Musicoterapia y autismo: beneficios y estrategias

La musicoterapia puede integrarse de diversas formas en los entornos educativos, y presenta múltiples beneficios. Uno de los principales es que la música apoya el desarrollo de los estudiantes con TEA, dándoles la oportunidad de expresarse, trabajar sus habilidades comunicativas e interactuar socialmente.

En la Universidad Europea tienes la opción de especializarte tanto en este tipo de tratamiento, con el Curso en Musicoterapia, como en el autismo en sí, gracias al Curso TEA (Trastorno del Espectro Autista). Con estos programas te prepararás para afrontar los retos específicos de este tipo de terapia, cuyas particularidades explicaremos a continuación.

Los conceptos de musicoterapia y TEA

En primer lugar, conviene aclarar qué es la musicoterapia y qué es el autismo infantil. La musicoterapia es una forma de terapia que utiliza la música como herramienta para promover la salud mental, emocional, física y cognitiva. En una sesión de musicoterapia, el terapeuta emplea diversos elementos musicales, como la improvisación, la escucha activa, la composición y la interpretación, para ayudar a los individuos a alcanzar metas terapéuticas específicas.

El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición del desarrollo neurológico que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento de una persona. Se manifiesta de manera variable en cada individuo. De hecho, cada persona con autismo es única, con sus propias fortalezas, desafíos y necesidades.

Cómo se aplica la musicoterapia para el TEA

Es importante destacar que la musicoterapia para TEA se realiza bajo la supervisión de un terapeuta debidamente capacitado. Este tipo de expertos utilizan la música de manera intencional y adaptada a las necesidades del estudiante.

La colaboración entre educadores y profesionales de la salud es esencial para proporcionar intervenciones efectivas. Al integrar diferentes enfoques y trabajar en equipo, se pueden crear entornos de apoyo que fomenten el crecimiento, el desarrollo y el bienestar integral de los estudiantes.

Las intervenciones deben adaptarse a las necesidades individuales de cada alumno, garantizando siempre que sean seguras, divertidas y significativas para ellos. Entre las estrategias específicas de la musicoterapia para las personas con autismo, podemos destacar:

• Improvisación vocal: en estas actividades se anima al estudiante a vocalizar sonidos o palabras mientras el terapeuta crea un acompañamiento musical. Esto desarrolla las habilidades de comunicación verbal y no verbal.
• Canciones con gestos: trabajar con este tipo de canciones puede ayudar al estudiante a asociar palabras con acciones, facilitando la comprensión y la comunicación.
• Narración musical: consiste en crear historias utilizando la música y la improvisación instrumental. El estudiante participa eligiendo sonidos o instrumentos que representen diferentes partes de la historia.
• Juegos rítmicos: se utilizan instrumentos de percusión, como tambores o panderetas, para tocar ritmos simples y complejos que requieran de coordinación motora.
• Ejercicios de respiración: en ellos, se usan canciones con patrones marcados para enseñar técnicas de respiración profunda y controlada. Ayudan a reducir el estrés y la ansiedad mientras se mejora la coordinación respiratoria.
• Creación de música improvisada: esta actividad invita al estudiante a improvisar con instrumentos musicales para expresar sus emociones en el momento.
• Selección de música: se permite al estudiante elegir música que refleje sus emociones o estados de ánimo y luego se explora cómo esa música puede influir en sus sentimientos y comportamientos.
• Canciones con letras significativas: puede ser muy útil escuchar y analizar canciones con letras que aborden temas emocionales relevantes para el estudiante.

Beneficios de la música para el autismo

La musicoterapia ofrece una amplia variedad de beneficios específicos para las personas con autismo, que pueden dividirse en tres grupos:

Mejora de habilidades sociales

• Fomento de la interacción: la musicoterapia proporciona un entorno seguro en el que las personas con autismo pueden practicar, por ejemplo, el contacto visual, la toma de turnos y la colaboración en grupo.
• Desarrollo de habilidades de comunicación: la música puede servir como medio no verbal para comunicarse. Les permite expresar emociones, necesidades y deseos de manera más efectiva.
• Aumento de la conciencia social: participar en actividades musicales en grupo ayuda a desarrollar una mayor conciencia de los demás y a comprender mejor las señales sociales sutiles.

Mejora de habilidades emocionales

• Expresión emocional: la música ayuda a expresar y procesar emociones difíciles. Los estudiantes con autismo pueden servirse de la música para identificar y regular sus propias emociones.
• Reducción del estrés y la ansiedad: la musicoterapia es también un medio de relajación y contribuye a gestionar mejor las situaciones que pueden resultar abrumadoras.

Mejora de habilidades cognitivas

• Estimulación cognitiva: la música estimula diversas áreas del cerebro, como la memoria, la atención y la función ejecutiva.
• Mejora del procesamiento auditivo: la musicoterapia mejora la percepción del sonido en los estudiantes con autismo.
• Desarrollo de habilidades motoras: tocar instrumentos musicales o participar en actividades de movimiento al ritmo de la música ayuda a mejorar la coordinación y el control motor.

En resumen, la música es un medio único y poderoso para el aprendizaje y el desarrollo de las habilidades de las personas con autismo. Por tanto, su implementación en centros educativos puede mejorar ampliamente la experiencia de los estudiantes en el espectro. Si quieres contribuir a este objetivo, consulta la oferta académica de la Universidad Europea.