El evento se llevó a cabo el 7 de octubre en el campus de Santa Cruz de Tenerife, destinado al claustro

La Universidad Europea de Canarias celebró el 7 de octubre el solemne acto de Apertura de Curso 2025/2026, que tuvo lugar en el campus de Santa Cruz de Tenerife, un evento que contó con la asistencia del claustro de la institución académica.
El acto se inició con la lectura de la Memoria 2024/2025 por parte de la rectora, Cristiana Oliveira, quien indicó que “en el curso pasado hemos seguido fortaleciendo en modelo académico que nos hace únicos, afianzando nuestra apuesta por la investigación, la innovación y la transmisión de conocimientos”.
Asimismo, Cristiana Oliveira recordó al claustro que “los logros alcanzados por nuestra institución no habrían sido posibles sin vuestro rigor científico, pedagógico y profesional”, y confirmó que “continuamos creciendo en número de estudiantes, profesores, doctores e investigadores con sexenios, confirmando nuestro dinamismo académico”.

La Lección Magistral corrió a cargo de la doctora Cristina González Vázquez de Parga, profesora de Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Canarias, quien habló sobre El momento de renaturalizar la ciudad, y explicó la necesitad que existe en las ciudades de apostar por espacios verdes y zonas con árboles para evitar los efectos del cambio climático, y sus consecuencias.

En este sentido, Vázquez de Parga aseguró que, concretamente, Canarias sufre una situación más acuciante ante el cambio climático, pues, por su situación geográfica, “la radiación solar es la más alta de todo el país”, razón que impulsa, agregó, a que “tomemos medidas con la implantación de zonas verdes que ayuden a mitigar la subida de las temperaturas, a que la tierra no se desertice y a crear espacios de ocio para las personas.
“Los espacios verdes deben funcionar como un sistema en las ciudades”, aseguró la arquitecta y fundadora del estudio Vázquez de Parga Arquitectos, quien, en su exposición, habló de un caso real, la recién rehabilitada plaza del Orche en Santa Cruz de Tenerife, en la que la nueva arboleada ha seguido estos principios de contribuir a un corredor ecológico, mitigar el efecto isla de calor y aprovechar el agua de lluvia, entre otras cuestiones.