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Educación
26 ene 2024

Conductas disruptivas en el aula: qué son y cómo abordarlas desde la psicopedagogía

Editado el 26 Ene. 2024
conductas-disruptivas

La problemática de las conductas disruptivas en el aula es un asunto de gran relevancia en el ámbito educativo. En este post, indagaremos en la naturaleza de estas conductas, los factores que las desencadenan, los diferentes tipos que pueden manifestarse en el entorno educativo y cómo abordarlas de manera efectiva a través de la psicopedagogía, haciendo uso de herramientas como el Curso en Resolución de Conflictos o el Máster en Psicopedagogía online, disponible dentro de la oferta de masters online en Educación de la Universidad Europea.

¿Qué son las conductas disruptivas?

Las conductas disruptivas son comportamientos que interrumpen el desarrollo normal de las actividades en el aula, afectando el ambiente de aprendizaje. Estas conductas pueden manifestarse de diversas maneras, como veremos más adelante en este artículo.

¿Cuáles son las causas de las conductas disruptivas?

Las causas de las conductas disruptivas son diversas y complejas. Sin embargo, es importante conocer estos factores para abordar de manera integral y efectiva este problema.

En primer lugar, el entorno familiar del estudiante se constituye como un factor primordial. Discusiones familiares, falta de apoyo o negligencia en el hogar pueden tener un impacto directo en el alumno disruptivo.

Además, algunos estudiantes pueden mostrar conductas disruptivas como respuesta a trastornos y dificultades de aprendizaje no diagnosticados. La frustración asociada con el rendimiento académico puede desencadenar actitudes desafiantes.

Las necesidades emocionales no satisfechas también contribuyen a conductas disruptivas. Los estudiantes que carecen de apoyo emocional buscan llamar la atención a través de estos comportamientos.

Asimismo, la presión social y las dificultades en las relaciones interpersonales se suman a los factores desencadenantes. La necesidad de pertenencia y aceptación en el grupo puede llevar a estas actuaciones como una forma de búsqueda de identidad o reconocimiento dentro del entorno escolar.

En último lugar, los estudiantes que no poseen habilidades y herramientas efectivas para gestionar sus emociones recurren a conductas disruptivas como una vía para expresar sus sentimientos.

Tipos de conductas disruptivas en el aula

Reconocer los diferentes tipos de conductas disruptivas es clave para elaborar estrategias más precisas y eficaces en el ámbito educativo. A continuación, comentamos algunos de los comportamientos más comunes que generan un impacto negativo en la dinámica del aula:

Interrupciones constantes

Algunos estudiantes tienden a interrumpir repetidamente las clases por déficit de atención o motivación. Esta conducta no solo afecta su propio aprendizaje, sino que también distrae a otros compañeros y perjudica la concentración general.

Desafíos a la autoridad

Cuando algunos alumnos desafían la autoridad del profesor, se torna más difícil mantener un espacio educativo respetuoso y ordenado. Este tipo de conducta puede adoptar diversas formas, desde cuestionar las decisiones del docente hasta ignorar las reglas establecidas.

Agresividad verbal o física

La agresividad, ya sea verbal o física, crea un entorno poco seguro y retador para el aprendizaje. Este tipo de conducta pueden surgir de frustraciones personales, problemas emocionales o conflictos no resueltos entre iguales.

Aislamiento social

Este comportamiento se manifiesta cuando un estudiante se aparta del grupo y evita la interacción social debido a problemas emocionales, falta de habilidades sociales o experiencias previas negativas.

Desinterés y pasividad

La falta de interés y la pasividad en el aula son conductas disruptivas que pueden pasar desapercibidas. No obstante, si se muestran constantemente, pueden afectar el ritmo de la clase y dificultar la participación.

Manipulación y engaño

Algunos alumnos disruptivos recurren a estas estrategias para evadir responsabilidades o conseguir beneficios. Este tipo de comportamiento puede manifestarse a través de mentiras, trampas en evaluaciones o intentos de influir en otros compañeros.

Cómo abordar las conductas disruptivas desde la psicopedagogía

En el marco educativo, la psicopedagogía desempeña un papel crucial en la identificación y tratamiento de las conductas disruptivas. Aquí presentamos algunas estrategias efectivas que integran la perspectiva psicopedagógica:

  • Realizar una evaluación individualizada para comprender las características de cada alumno y diseñar intervenciones personalizadas.
  • Desarrollar programas de apoyo que abarquen las necesidades académicas y emocionales de los estudiantes
  • Establecer una colaboración estrecha con padres y tutores para tratar los problemas desde el hogar y el aula de manera conjunta.
  • Implementar protocolos de comunicación efectiva entre docentes, personal escolar y psicopedagogos para una atención coordinada.
  • Fomentar un ambiente inclusivo en el aula con el fin de reducir posibles tensiones entre los estudiantes.
  • Aplicar disciplina positiva basada en el reconocimiento de comportamientos apropiados.
  • Establecer rutinas en el aula para proporcionar un ambiente predecible que beneficie al alumnado con ciertas necesidades educativas.
  • Promover programas de mentoría entre estudiantes para cultivar relaciones positivas y dar apoyo entre pares.
  • Incorporar técnicas basadas en el mindfulness y relajación en el currículo para ayudar a los alumnos disruptivos a gestionar el estrés y mejorar el autocontrol.
  • Diseñar actividades extracurriculares enfocadas en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
  • Organizar charlas y talleres para sensibilizar a toda la comunidad educativa sobre la importancia de abordar las conductas disruptivas desde una perspectiva psicopedagógica.
  • Proporcionar formación continua para docentes en estrategias de manejo de conductas disruptivas.

A medida que comprendemos las conductas disruptivas y desarrollamos estrategias desde la psicopedagogía, conseguimos mitigar los problemas en el aula y asumimos un enfoque educativo más inclusivo y enriquecedor para todos. La colaboración y el entendimiento se vuelven fundamentales para cultivar entornos educativos que promuevan el crecimiento individual de cada estudiante.