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Educación
28 dic 2022

¿Qué es la estimulación temprana y cuáles son sus ventajas?

Editado el 11 Oct. 2023
estimulación temprana

Durante los primeros años de vida, el cerebro tiene una capacidad extraordinaria para crear nuevos circuitos neuronales en base a las experiencias y el aprendizaje. Sin embargo, para aprovechar esa enorme plasticidad cerebral es fundamental que los niños se expongan a los estímulos adecuados. Esa es precisamente la tarea de la estimulación temprana.

Si te gustaría trabajar en el desarrollo de los niños en una etapa tan importante como la infancia, deberías pensar en estudiar el Ciclo Formativo de Técnico Superior en Educación Infantil en el Centro de Formación Profesional Europeo de Madrid.

¿Cuáles son los objetivos de la estimulación temprana?

La estimulación temprana es un conjunto de técnicas de intervención educativas enfocadas en impulsar el desarrollo físico, cognitivo, afectivo y social de los niños durante sus primeros años de vida. Se centra en el periodo comprendido entre los 0 a 6 años con el objetivo de potenciar las habilidades y capacidades infantiles, promover el aprendizaje, así como prevenir cualquier transtornos del neurodesarrollo.

A través de la estimulación temprana se proporcionan diferentes experiencias que fomentan las potencialidades de los niños sanos y evitan que se produzca un retraso en su desarrollo psicomotor. No obstante, también puede utilizarse en niños que presentan algún problema de desarrollo para ayudarlos a alcanzar el nivel correspondiente a su edad cronológica.

¿En qué consiste la estimulación temprana?

La estimulación temprana consiste en una serie de actividades dirigidas a estimular el desarrollo infantil en distintas áreas:

  • Motricidad gruesa. Incluye actividades que mejoran la postura, la fluidez de los movimientos, el equilibrio y el control del cuerpo en general.
  • Motricidad fina. Son tareas diseñadas para ir perfeccionando el uso de las manos y los dedos, como los movimientos de agarre y pinza, así como la coordinación óculo-manual necesaria para llevarlas a cabo.
  • Área cognitiva. Incorpora actividades dirigidas a estimular las habilidades cognitivas de los niños, desde el lenguaje hasta la memoria, la atención y el pensamiento.
  • Área socioafectiva. Prevé actividades encaminadas a desarrollar las habilidades sociales de los niños y establecer vínculos emocionales saludables, ayudándoles a relacionarse mejor con los adultos y otros niños. .

En estas sesiones se recurre a estímulos variados, desde los sonidos ambientales hasta los juguetes, las luces o incluso la voz. Generalmente se diseña un conjunto de ejercicios, juegos y otras actividades adaptados a las características del niño. No obstante, también se pueden realizar sesiones de estimulación temprana con grupos de niños y niñas de la misma edad en las que participan los padres bajo la guía de profesionales especializados en atención temprana.

La importancia de las actividades de estimulación temprana para los niños

La infancia es la etapa más significativa del desarrollo. Durante esos primeros años se crean las bases fisiológicas para el desarrollo de las funciones cerebrales. De hecho, el cerebro triplica su tamaño durante los dos primeros años de vida y alcanza casi el 80% del peso de adulto.

Durante la infancia se establecen nuevas conexiones neuronales y se producen periodos críticos del desarrollo para la adquisición de habilidades tan importantes como el lenguaje o la escritura. La estimulación temprana se encarga precisamente de asegurarse de que los niños adquieran las destrezas fundamentales para su correcto desarrollo más tarde en la vida.

De esta forma, las actividades de estimulación temprana mejoran la capacidad de concentración, la memoria y el pensamiento infantil, habilidades cognitivas esenciales para promover un buen aprendizaje. Estas dinámicas también fomentan la autonomía infantil, tanto en materia de aprendizaje como de cuidado personal. De hecho, la estimulación temprana sienta las bases para crear unas rutinas de trabajo futuras que garanticen el éxito escolar, la independencia y la autoconfianza.

Por último, las actividades de estimulación temprana enfocadas en la socialización también son particularmente importantes porque favorecen la adquisición de las competencias sociales básicas. Así los niños pueden comenzar a desarrollar la empatía y la asertividad, mientras aprenden las normas de convivencia y adquieren las habilidades que les permiten adaptarse mejor a su entorno. Como resultado, es probable que cuando comiencen la etapa escolar tengan menos problemas de adaptación y no se conviertan en víctimas del bullying.

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