En el periodo de 2019-2022 se han llevado a cabo varias actividades similares con el objetivo de aumentar el nivel de participación de los residentes en las diferentes propuestas del centro tras la situación de COVID. Esta iniciativa nace de la colaboración existente entre la Residencia Hermandad Nuestra Señora de la Soledad de Parla y el Departamento de Fisioterapia de la Universidad Europea de Madrid.
Diferentes estudiantes de 1º curso del Grado en Fisioterapia de la Universidad, junto con el profesor Alberto Bermejo Franco y la terapeuta del centro Dña. Araceli Aranda Ruipérez, han organizado unas olimpiadas de invierno con la finalidad de trabajar diferentes aspectos relacionados con la propiocepción, la psicomotricidad, el equilibrio estático y dinámico, la fuerza de miembros superiores e inferiores, y la coordinación óculo manual, de un modo lúdico y dinámico. Este tipo de acciones permiten combatir los cambios que se producen en este colectivo relacionados con la disminución de la capacidad física, la aparición de alteraciones posturales, la pérdida de movilidad y flexibilidad articular, el deterioro de la capacidad funcional, y la presencia de malos hábitos adquiridos e inactividad.
Para Alberto Bermejo, son actividades muy importantes en las que los estudiantes ven realidades cotidianas: “A través de esta actividad se pretende mejorar tanto el nivel de actividad física como las relaciones interpersonales; disminuyendo el nivel de sedentarismo y el nivel de dependencia física, funcional y psicológica”.
Actividades que causan un gran impacto en los estudiantes, tal y como cuenta Diego Tola Clabo: “acudimos un grupo de estudiantes voluntarios del doble grado de Cafyd + Fisioterapia a la residencia "Nuestra señora de la soledad de Parla". El objetivo de esta visita fue realizar una serie de actividades y dinámicas para sus residentes simulando unos juegos olímpicos. Realizamos bailes, lanzamientos de aros, canciones, con entrega de medallas y diplomas de participación para todos los residentes. Hubo una alta participación y mi impresión fue que disfrutaron de la tarde, rompiendo su rutina diaria. Cuando accedí a esta actividad pensé que les íbamos a aportar diversión y ejercicio, pero la sorpresa ha sido que ellos me han aportado más a mí, que yo a ellos. Aparte de adaptar e improvisar ejercicios para ellos, he visto como una mínima acción tenía un resultado tan bueno”.