El deterioro del Mar Menor por el arrastre de desechos de la agricultura intensiva, la pérdida de biodiversidad en el Delta del Ebro por la llegada al río de fertilizantes y pesticidas, los incendios en Galicia provocados por el exceso de biomasa, etc. En toda la geografía española encontramos casos donde una mala administración de los residuos agrícolas y forestales ha tenido consecuencias desastrosas para el medioambiente y, además, para las economías regionales.
Esto nos demuestra lo importante que es una gestión sostenible de los sectores agrícola y forestal.
Si no se tratan adecuadamente, los residuos que generan estas industrias pueden tener un impacto ambiental muy negativo. En cambio, una buena planificación permite reutilizarlos y buscarles distintas aplicaciones sostenibles.
En el Máster en Gestión Ambiental de la Escuela de Sostenibilidad de la Universidad Europea, formamos a profesionales especializados para que contribuyan a un tratamiento de los residuos más eficiente y respetuoso con el planeta.
Por un lado, los residuos agrícolas son desechos que provienen de las actividades relacionadas con la agricultura, como restos de cosechas, paja o estiércol.
Por el otro lado, los residuos forestales son, por ejemplo, las ramas, hojas y cortezas que no se retiran después de las actividades de tala o mantenimiento de los bosques. A pesar de tener orígenes diferentes, ambos tipos de residuos comparten similitudes en cuanto a su composición orgánica y sus usos potenciales.
En muchos casos, estos desechos no se aprovechan y tampoco se gestionan debidamente. Esto puede contribuir a la contaminación del suelo y del agua, e incluso a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, la quema incontrolada de residuos puede liberar grandes cantidades de CO₂ y otros elementos contaminantes a la atmósfera.
Sin embargo, cuando se implementan estrategias para tratarlos de forma adecuada, se convierten en recursos muy valiosos para producir energía renovable o fertilizantes naturales. Una gestión sostenible no solo ayuda a mitigar su impacto ambiental, sino que también fomenta la economía circular.
Como hemos mencionado, con una buena gestión, los residuos se pueden aprovechar de tal forma que contribuyan a la sostenibilidad y la economía circular. La biomasa, tanto agrícola como forestal, puede utilizarse para producir energía renovable.
Además, al ser orgánicos, la mayoría de estos residuos pueden transformarse en abonos naturales para la agricultura ecológica. Pero veamos otros usos más concretos de los residuos:
Las empresas e instituciones especializadas en gestión ambiental juegan un papel crucial en el desarrollo de estrategias que permitan optimizar estos recursos. A nivel europeo, los fondos Next Generation EU incluyen varias líneas de actuación para fomentar la economía circular y la gestión sostenible de residuos.
Además, algunas comunidades autónomas como Castilla y León o Andalucía, donde los sectores agrícola y forestal son pilares económicos fundamentales, ofrecen sus propias ayudas e incentivos para el aprovechamiento de la biomasa y los desechos.
Estas iniciativas, unidas a las subvenciones que ofrece el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio para la Transición Ecológica, están provocando un aumento de la demanda de profesionales capacitados para encabezar proyectos sostenibles.
En España, los perfiles innovadores que sepan proponer alternativas eficientes para el aprovechamiento de los residuos, adaptándolas a las distintas regiones u organizaciones, encontrarán grandes oportunidades laborales en este ámbito.
Los residuos agrícolas y forestales son, en definitiva, tanto un desafío como una oportunidad. Si bien pueden tener consecuencias trágicas para el medioambiente cuando se acumulan y no se gestionan correctamente, también son una fuente valiosa de recursos renovables.
La formación en gestión ambiental es clave para afrontar estos retos, y la Universidad Europea ofrece programas especializados para quienes desean liderar el cambio hacia un futuro más sostenible.