
La carrera judicial representa una de las salidas profesionales más prestigiosas y estables para los graduados en Derecho. Si te preguntas qué hay que estudiar para ser juez o cómo iniciar este camino profesional, este artículo te proporciona toda la información esencial sobre los requisitos, el proceso de oposición y las claves para alcanzar este objetivo.
Los jueces son los encargados de administrar justicia, interpretando y aplicando las leyes para resolver conflictos entre particulares, empresas o entre estos y la administración pública.
Entre sus principales responsabilidades se encuentran:
La labor judicial abarca diferentes especialidades, desde lo civil y penal hasta lo contencioso-administrativo, lo social o lo mercantil, ofreciendo así múltiples áreas de especialización profesional.
La rutina diaria de un juez es más compleja de lo que muchas personas podrían imaginar. Si bien dirigir juicios es la parte más visible y conocida por todos, representa solo una pequeña fracción.
Los jueces suelen dedicar al menos 4 horas diarias de audiencia pública, durante las cuales se celebran juicios, comparecencias y practican pruebas. Sin embargo, la mayor parte del trabajo se desarrolla fuera del horario habitual, donde se analiza exhaustivamente cada caso, se estudia la documentación y se redactan las sentencias correspondientes.
En general, los jueces trabajan por objetivos más que por horas, asumiendo la responsabilidad de decidir sobre la vida y el patrimonio de las personas.
Para acceder a la carrera judicial, es necesario cumplir una serie de requisitos para ser juez en España establecidos por la normativa vigente. Los aspirantes deben ser españoles, mayores de edad, licenciados o graduados en Derecho, y no estar incursos en causa de incapacidad.
Requisitos académicos y personales
Requisitos adicionales
Estos requisitos garantizan que solo accedan a la carrera judicial personas con la formación, integridad y capacidad necesarias para ejercer tan importante función.
El camino para convertirse en juez requiere una preparación exhaustiva y un compromiso a largo plazo. Qué hay que hacer para ser juez implica varios pasos fundamentales que todo aspirante debe conocer.
¿Qué hay que estudiar para ser juez? El primer paso es obtener el Grado en Derecho, una formación de 4 años que proporciona los conocimientos jurídicos fundamentales. Esta formación debe complementarse idealmente con especializaciones que fortalezcan el perfil del futuro opositor.
Una excelente opción para consolidar la formación jurídica es cursar el Máster en Abogacía online de la Universidad Europea, también disponible en Valencia y en Madrid. Esta formación especializada proporciona las competencias prácticas necesarias para el ejercicio profesional del Derecho y constituye una base sólida para afrontar las oposiciones judiciales.
Las oposiciones de Derecho se convocan para la provisión de plazas de alumnos de la Escuela Judicial, por lo que la preparación debe ser específica y rigurosa. Esta fase incluye:
Aprobar la oposición no significa que se obtiene directamente una plaza, luego de estas fases normativas es necesario solicitar una plaza dentro del territorio español. Aquí la nota final que se haya obtenido durante el curso en la Escuela Judicial será clave, ya que las plazas disponibles se distribuyen entre los aspirantes por orden de calificación.
Los jueces pueden desarrollar su carrera en diferentes jurisdicciones y, con el tiempo, acceder a puestos de mayor responsabilidad como magistrados de Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de Justicia o incluso el Tribunal Supremo.
La labor judicial también permite contribuir activamente a la protección de los derechos ciudadanos y al mantenimiento del orden social, aspectos que dotan de especial significado y propósito a esta profesión.
Para quienes se plantean el desafío de convertirse en juez, una formación jurídica de calidad constituye la base imprescindible. El desarrollo de competencias prácticas, el conocimiento profundo del ordenamiento jurídico y la capacidad de análisis crítico son elementos que se construyen a lo largo de años de estudio y práctica profesional, convirtiendo la formación especializada en una inversión fundamental para el futuro profesional en el ámbito de la justicia.