Hoy en día, entre las competencias con las que debe contar un profesional sanitario, se encuentran aquellas que tienen que ver con la atención y el cuidado integral al paciente.
Estas resultan imprescindibles a la hora de entender lo que el paciente cuenta y, de esta forma, identificar lo que le sucede para ofrecerle una atención competente y adecuada, y proporcionarle un tratamiento correcto, estableciendo una relación de confianza con él o ella y, por tanto, el mejor pronostico.
En definitiva, una comunicación efectiva con el paciente es clave en el contexto del cuidado de la salud. Ahora bien, no siempre resulta fácil cumplir con esta intención. Por este motivo, te contamos cuáles son los principales problemas que no dejan que esto sea posible y algunas estrategias para sortearlos.
Dificultades en la comunicación con el paciente
Entre los factores que entorpecen o impiden una comunicación asertiva con el paciente, se podrían destacar los siguientes:
Protocolos de los centros médicos y hospitalarios: muchas instituciones sanitarias establecen una serie de procedimientos muy rígidos y que son de obligatorio cumplimiento para el personal que trabaja en ellos. En ocasiones, esta situación limita su ejercicio profesional y hace que la práctica clínica sea algo “menos humana”.
Tendencia hacia la especialización y la investigación: muchas veces el afán por llevar y presentar un caso clínico interesante hace que la atención de las necesidades básicas del paciente y los cuidados que esta persona requiere queden relegados a un segundo plano.
Falta de personal (y de tiempo): para establecer una buena comunicación con el paciente y que haya una cordialidad hace falta dedicar tiempo y esfuerzo. La falta de personal, junto a un elevado volumen de trabajo y número de pacientes a los que atender, hace que no sea posible.
Idea inadecuada de atención integral al paciente: algunos profesionales sanitarios entienden que atender a un paciente adecuadamente es realizarle todas las pruebas pertinentes para averiguar qué le sucede, sin tener en cuenta o darle la importancia que toca a la parte de comunicar e informar al paciente y sus familiares.
Ausencia de empatía: dificultades para ponerse en el lugar del paciente, esforzarse por comprender esa sensación de incertidumbre y desconocimiento acerca de lo que le está pasando y que una comunicación y trato correctos pueden aliviar.
6 técnicas de comunicación con el paciente
A continuación, proponemos algunas acciones para mejorar y aumentar la eficacia de la comunicación entre profesional de la Salud-paciente:
- Cuidar el lenguaje verbal y corporal, de manera que se demuestre al paciente que se es una persona accesible, respetuosa y amable.
- Transmitir credibilidad y veracidad, lo que servirá para disipar los miedos y las inseguridades que el paciente pueda tener, o sea, a tranquilizarlo.
- Priorizar las necesidades del paciente y atenderlas de un modo tranquilo y empático. Esto puede ser de gran ayuda para entablar una cercanía con el paciente. Y si todo va bien, contribuirá también a que la comunicación sea mucho más fluida y así conocer mejor qué le pasa a esta persona, siente y/u opina.
- Dar apoyo físico y emocional al paciente, ofrecer ayuda siempre que sea posible y prestar atención a lo que esta persona pueda decir o expresar (dolor, emociones, etc.).
- Trabajar con sencillez y humildad, estar abierto o abierta al diálogo. Es prioritario que el paciente plantee sus dudas sobre lo que le sucede y el tratamiento que se le va a realizar, y que se utilice un lenguaje comprensible, claro y conciso para resolverlas. No es bueno dar las cosas por supuestas.
- Tratar de manera personalizada a cada paciente, por ejemplo, llamándole por su nombre, respetando su intimidad y teniendo en cuenta su opinión. Todo ello aumentará su nivel de confianza y satisfacción.
Si quieres saber más acerca de cómo mejorar la comunicación con el paciente, no dejes pasar la oportunidad y echa un vistazo a nuestro Curso Online en Inteligencia Emocional con el Paciente.