En la actualidad, el test de Cooper, usado como juego, es una forma para contribuir al desarrollo de las habilidades motoras entre los niños y cultivar la cultura del esfuerzo, uno de los pilares del Curso en Psicomotricidad Infantil de la Escuela de Innovación Educativa de la Universidad Europea.
A continuación, te contamos en qué consiste la prueba de Cooper y qué enfoque darle para sacar lo mejor de tus estudiantes durante las clases de Educación Física.
El test de Cooper es una prueba deportiva que consiste en recorrer a velocidad constante la máxima distancia posible en un tiempo de 12 minutos. Sirve para evaluar la resistencia aeróbica y la capacidad cardiopulmonar de una persona, además de ser muy útil para planificar rutinas de entrenamiento.
Este test fue diseñado por el coronel y médico Kenneth H. Cooper en 1968 con la intención de conocer el estado físico de sus subordinados en el ejército mediante un método económico, fácil y sencillo de poner en marcha. Tan solo se requiere de una zona libre para correr y un reloj o cronómetro para medir los tiempos.
Con el paso del tiempo, la prueba de Cooper se instauró en otros ámbitos como, por ejemplo, la preparación de deportistas de alto rendimiento o las pruebas de acceso a ciertas profesiones (bomberos, policía, etc.), hasta llegar a colegios e institutos de enseñanza secundaria.
El test de Cooper cuenta con unas tablas de baremos para medir la condición física de una persona en función de su sexo y edad. Sin embargo, estos datos están orientados a mujeres y hombres adultos.
Es, por esta razón, que algunos centros educativos han trabajado en estas tablas para adecuarlas a las condiciones físicas de un niño o adolescente, y que puedan servir de guía para evaluar a los estudiantes en las clases de Educación Física y llevar un seguimiento de sus mejorías.
Las siguientes tablas son ejemplos de adaptación de la prueba de Cooper que te pueden servir como referencia:
EDAD / EVALUACIÓN | Muy buena | Buena | Media | Baja | Muy baja |
11-12 años | ≥ 1.800 m | 1.600-1.700 m | 1.400-1.500 m | 1.200-1.300 m | ≤ 1.100 m |
13-14 años | ≥ 1.900 m | 1.700-1.800 m | 1.500-1.600 m | 1.300-1.400 m | ≤ 1.200 m |
15-16 años | ≥ 2.000 m | 1.800-1.900 m | 1.600-1.700 m | 1.400-1.500 m | ≤1.300 m |
17-20 años | ≥ 2.100 m | 1.900-2.000 m | 1.700-1.800 m | 1.500-1.600 m | ≤1.400 m |
EDAD / EVALUACIÓN | Muy buena | Buena | Media | Baja | Muy baja |
11-12 años | ≥ 2.200 m | 2.000-2.100 m | 1.800-1.900 m | 1.600-1.700 m | ≤ 1.500 m |
13-14 años | ≥ 2.500 m | 2.300-2.400 m | 2.100-2.200 m | 1.900-2.000 m | ≤ 1.700 m |
15-16 años | ≥ 2.600 m | 2.400-2.500 m | 2.200-2.300 m | 2.000-2.100 m | ≤ 1.800 m |
17-20 años | ≥ 2.700 m | 2.500-2.600 m | 2.300-2.400 m | 2.100-2.200 m | ≤ 1.900 m |
En estos últimos años, son muchos los expertos que han desaconsejado la aplicación del test de Cooper en el contexto escolar para medir y calificar los niveles de condición física del alumnado.
Este rechazo se debe, por un lado, a los riesgos que implica para la salud de un niño o adolescente (este tipo de sobreesfuerzo está contraindicado para ellos, ya que su organismo no está acabado de formar). Por otro lado, algunos expertos sugieren que este test fomenta la desigualdad y el rechazo hacia esta prueba por parte de los estudiantes que tengan una capacidad menor.
Ahora, ¿y si se le diera una vuelta a este planteamiento? ¿Y si, en su lugar, se hiciera una primera prueba al inicio del curso y, a lo largo de este, se entrenara y animara a los estudiantes a que mejoraran ese resultado? Con este otro enfoque la prueba de Cooper cobraría un sentido más pedagógico, ya que el objetivo no se centraría en la competitividad, sino en la autosuperación.
Si eres profesor de Educación Física y quieres preparar a tus estudiantes de cara a que se superen en esta prueba y alcancen sus metas, te dejamos algunas pautas básicas a tener en cuenta:
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