
¿Qué es una guerra híbrida y por qué es clave en el escenario internacional actual?
13 de Octubre de 2025

Los conflictos bélicos ya no se libran únicamente en los campos de batalla, sino que se extienden a nuevas áreas donde la información, la tecnología y la influencia social se convierten en armas. En este contexto, la guerra híbrida es un nuevo tipo de enfrentamiento que combina estrategias tradicionales con tácticas no convencionales, como la desinformación, los ciberataques y los grupos paraestatales. Comprender su funcionamiento es fundamental para interpretar los conflictos del presente y anticipar los del futuro.
Si te interesan los fenómenos geopolíticos y te gustaría trabajar en contextos internacionales, estudiar el Grado en Relaciones Internacionales de la Universidad Europea puede ser una gran opción. Y si prefieres una modalidad más flexible, también puedes cursar el Grado en Relaciones Internacionales online, con una formación igual de rigurosa y adaptada a tus necesidades.
A continuación, te explicamos qué es una guerra híbrida, por qué representa una amenaza tan compleja y cómo puedes prepararte para analizar y gestionar estos escenarios desde una perspectiva profesional.
¿Qué es una guerra híbrida?
Aunque el término no es nuevo, su uso se ha intensificado en la última década debido a su relevancia en conflictos recientes.
Este concepto hace referencia a un tipo de guerra que mezcla medios convencionales (como las fuerzas militares) con herramientas no convencionales (ciberataques, propaganda, operaciones psicológicas o presión económica). Su principal característica es que difumina los límites entre la guerra y la paz, actuando muchas veces sin una declaración formal de conflicto.
Lo que diferencia a la guerra híbrida de una guerra convencional es su capacidad para operar en múltiples frentes y su carácter difícil de atribuir, lo que complica la respuesta por parte de las naciones afectadas.
Elementos de la guerra híbrida
La guerra híbrida no responde a un solo patrón, sino que se construye a partir de una combinación de tácticas tradicionales y nuevas formas de agresión. Esta variedad de herramientas permite a los actores implicados adaptarse al contexto, generar confusión y debilitar a los oponentes sin una confrontación directa. Estas son algunas de las más frecuentes:
Ciberataques
Los ataques informáticos se han convertido en un arma muy potente. Pueden paralizar infraestructuras clave, robar información confidencial o manipular datos para sembrar el caos.
Desinformación y propaganda
A través de redes sociales, medios digitales o incluso bots, los actores implicados en guerras híbridas buscan influir en la opinión pública, crear divisiones internas y manipular elecciones o decisiones políticas.
Presión económica
Se utilizan sanciones encubiertas, bloqueos financieros o manipulación de los mercados para debilitar a los oponentes sin necesidad de violencia directa.
Organizaciones sin respaldo oficial y fuerzas armadas irregulares
Se recurre a milicias, grupos paramilitares o empresas militares privadas que sirven de intermediarios para evitar la atribución directa de los ataques.
Ejemplos reales de guerra híbrida
Las tácticas de la guerra híbrida se pueden observar en todos los conflictos de importancia de los últimos años. Estos son solo algunos ejemplos de la aplicación de estrategias híbridas y su impacto en el equilibrio internacional.
Ucrania y la anexión de Crimea (2014)
Uno de los ejemplos más citados de guerra híbrida es la anexión de Crimea por parte de Rusia. En este caso, se combinaron operaciones militares encubiertas, desinformación masiva y ciberataques. Todo esto permitió a Rusia actuar sin una declaración formal de guerra y sin responsabilidades claras.
Interferencias en elecciones
Diversas investigaciones han demostrado intentos de injerencia extranjera en los procesos electorales de Estados Unidos de 2016 o la votación del Brexit en Reino Unido mediante campañas de desinformación, narrativas polarizadoras y manipulación de redes sociales.
Oriente Medio y grupos sin respaldo oficial
En conflictos como los de Siria o Irak, actores como el ISIS han utilizado herramientas de guerra híbrida que combinan tácticas terroristas, propaganda digital y control de territorios con estructuras paraestatales.
La guerra híbrida, un nuevo reto para las relaciones internacionales
El auge de la guerra híbrida supone un desafío directo a los marcos tradicionales de la diplomacia y la seguridad. Las relaciones internacionales ya no pueden entenderse sin tener en cuenta estas nuevas formas de conflicto, que tienen importantes consecuencias:
- Dificultan la atribución clara de responsabilidades.
- Debilitan las instituciones democráticas desde dentro.
- Requieren respuestas multidisciplinarias: jurídicas, tecnológicas, diplomáticas y militares.
- Rompen con las reglas clásicas de la guerra, afectando tanto a actores estatales como a la sociedad civil.
En este contexto, la guerra asimétrica, en la que un país más débil usa tácticas no convencionales para enfrentarse a otro más fuerte, cobra también un nuevo protagonismo. La guerra híbrida suele ser una forma de guerra asimétrica, ya que muchas veces los actores no estatales o las potencias menores emplean estas estrategias para desequilibrar a rivales más poderosos.
¿Por qué estudiar Relaciones Internacionales para comprender estos fenómenos?
La ciencia de las relaciones internacionales estudia las interacciones entre países, organizaciones y actores globales. Se centra en aspectos clave como la diplomacia, el comercio, los derechos humanos, los conflictos armados y la cooperación internacional.
Frente a amenazas como la guerra híbrida, los profesionales de las relaciones internacionales desempeñan un papel clave.
- Analizan los intereses geopolíticos de cada país.
- Diseñan políticas de seguridad y defensa desde una perspectiva multidisciplinar.
- Estudian el impacto de las nuevas tecnologías en los conflictos globales.
- Fomentan la cooperación internacional para prevenir y mitigar este tipo de amenazas.
Además, esta formación permite acceder a una amplia variedad de salidas profesionales: organismos internacionales, embajadas, ONG, think tanks, empresas multinacionales o consultorías especializadas en riesgos globales.
La guerra híbrida no es solo una moda o un concepto de moda en seguridad internacional: es una realidad con implicaciones profundas en la política, la economía y la vida cotidiana. Saber identificar y comprender sus mecanismos para anticipar sus efectos es crucial para quienes aspiran a trabajar en el ámbito internacional.