educativa, junto con otras similares como el aprendizaje basado en proyectos. Aunque ambas tienen puntos en común, existen algunas diferencias que se explican a continuación.
El aprendizaje basado en retos y el aprendizaje basado en proyectos (ABP) comparten algunos objetivos y elementos de su puesta en práctica. Básicamente, ambos ponen al estudiante en el centro y fomentan el aprendizaje autónomo y colaborativo, aunque cada uno presenta matices diferentes.
En ambas metodologías se plantea una situación o un problema real y la necesidad de encontrar una solución, pero en cómo se plantea este problema y qué se hace con la solución es donde encontramos las diferencias.
El aprendizaje basado en proyectos es una metodología de enseñanza en la que el alumnado elabora un producto final en respuesta a un problema predefinido por el docente, que actúa como guía durante el proceso. En cambio, en el ABR, los estudiantes colaboran con el docente para proporcionar una solución concreta a un problema abierto del mundo real. Pero existen también otras diferencias:
En función de la finalidad del proyecto, del tiempo disponible o de los conocimientos que se quieran aplicar o adquirir, se elegirá una metodología u otra.
La metodología del aprendizaje basado en retos ofrece numerosos beneficios para el alumnado, como:
Para poder aprovechar todas las ventajas que ofrece el ABR y que el aprendizaje sea significativo, a la hora de implementarlo en el aula es necesario seguir unas fases determinadas. En términos generales, estas son: decidir el tema, hacer lluvias de ideas y formular preguntas, desarrollar el reto y la solución, comprobar el resultado final, compartir el trabajo y, por último, evaluarlo.
Además de estas fases, para que el ABR tenga éxito y sea provechoso para el alumnado, también hay que tener en cuenta otros aspectos como:
Todos estos aspectos se pueden poner en práctica en diferentes tipos de actividades.
Existen diferentes formas de aplicar el aprendizaje basado en retos en el aula en función del tiempo disponible, la etapa educativa o el objetivo que se persiga. Los docentes deben conocer las diferentes metodologías para fomentar el desarrollo de habilidades en los alumnos de la mejor forma posible.