Hace un par de años nació el Programa ACTÍVATE con el propósito de animar a las personas con cáncer de pulmón a que incorporen en su rutina el ejercicio físico, y así disminuir la fatiga y mejorar su calidad de vida, ya que existe una amplia muestra de estudios que han demostrado que incorporar una rutina de ejercicios a los hábitos diarios mejora el estado físico y psicológico de las personas con cáncer.
Se trata de una iniciativa impulsada por el programa Vive. Entrena. Cáncer. Enfrenta. (VEnCE) de la Fundación de la Universidad Europea, la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (ICAPEM), el Grup de Investigació i divulgació Oncològica (GIDO) y la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP), en colaboración con Roche. Este año ha arrancado en Zaragoza este martes, 21 de septiembre, y está previsto que se celebre hasta finales de año.
El Programa ACTÍVATE, que se dirige específicamente a pacientes con cáncer de pulmón en cualquier momento de su enfermedad, consta de diversas sesiones grupales de ejercicio de 90 minutos, que se realizarán en las instalaciones del Palacio de Deportes de Zaragoza. Todas ellas guiadas por un educador físico deportivo, especializado en esta patología. Durante las rutinas, se combinará ejercicio físico aeróbico y de fuerza, junto con otras pautas para mejorar la su capacidad física y emocional. Bajo esta visión de trabajo interdisciplinar se pretende ofrecer herramientas accesibles y útiles para que, una vez terminado el periodo de entrenamiento, los pacientes puedan continuar desarrollando ejercicio físico como parte de su rutina.
Itziar Pagola Aldazabal, vicedecana de Doble Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Fisioterapia de la Universidad Europea, ha recordado el compromiso de esta organización con el bienestar de la sociedad. “Desde la Fundación y, a través del grupo VEnCE, estamos desarrollando un programa de ejercicio físico en el Hospital Severo Ochoa de Madrid con pacientes de cáncer de pulmón, en el que se evalúa la condición física, así como aspectos de calidad de vida y fatiga antes y después de la intervención”.
Respecto al tipo de ejercicio más indicado para estas personas, Itziar comenta que las recomendaciones para este tipo de población son las mismas que para población general. “Es decir -añade-, al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio aeróbico vigoroso a la semana, a lo que hay que sumarle 2 o 3 veces en semana ejercicio de fuerza. Si bien es cierto, que las secuelas o consecuencias de las intervenciones y tratamientos hacen que en ciertos momentos estas recomendaciones no puedan cumplirse o deban adaptarse. Por lo que es fundamental que el ejercicio se prescriba por el oncólogo y esté diseñado, supervisado y evaluado por un educador físico deportivo, con el fin de que éste sea seguro, motivacional y adaptado a las necesidades reales de cada paciente”.
“Existe mucha evidencia científica que avala que la actividad física y el ejercicio es una intervención no farmacológica que ha demostrado mejorar muchos aspectos en los pacientes con cáncer”, ha destacado Pagola.
- Los pacientes interesados en participar en el programa pueden inscribirse enviando un mail a itziar.pagola@universidadeuropea.es