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La sostenibilidad y reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) es una prioridad para las empresas, por lo que la demanda de expertos en sostenibilidad y medio ambiente se encuentra en constante crecimiento.
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La huella de carbono es un conjunto conocido como GEI, Gases de Efecto Invernadero que dejan las actividades empresariales y cotidianas del ser humano. Este indicador mide las emisiones directas e indirectas compuestas por:
El compuesto que ha contribuido en mayor medida al calentamiento global del planeta ha sido el dióxido de carbono, haciendo que la huella de carbono no deje de crecer. Según el Global Footprint se estima que ya supone un 60% del impacto total causado por el ser humano en el medio ambiente.
La huella de carbono se clasifica en varios tipos según la procedencia de sus emisiones en individual o personal, de empresa y de producto. A continuación, explicamos cada una de ellas.
La huella de carbono individual es aquella generada por una sola persona a lo largo de su día a día al realizar acciones como alimentarse, desplazamientos o consumos de energía entre otros muchos.
La reducción de la huella personal de carbono supondría una disminución efectiva del aumento de la temperatura en el planeta según la ONG The Nature Conservancy. Ya que, se estima que a nivel personal cada individuo genera en un año alrededor de cuatro toneladas de dióxido de carbono, pudiendo variar según los diferentes países.
Las compañías llevan a cabo actividades que producen gases de efecto invernadero durante los procesos de fabricación y producción, transporte y consumo energético. En este aspecto, la huella de carbono mide cada una de las emisiones y el alcance que tienen.
Cada compañía tiene la opción en la medida de lo posible de disminuir su huella o compensarla a través de mejoras de eficiencia energética en sus consumos, invirtiendo en proyectos de sostenibilidad ambiental entre otros.
Hace referencia a las emisiones generadas de gases efecto invernadero en etapas que abarcan desde la extracción de materias primas, procesos de producción o generación de energía hasta su uso y transformación en residuo donde se recicla o desecha el producto.
Asimismo, también se tienen en cuenta eventos como conciertos, festivales, competiciones deportivas y otras actividades que implican el consumo de energía, generación de basura o uso de transportes.
A nivel individual, las personas pueden realizar numerosas acciones para disminuir la huella de carbono.
A continuación, indicamos algunas de las acciones que las compañías pueden realizar para reducir la emisión de gases efecto invernadero y contribuir a la reducción del impacto medioambiental.
La huella de carbono se calcula al multiplicar el dato de consumo por el factor de emisión según el tipo de combustible o gas, esto queda recogido en el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero del Gobierno español.
Existen dos tipos de calculadoras:
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